Armendariz e Iriarte han apuntado que «salimos de la reunión con la firme convicción de que la reconstrucción de la convivencia democrática en Navarra es una tarea difícil, pero posible, y solo será factible si todos colaboramos: instituciones, víctimas de ETA, víctimas del Estado y sociedad civil».

Han lamentado que, en este herrialde, frente al modelo «de la mayoría de la sociedad» que «mira a la construcción de una convivencia democrática», existe otro modelo «anclado en el pasado, que solo concibe la resolución en una lógica de vencedores y vencidos».

Ante este diagnóstico, el Foro Social Permanente se muestra «optimista» y entiende que «la legislatura que acaba de iniciarse reúne las condiciones para ser la legislatura que permita construir la convivencia democrática».  

Sostiene esto en dos argumentos: la voluntad de la propia sociedad navarra y el acuerdo de gobierno en esta materia entre el PSN, Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e Izquierda-Ezkerra. «¿Quién nos hubiera dicho hace tres años, cuando nació el Foro Social Permanente en Navarra, que en 2019 estaríamos en las condiciones actuales?».

Armendariz e Iriarte han considerado que «los acuerdos puntuales ya logrados en la anterior legislatura «deberían ser un campamento base suficiente para trabajar las tres cuestiones pendientes», que a su juicio son «verdad, justicia y reparación para todas las víctimas, sin discriminaciones», «resolución de la cuestión de las 34 personas presas y de las huidas», y «una memoria crítica compartida que, sin olvidar nada de lo ocurrido, mire al futuro».