El ‘Caminho longe’ de la deportación, desde una isla africana hasta Zuberoa
Tras 31 años deportado en la isla de Sao Tomé Alfonso Etxegarai vuelve a casa con su pareja Kristiane Etxaluz, con la incertidumbre de si será arrestado. El documental ‘Caminho longe’, que muestra ese viaje desde África a Zuberoa, se estrena este viernes en las salas de Hego Euskal Herria.

«La película está hecha en una semana en la que yo trato de desprenderme de todas las cosas que he ido acumulando durante un poco más de treinta años deportado y confinado en la isla. El objetivo principal de esta semana es abandonar la deportación y poder ponerle fin». Con estas palabras define Alfonso Etxegarai ‘Caminho longe’, un largo camino retratado por Josu Martinez y Txaber Larreategi en esta película intimista, y que muestra el final de un trayecto que ya retrataron en la obra de 2010 ‘Sagarren denbora’.
Etxegarai hace referencia a la obra anterior para contextualizar la actual: «En la primera película yo acababa diciendo que todo era posible; ese ‘todo es posible’ ocurrió en esa semana: dejar la isla, abandonar la deportación y hacerlo de una manera un poco unilateral».
Lo que acarrea el que todo sea posible se muestra claramente en el documental: «Fue una semana de tensión, porque no sabíamos lo que podía ocurrir cuando pusiésemos el pie en el avión, si es que conseguíamos llegar, porque nos lo podían impedir antes. La historia es una etapa de ese ‘Camino longue’, en el que no sabemos lo que va a pasar, llegamos a momentos de discusión como pareja sobre lo que va a pasar. Todo salió bien, llegamos a Baiona, pero podía haber sido lo contrario también».
Etxaluz recuerda el estar «obnubilada» como la fuente de las discusiones: «Era así por dos cosas, porque Alfontso no dejaba su trabajo hasta el último momento dejándome a mí que me ocupase de los trabajos de la casa, lo que no es mi especialidad, es más la de él. La otra era que me parecía una contradicción muy grande, el que para esos jóvenes ‘mosqueteros’ (Josu, Txaber e Hibai), el film era importante (creo), pero que para nosotros era el viaje de nuestra vida. Cuando dejas que se entrecrucen esas líneas durante la noche, son muchas las hipótesis que puedes abordar».
Aún así también consigue recordar esas discusiones con humor: «En nuestra cultura, practicamos el arte de la discusión como una alimentación para el amor. ¡Ja, ja!».
La deportación, «un confinamiento multiplicado por mil»
«Nosotros nunca hemos querido representar políticamente a nada, es nuestra pequeña historia, nuestra aventura y sobre todo poner fin a la deportación, un poco unilateralmente» explica Etxegarai. Aunque especifica: «En el fondo represento a un militante vasco que ha sido castigado a pasar treinta y tantos años deportado en un sitio muy lejano, y muy ‘longe’, evidentemente hay una afiliación política aunque no la reivindicamos como tal, es un viaje en el que tratamos de poner fin a ese castigo político».
También enmarca su «pequeña aventura» en la situación que se está viviendo en Euskal Herria: «Entra en lo que el propio colectivo de deportados venía haciendo desde antes. De una manera o de otra bastantes deportados, hemos ido dejando la deportación cada uno por su camino, adaptándose a la realidad que nos toca vivir. Y todavía quedan otros. Es verdad que el fin de la deportación, es un poco como está siendo el fin de la cárcel para los presos vascos, no es una decisión acordada o planteada globalmente».
Afirma que el documental ha sensibilizado sobre la deportación: «La gente se queda asombrada al ver cuanto tiempo he estado deportado, y que ahora estoy en un pueblo tan pequeñito, cuando antes solía estar con mucha gente. La gente se ha dado cuenta de que la deportación es algo sui géneris». A lo que Etxaluz añade: «Un confinamiento multiplicado por mil».
El cambio, más allá de una isla africana a Zuberoa
Sobre su vida actual en Euskal Herria Etxegarai explica: «Estoy viviendo una vida bien sencilla, trabajo en el monte con ovejas. Kristiane y yo tenemos una serie de proyectos, yo entre ellos acabar un libro, y sobre todo, lo más importante son los sueños, para seguir realizándolos».
Pero el cambio más importante no es «desde una isla africana a Zuberoa», tras casi décadas de deportación, asegura que la mayor diferencia está en la Euskal Herria que ha encontrado. «No me sorprende el pasar de 30° de día y de noche a -10° o 8°, aunque me afecte biológicamente, lo que me ha sorprendido, es lo que he encontrado. Cuando vi Baiona u otros sitios de Euskal Herria, no era la que conocía, era otra diferente».
Las conquistas, los logros de estos últimos 40 años, son una de las cosas que más le han impactado: «Hay muchos movimientos y muchas luchas, mucha actividad política y reivindicativa. Pienso que Euskal Herria ha avanzado mucho, diría que es irreversible, y ya no hay hipótesis para los que no quieren que sea». Entre las conquistas de las últimas décadas señala la del euskara: «Cuando me marché, los futbolistas, los pilotaris... nunca hablaban en euskara en la radio, en la televisión. Ahora, parece que todos hablan euskara. Yo incluso, cuando salí, decía algunas palabras, pero ahora de repente hablo, hago un 30 o 40% de mi vida en euskara, en el trabajo lo hablo con los que lo saben».
Entre los proyectos Etxegarai habla del libro que está escribiendo sobre su historia, sobre sus historias: «Hay muchas que contar, entre ellas la del fin de una época, la del santuario francés, que es el tema central del libro». La obra tendrá por título ‘La muga’, y en ese sentido asegura: «Siempre hay una luz al otro lado de la muga».
Camino a las salas y los festivales
‘Caminho longe’ se estrena este 22 de enero en Hego Euskal Herria; en Bilbo (Multis), Donostia (Trueba), Gasteiz (Florida), Iruñea (Golem-Yamaguchi), y también lo hará en Barcelona (Sants-Zumzeig). Pero la película ya ha sido presentada con anterioridad, ya que su estreno se hizo en Zinemaldia.
Tampoco será una primicia para las decenas de personas que participaron en la exitosa campaña de crowfunding gracias a la cual se pudo realizar el documental. «Hemos compartido momentos bonitos con la comunidad que participó en el crowfunding. Se siente de manera diferente cuando se ve colectivamente la película», declara el director de la obra Josu Martinez.
Sobre la reacción de la gente, el director relata que al tratarse de una película íntima y personal crea una sensación de empatía y la gente se pone en el lugar de los protagonistas, aunque no sea en esa situación tan inédita, sí en lo que se refiere a la toma de decisiones, las relaciones de pareja...
En Ipar Euskal Herria se presentará dentro del festival de documentales Fipadoc de Biarritz, donde ha sido seleccionado en la sección Historias de Europa. El certamen debía de haberse celebrado esta semana, pero debido a las restricciones sanitarias ha tenido que ser aplazado, y se espera que pueda celebrarse en marzo o abril. Martinez ha asegurado que a partir de ahora enviarán la película a otros certámenes.

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