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Desglobalización, desigualdad y concentración digital, tendencias clave para 2021 según Davos

La desglobalización, la desigualdad y la concentración digital están entre las tendencias clave que darán forma a la economía global en 2021, según la encuesta realizada a economistas en jefe tanto públicos como privados.

Saadia Zahidi, directora general del Foro Económico Mundial (Pascal BITZ/WORLD ECONOMIC FORUM)
Saadia Zahidi, directora general del Foro Económico Mundial (Pascal BITZ/WORLD ECONOMIC FORUM)

La creciente desigualdad, el teletrabajo y un mayor dominio del mercado por parte de las multinacionales tecnológicas son las principales tendencias emergentes durante esta pandemia y probablemente se mantendrán durante algunos años. Estas son las principales conclusiones de la última edición del informe ⁄Perspectivas de los economistas en jefe del Foro Económico Mundial’.

Los autores del informe señalan asimismo que estas tendencias podrían dar forma a una nueva era caracterizada por otra política fiscal, monetaria y de competencia, así como a un crecimiento del papel de los gobiernos. Sin embargo, consideran que la marcha atrás en la globalización es menos probable que tenga continuidad a largo plazo; argumentan que la coordinación internacional es clave para resolver los desafíos globales como la fabricación y distribución de vacunas.

Este informe anual es el resultado de consultas realizadas con los principales economistas en jefe de los sectores público y privado. En el mismo se describe el panorama económico mundial y se establece prioridades que puedan servir de guía a los responsables de la formulación de políticas públicas y a los empresarios.

Amortización de la deuda pública

Los economistas en jefe se muestran impresionados con la velocidad y la escala de las medidas de política fiscal tomadas a raíz de la pandemia. Sin embargo, a medida que la campaña mundial de vacunación se acelera, consideran que la segunda mitad de 2021 puede ser el momento propicio para comenzar la transición del gasto de emergencia hacia un gasto más específico dirigido a sectores con perspectivas de crecimiento en el futuro. La mayoría sugiere que la amortización de las grandes deudas nacionales acumuladas durante el último año puede esperar hasta 2024 o incluso más.

Con respecto a la financiación de la deuda pública por parte de los bancos centrales a través de la expansión cuantitativa, los economistas jefes creen que con el tiempo puede conducir a una pérdida de independencia de los bancos centrales. Por otra parte, muchos economistas también sugirieron que los bancos centrales deberían perseguir objetivos ambientales directamente a través de sus compras de activos, algo que supondría una desviación significativa con respecto a las prácticas actuales.

La mayoría de los economistas en jefe esperan una perspectiva más brillante a medida que la vacuna ayude a acelerar la recuperación y la nueva administración estadounidense contribuya a abordar los desafíos a corto y largo plazo, tanto a nivel nacional como mundial, a través de instituciones multilaterales revividas. Sin embargo, la mayoría de los encuestados ven las mutaciones del virus como el mayor riesgo para 2021, lo que podría ralentizar la contención de la pandemia y conducir a nuevos bloqueos. Otra preocupación recogida en el informe señala que las respuestas políticas mal calibradas corren el riesgo de no diferenciar entre el profundo impacto estructural de la pandemia en algunos sectores y la interrupción temporal de la actividad en otros sectores.

«Este informe deja en claro que las políticas fiscales, monetarias y de competencia calibradas y coordinadas con precisión son la clave para la recuperación y transformación económica mundial. A medida que el despliegue de vacunas se acelere, no habrá un mejor momento para que los gobiernos trabajen juntos e inviertan en una transición justa hacia una economía más verde e inclusiva», ha declarado Saadia Zahidi, directora general del Foro Económico Mundial.