Dabid Lazkanoiturburu

Biden exige a Rusia y Turquía que se retiren «inmediatamente» de Libia

EEUU ha exigido a Rusia y a Turquía  que comiencen a retirar sus fuerzas  «inmediatamente» de Libia, en un mensaje con el que el nuevo presidente Biden rompe con la ambigüedad de su predecesor, Trump.

Fuerzas especiales a las órdenes del mariscal Haftar en Bengazi. (Abdullah DOMA/AFP)
Fuerzas especiales a las órdenes del mariscal Haftar en Bengazi. (Abdullah DOMA/AFP)

«De acuerdo con el alto el fuego de octubre, exigimos a Turquía y a Rusia que inicien de inmediato de sus fuerzas del país y a la retirada de los mercenarios extranjeros y asesores militares que han reclutado, financiado, desplegado y apoyado en Libia», ha anunciado el embajador interino de EEUU en la ONU,  Richard Mills.

El mensaje, durante una videoconferencia del Consejo de Seguridad sobre la crisis en el país norteafricano, incluye a Emiratos Árabes Unidos en la exigencia de que «respeten la soberanía libia y cesen inmediatamente todas las intervenciones militares en Libia».

Esta toma de posición de la nueva Administración de unos EEUU conocidos por su intervencionismo militar en todo el mundo contrasta con la vaguedad de la política de Donald Trump en Libia, ligada a un repliegue estratégico en la región. Ambigüedad del magnate que quizás se explica por su simpatía hacia el hombre fuerte del este (Cirenaica) del país, el mariscal Jalifa Haftar, apoyado militarmente por Rusia, los Emiratos y Egipto.

Turquía, y económicamente Qatar, apoyan a su rival, el Gobierno de Unión Nacional (GNA), con sede en Trípoli, apoyado por la ONU y fuerte en la Tripolitania (oeste).

En virtud del alto el fuego del 23 de octubre, las tropas extranjeras y los mercenarios deberían haber abandonado el país en tres meses, plazo que venció el pasado sábado 23 de enero sin señal alguna de retirada.

Haftar cuenta con el apoyo de miles de mercenarios rusos de la firma Wagner, sin olvidar a los cientos de soldados de fortuna chadianos y los miles de milicianos islamistas Janjawid sudaneses, tristemente célebres por el genocidio de Darfur.

Turquía, a su vez, ha trasladado y financia a miles de mercenarios sirios reclutados de las filas de la oposición armada al Gobierno de Bashar al-Assad.

Amplio apoyo a la exigencia

Durante la videoconferencia del Consejo de Seguridad, la gran mayoría de sus miembros, incluidos China, Gran Bretaña, India y el Estado francés, han pedido la retirada extranjera de Libia y el respeto al embargo a la venta de armas en vigor desde 2011, que se incumple por ambas partes con la persistente llegada de aviones de carga con arsenales.

Rusia, que ha hecho suya la petición, insiste en negar intervención militar alguna en Libia y asegura que «si hay mercenarios rusos, algo que no podemos excluir totalmente, corresponde a quienes les contrataron invitarles a que se vayan».

La cadena CNN ha divulgado imágenes vía satélite en la que presuntos mercenarios rusos, y milicianos sirios pro-régimen, construyen un foso de trincheras, una suerte de Línea Maginot, para partir en dos el país a la altura de Sirte.

En el otro extremo, Turquía no solo está enviando mercenarios sirios opositores al país norteafricano sino que está adiestrando a tropas autóctonas tanto en suelo libio como turco.