Es posible que todavía mucha gente de esa parte de la costa vasca que une Saturraran (a un lado, Mutriku; al otro, Ondarroa) recuerde que la primera vez que escuchó a la banda capitaneada por Juan Carlos Perez en el cartel anunciaban que esa noche tocaba ‘Indar Trabes’.

Sería en una verbena del verano de 1974. Unos años después adoptaron el nombre de ‘Itoiz’ y con él navegaron miles de millas por la escena musical vasca hasta 1988.

Aunque se nos pase alguno de los compenentes que dieron forma al grupo durante esos quince años, estos son los que más veces aparecen en las hemerotecas: Juan Carlos Perez, con la guitarra y la voz; Jose Garate, Foisis, al bajo; Jose A. Fernandez, piano y teclados; Estanis Osinalde, batería; Joseba Erkiaga, flauta; German Ors, guitarra; Jimmy Arrabit, batería; Jean-Marie Ecay, guitarra; y Xabi Pery, también a la guitarra.

Recopilando material entre aficionados y profesionales

Todos ellos volverán a ‘reunirse’ en el audiovisual ‘Itoiz. Udako Sesoiak’ que está preparando Doxa Producciones, con la dirección de Larraitz Zuazo, que también hace las labores de guionista junto a Ainhoa Andraka y Zuri Goikoetxea.

La productora ya ha recopilado abundante material sobre el grupo, pero está convencida de que es posible que todavía queden registros olvidados o escondidos, por ejemplo, en un desván.

Por eso, quieren contactar con aquellas personas que hayan guardado fotografías, grabaciones de vídeo o audio, artículos o cualquier otro material relacionado con la banda.

Para sacar a la luz el material que todavía no está localizado, Doxa tiene activada esta dirección de email: archivo@doxaproducciones.com.

Su deseo es contar con cualquier tipo de registro, provenga de profesionales o de aficionados, ya sean de buena calidad o tengan sabor ‘casero’.

Desde la Azoka de Durango hasta los estadios repletos

El grupo comenzaba en 1978 su andadura discográfica con ‘Itoiz’, el trabajo que presentó en la Azoka de Durango.

En aquella época, la Feria del Disco y el Libro Vascos se desplegaba en torno a la iglesia de Santa María, y era cita obligada para cualquier grupo musical porque era un importante canal de ventas, no solo de promoción.

Luego siguieron ‘Ezekiel’, ‘Alkolea’, ‘Musikaz Blai’ ... y fueron llenando plazas, frontones cubiertos –no solo tocaban en verano–, polideportivos y hasta estadios.

Y, además, tras su desaparición se han publicado dos recopilatorios, en 2000 y 2008.

Rastreando en la memoria

Definir el estilo de Itoiz es correr el riesgo de olvidarse de esta u otra faceta, de intentar ‘calzar’ temas bajo etiquetas forzadas.

Además, para quienes conocieron al grupo ‘en vivo’ –es decir todos sus coétaneos, aunque no acudieran a un concierto–, la memoria puede jugarles una mala pasada.

¿Qué hacían rock progresivo?, ¿Pero no eran más de baladas poperas? Un debate inútil en una trayectoria dinámica como la suya.

Para recomponer ese puzle se busca la ayuda de rastreadoras y rastreadores que, en estos tiempos de pandemia, tengan tiempo para buscar en su memoria, o en el desván, cualquier rastro de una banda que forma parte de nuestro acervo cultural.