Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

La cárcel como escuela de libertad para el poeta que canta en su celda

La reconocible imagen del escritor y activista político Marcos Ana, que nos dejó en el 2016 con 96 años de edad. (NAIZ)
La reconocible imagen del escritor y activista político Marcos Ana, que nos dejó en el 2016 con 96 años de edad. (NAIZ)

MARCOS Y VIDA
Estado español. 2020. 70’ Dtor. y guion: Marcos Macarro Sender. Prod. y fot: Marcos Macarro Sender. Int.: Sebastián Fernando Macarro Castillo ‘Marcos Ana’, Vida Sender Begué, Marcos Macarro, Ana Castillo. Gén.: Documental biográfico/Memoria histórica.

La Seminci presentó este documental biográfico que es el homenaje de un hijo a un padre, pero también la contribución al patrimonio social de la memoria histórica. Marcos hijo recuerda a Marcos padre, aunque en realidad su progenitor no se llamaba así, pues fue el seudónimo literario que eligió, por el abuelo Marcos y la abuela Ana. La evocación del poeta y activista político Marcos Ana llega a través de su compañera Vida, a la que conoció en el exilio parisino, por ser hija de anarquistas.

Dado que la mujer, ya muy mayor, sufre de Alzheimer, sus recuerdos se convierten en olvidos, los cuales representan a su vez los olvidos de la historia.

El documentalista Marcos Macarro Sender, conocido por obras viajeras como ‘Cantos y crónicas de una barriada olvidada’ (2016), rodada en Nicaragua, toma material prestado de su colega Javier Larrauri, autor del documental ‘Marcos con M de Memoria’ (2012), mediometraje englobado dentro de una exposición multidisciplinar dedicada  de forma monográfica a Marcos Ana, gracias a lo cual escuchamos sus poemas de viva voz. De tal suerte que el poeta de ‘Decidme cómo es un árbol’ (2007) se funde con el militante comunista de ‘Vale la pena luchar’ (2013).

Pocas personas simbolizan la lucha por la libertad, la física y la de pensamiento como Marcos Ana, ejemplo del reo autodidacta que se forma tras las rejas, leyendo y escribiendo para sentirse vivo. Encarcelado desde 1939 pasó toda su juventud, la mayor parte en el penal de Burgos, hasta su liberación en 1961, gracias a la presión de la recién fundada Amnistía Internacional y poetas como Rafael Alberti y Pablo Neruda. Pese a todos los esfuerzos pasaría a la historia como el preso político de más larga duración de las cárceles franquistas. Al tipo de literatura que practicó se le llamó ‘poesía de trinchera’, pero también se le podría haber denominado de supervivencia digna.