Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Los abusos policiales y la segregación racial también se practican en Dinamarca

SHORTA. EL PESO DE LA LEY
Dinamarca. 2020. 95’. Tít. Orig.: ‘Shorta’. Dir. y guion: Frederik Louis Hviid y Anders Olholm. Prod.: Morten Kaufman y Signe Leick Jensen. Int.: Simon Sears, Jacob Lohmann, Tarek Zayat, Michael Brostrup, Issa Khattab. Fot.: Jacob Moller.

 Hoyer (Simon Sears) es uno de los dos agentes daneses atrapados en medio de unos disturbios urbanos. (NAIZ)
Hoyer (Simon Sears) es uno de los dos agentes daneses atrapados en medio de unos disturbios urbanos. (NAIZ)

De un tiempo a esta parte el cine danés se ha convertido en una excelente plataforma de lanzamiento para los jóvenes cineastas que quieren salir al exterior, y los debutantes Frederik Louis Hviid y Anders Olholm han sabido llamar la atención en la Semana Internacional de la Crítica en la Mostra de Venecia con su ópera prima ‘Shorta’ (2020), que se beneficia del bagaje con el cual cuenta el cine policiaco nórdico, así como de la influencia de Nicolas Winding Refn y su trilogía violenta abierta con ‘Pusher’ (1996).

De otras latitudes van a fijarse, cómo no, en la pieza fundacional del género sobre disturbios urbanos de Mathieu Kassovitz ‘Le haine’ (1995). Y, como seguramente acabarán rodando en inglés, incluyen oportunos guiños al John Carpenter de ‘Asalto a la comisaría del distrito 13’ (1976) y al Walter Hill de ‘The Warriors’ (1979).

Olholm, que tiene experiencia previa en la escritura cinematográfica, se ocupa más de la parte del guion, y Hvidd de la realización, por haber trabajado para la televisión, con lo que hacen un tándem perfecto.

‘Shorta’ (2020) transcurre en la localización ficcional del barrio de Svalegarden (Granja de las Golondrinas), que es el resultado de fusionar varios escenarios reales de los suburbios de Copenhague. Y, en contra de lo que pudiera parecer, los sucesos que narra no se basan en el caso mediático de George Floyd en los Estados Unidos, sino que están tomados de abusos policiales ocurridos en la Nochevieja de 1992 en la propia Dinamarca.

Porque la película presenta un país multicultural donde también se da la segregación racial, y de ahí que hayan tomado para el título la palabra shorta, que en árabe significa policía. Las protestas callejeras parten, precisamente, de la detención de un joven inmigrante musulmán. Dos agentes daneses se verán atrapados en la zona de los altercados sin poder salir de la misma.