Aritz Intxusta
Redactor de actualidad
Entrevista
Jesús CASTILLA
Epidemiólogo del Ispln

«La inmunidad de rebaño con el 70% fue un dogma; nadie lo sabe»

Castilla es el gran experto en gripe del Gobierno de Nafarroa, especialista además en medir la efectividad de las vacunas. A lo largo de toda la epidemia se ha mostrado como una de las voces más rigurosos a la hora de analizar la evolución del virus. 

Castilla, junto a compañeras del Ispln, tras presentar un estudio sobre obesidad y covid. (Gobierno de NAFARROA)
Castilla, junto a compañeras del Ispln, tras presentar un estudio sobre obesidad y covid. (Gobierno de NAFARROA)

El de la derecha en la foto de grupo Jesús Castilla. Esta es la tercera vez que le entrevisto, sin contar las dudas que me ha ido resolviendo por correo o con un telefonazo. Y no tengo mejor foto de él que esta con sus compañeras del Ispln, lo cual, para una entrevista como ésta es un problemón. Les pasa lo mismo al resto de medios. El propio Gobierno navarro sufre por la timidez de su epidemiólogo, pues presenta en la web el panel de expertos en coronavirus con fotos estupendas de todos menos de Castilla. Espero que sirva esta confesión para entender que Castilla no busca notoriedad, sino que hay que buscarle a él y convencerle. Y por algo le perseguimos tanto.

No nos esperábamos esta onda. Había muy pocos casos en junio y el nivel de vacunados había dado un salto importante. 
La vacuna aporta mucho, pero se ha generado una expectactiva exagerada o hemos querido el efecto de forma muy inmediata, que se vea enseguida. La vacunación va pasito a pasito y quedan muchos. La vacuna se ha demostrado muy eficaz para prevenir formas graves, siempre que la vacunación sea completa, pero para cortar la transmisión tiene limitaciones. Ese objetivo va a ser más difícil. Y creo que igual hemos infraestimado la eficacia de las otras medidas. 

¿A qué se refiere?
Durante tiempo el otoño y el invierno aplicamos medidas de forma bastante estricta. Parecía que no era tanto lo que evitaban, pero el potencial preventivo de esas medidas se ha visto ahora que era muy grande. Por eso vemos un retroceso. He hecho estimaciones y venía a ser una protección de entre el 70% y el 90% de la transmisión. El abanico entre 70% y 90% es así de amplio, porque las medidas no fueron estables, sino más estrictas o más laxas según el momento. Ahora queremos reemplazar este 70% o 90% de protección solo con la vacuna. Quizás la vacuna pueda dar esos niveles de protección, pero cuando el 100% esté vacunado. 

¿Cómo lo ha estimado? 
Comparando el impacto que se conseguía en control de la transmisión con el retroceso que ha habido y con lo que sabemos que logra la vacunación. Piensa que ha habido muchas medidas: cierres perimetrales, toques de queda, restricciones en restauración… Y otra cosa que influye es el fin de la vida organizada. 

Supongo que se refiere al verano, las vacaciones y las fiestas.
Con una vida más organizada se controlan mucho mejor los riesgos. Cuando una persona va a una clase, tienes una relación de todos los compañeros del aula. Cuando uno se reúne en un bar, es bastante más difícil. Además, no existe rutina. Los compañeros de aula son los mismos al día siguiente. Las relaciones de verano son más abiertas, se interactúa con personas distintas una y otra vez. Además, la movilidad geográfica se está notando muchísimo en los rastreos. No es lo mismo que sean todos los contactos de Navarra que avisar a cinco comunidades autónomas, como ocurre ahora. En lo de darle oportunidades al virus hemos dado pasos muy rápidos. 

Pero llevamos unos niveles de inmunización importante, un 70% de la población adulta, sin embargo, vimos que esta onda subió más rápido que todas las demás. Sé que tiene características muy particulares, que el camino del virus ha sido muy concreto, pero ¿no era esperable una curva más plana?
La transmisión se inició en los menores de 30 sin vacunar. Eran personas que se reunían siempre con las mismas personas y en un entorno supervisado por profesores, etc. En centros educativos tuvimos brotes, pero eran manejables. Subestimamos lo que contribuían al control de la epidemia esa organización, esos protocolos. Cuando esas mismas personas se han juntado para pasárselo bien y organizan eventos, todo ha sido distinto. Son las mismas personas, pero la forma en que interactúan bailando, cantando, etc. hace que todo cambie. No hablar en clase, no gritar, llevar mascarilla… esas cosas que parecían inocentes tenían mucho efecto.

¿Cuánto de lo que sucede se debe a la variante delta?
La variante india no ha hecho que las vacunas hayan perdido demasiada eficacia para prevenir enfermedad grave: de un 92% a un 87%. No es un número muy grande. Pero, en lo que es a a hora de prevenir la transmisión, quizá sí ha tenido un efecto mayor. Ten en cuenta que lo que afecta a la transmisión tiene un componente multiplicativo. Si tú previenes hoy diez casos, de cien que pudieran producirse, has eliminado en realidad más, porque esos diez casos iban a generar cadenas de contagio. La prevención tiene un aumento multiplicativo a la baja y aumentar la transmisión lo tiene al alza a lo largo del tiempo.  Por tanto, si la cepa reduce un poco la efectividad de la vacuna de cara a la transmisión, puede hacer que un mismo nivel de conducta tenga un 10% más de casos. Y eso te obliga a añadir por otro lado alguna otra medida preventiva. Si no la añades, en lugar de tendencia estable pasas a tendencia ascendente. 

Están muriendo también personas vacunadas.
La probabilidad de enfermar o morir es mayor en no vacunados que en vacuandos. De hecho, es diez veces mayor en un no vacunado. Aun así, tenemos muchas personas mayores que están delicadas, y aunque están bien vacunadas, no son capaces de generar protección o la generan de forma muy pobre y la pierden. Mientras estén protegidos, bien, pero si nos relajamos habrá menos fallecimientos que antes, pero los habrá. 

¿En el momento en que los jóvenes estén vacuandos por completo, cuando el virus pierda ese nicho, entraremos en otra fase?
No es fácil saber. Puede que cueste llegar a un momento en el que dejemos de tener una circulación del virus epidémica. Es un balance complejo, donde la movilidad nos va en contra, dejar las mascarillas nos va en contra… y la vacunación a favor. Los argumentos en contra tienen también mucho peso. Cuesta acertar cuándo coincidirán tantos elementos favorables lograr que el virus deje de circular. Y que deje de haber circulación no quiere decir que no vaya a haber reintroducciones, porque viajamos y demás. Puede que luego se llegue a una situación de cierta estacionalidad, que el virus pase a circular en determinados momentos, que haya rebrotes o que las ondas sean más manejables, más similares a otras que tenemos con otros virus circulantes, como la gripe. Lo que sí hemos hecho es descubrir cosas que ayudan. Sabemos que reducir la movilidad ayuda y usar mascarilla también. Todas estas cosas nos servirán. 

¿Tan lejos estamos todavía?
Aunque se consiga una vacunación completa, no tengo yo tan seguro que tengamos las garantías de que no pueda haber ondas, reentradas o circulación durante un tiempo. La inmunidad de la vacuna se produce en el torrente sanguíneo, no en la faringe. El virus puede generar transmisibilidad entre gente que lo lleva en la faringe y se lo van pasando. Así llegará hasta alguno que no tiene protección, porque no está vacunado, y le produce enfermedad. Esto es lo que ocurre con la gripe, que circula en asintomáticos hasta que llega a alguien desprotegido y le produce el cuadro gripal. En el entorno del enfermo de gripe hay otros que contribuyen a la transmisión, pero que no detectamos, pues son asintomáticos. 

Casi me la ha contestado, pero desde el inicio se habló de una inmunidad de rebaño con un 70% de inmunizados. Eso se calculó en función de la tranmisibilidad del virus de Wuhan, que fue sustituido por una variante británica mucho más transmisible. Y después, la británica ha sido sustituida a su vez por la cepa delta más transmisible todavía. ¿Dónde queda hoy esa predicción?
La duda tiene sentido. Esa predicción se hizo en función de una estimación muy general y podía servir para poner unos objetivos operativos. Fue un dogma, pero nadie lo sabe. Ni siquiera es equivalente estar vacunado y estar inmunizado. Y la inmunidad no es eterna. En los jóvenes dura más, pero en los mayores se pierde. Es una lucha contra los elementos. Eso sí, cuantos más vacunados e inmunizados tengas, estarás mejor.