Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

La pareja unida por el amor a la naturaleza

‘JOSEE, EL TIGRE Y LOS PECES’
Japón. 2020. 99’. Tít. Orig.: ‘Joze to tora to sakanatachi’. Dtor.: Kôtarô Tamura. Guion: Sayaka Kuwamura, sobre un cuento de Seiko Tanabe. Prod.: Studio Bones. Voz V.O.: Kaya Kinohara, Taishi Nakagawa, Yume Miyamoto, Kazuyuki Okitsu, Lynn, Kanji Obana, Matsutera Chiemi.

Cartel con la pareja del cuidador Tsuneo y la paciente Joze. (NAIZ)
Cartel con la pareja del cuidador Tsuneo y la paciente Joze. (NAIZ)

Otra joyita del anime japonés, en esta ocasión producida por el estudio Bones, que nace de la adaptación de un relato corto publicado originalmente por Seiko Tanabe en 1984 y del que existen otras dos versiones en imagen real.

La de Isshin Inudô, con el título homónimo de ‘Josee, the Tiger and the Fish’ (2003), es considerada más realista, sobre todo por su agridulce final. Hay otra más reciente hecha en Corea del Sur, titulada simplemente ‘Josee’ (2020), cuya realización de Kim Jong-kwan está cosechando buenas críticas.

Pero la animación es otra cosa y el trabajo de Kôtarô Tamura, con un guion de Sayaka Kuwamura, adquiere un tono más abiertamente melodramático y de un dulce romanticismo. A la atmósfera sentimental contribuye la emotiva banda sonora compuesta por el californiano Evan Call, joven músico que se mudó a Japón por amor, y allí ha conectado de manera muy especial con el anime local.

Para quienes no conozcan este relato, llevado a la pantalla en tres ocasiones, sepan que sigue de cerca la estrecha relación entre una joven paciente en silla de ruedas y su cuidador. Ella se hace llamar Joze (en la versión original nipona), aunque en realidad su nombre es Kumiko. El seudónimo le viene de un personaje ficticio tomado de su afición por la lectura, pues vive refugiada en un mundo imaginario de libros e ilustraciones. A ello contribuye el sobreproteccionismo de su abuela, que teme que salga a la calle. Hasta que es salvada de sufrir un accidente por Tsuneo, el chico al que contratan para que sea su cuidador.

La paciencia que demuestra Tsuneo salva los escollos iniciales provocados por el mal carácter de la enferma, hasta que le va mostrando un mundo exterior fascinante, con la oportunidad de recorrerlo juntos, gracias al pasión que él siente por la oceanografía y la fauna marina.