NAIZ
Viena

En vísperas de la Cumbre del Clima, la OPEP prevé que la demanda de crudo «se recupere» en 2022

Mientras muchos estados suscriben compromisos sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a medio y largo plazo, las previsiones económicas a corto apuntan a un mayor consumo de combustibles fósiles.

El sol se pone sobre una refinería de petróleo en la ciudad de Nasiriyah, en el sur de Irak. (AFP)
El sol se pone sobre una refinería de petróleo en la ciudad de Nasiriyah, en el sur de Irak. (AFP)

¿Es compatible la lucha contra el cambio climático con el actual ritmo de utilización de los combustibles fósiles? Todos los estudios científicos que se publican en los últimos tiempos indican que no.

De hecho, el pasado mes de agosto, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas lanzó una alerta sobre los riesgos que afrontará la humanidad si se mantiene el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que la temperatura global aumentaría 2,7 grados a finales de siglo, muy lejos del límite del 1,5° del Acuerdo de París.

Un planteamiento sombrío que pesará sobre la próxima Cumbre del Clima, la COP26, que tendrá lugar en la ciudad escocesa de Glasgow durante las dos primeras semanas del próximo mes de noviembre.

Es posible que en esta cita se hable de nuevos compromisos o se insista en que todavía es posible cumplir los objetivos del Acuerdo de París, alcanzado en 2015, pero a día de hoy siguen llegando noticias que van en sentido contrario.

Este lunes, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha augurado que la demanda mundial de crudo debería superar su nivel anterior a la pandemia el próximo año, impulsada por la vacunación y la recuperación económica.

El bombeo de crudo ya está aumentando

«A medida que aumenten las tasas de vacunación, se espera que la pandemia de covid-19 se gestione mejor y que la actividad económica y el transporte vuelvan firmemente a los niveles de antes del covid», afirma el cártel con sede en Viena en su informe mensual.

En concreto, espera que el crecimiento de la demanda en 2022 sea de 4,2 millones de barriles diarios (mbd), 0,9 mbd más que lo estimado hace un mes, para alcanzar una demanda mundial de 100,83 mbd. Y esta cifra superaría los niveles anteriores a la pandemia.

Estas previsiones, que no abordan el impacto de esta recuperación de la actividad económica en el cambio climático, se han hecho públicas cuando el cártel y sus aliados (la alianza denominada OPEP+) comienzan a aumentar el bombeo de crudo, tras haberlo restringido para sostener los precios durante la crisis.

La OPEP+ aprobó en julio pasado su estrategia para reanudar el incremento del suministro a principios de setiembre. Ya en agosto, los países de la OPEP aumentaron ligeramente su bombeo en 151.000 barriles diarios en un mes, hasta alcanzar un total de 26,762 mbd, según fuentes indirectas citadas en el informe difundido este lunes.