Aitor Elizegi deja para más adelante la decisión sobre volver a presentarse al cargo de presidente del Athletic. Está centrado en sacar adelante el nuevo presupuesto y el balance del pasado ejercicio en la Asamblea. Asume errores en la gestión como el «no fichaje» de Llorente o la forma en la que se despidió a Garitano, aunque dice convencido que el club está mejor en el área deportiva que cuando accedió a Ibaigane. También destaca el trabajo de su Junta durante la pandemia y en la modernización del club.

Pese al revuelo que se ha montado por unas declaraciones suyas realizadas en las numerosas entrevistas que ha concedido en los últimos días, deja claro que no quiere polémicas con la Real antes del derbi y destaca que en el conjunto txuri-urdin están haciendo un buen trabajo en los últimos años al igual que en Osasuna. También menciona los casos de Eibar y Alavés, pero insiste en matizar que su modelo es «distinto» al del Athletic por la particular filosofía que sigue el conjunto rojiblanco al jugar con futbolistas nacidos o formados en Euskal Herria.

Al respecto, incide en que es partidario de mantener esa idea y defiende que «funciona» al recordar la Supercopa ganada y las dos finales de Copa perdidas. Durante su mandato no se ha conseguido jugar en Europa, pero cree que el equipo de Marcelino tiene mimbres suficientes para luchar en la parte alta de la clasificación en Liga.

La temporada pasada le echaron para atrás sus propuestas en la primera cita, pero consiguió la aprobación en la extraordinaria celebrada en febrero. ¿Qué percepción tiene de lo que puede ocurrir en esta cita tras la renovación de la Asamblea con 1.200 compromisarios?

Sí, es cierto que es un número importante de compromisarios. Son más de los que había en las anteriores citas y así se ha demostrado en la asistencia a las reuniones previas. Sobre la mesa estará juzgar el trabajo de esta Junta durante la legislatura, pero creo que es más importante mirar hacia adelante en este momento. Este presupuesto nos puede permitir salir reforzados para el futuro. Asimismo, no hay que olvidar que cerramos las cuentas por tercera vez sin salvedades y vinculadas a lo que habíamos presupuestado a pesar de la pandemia. Y hay que resaltar que han recibido el visto bueno de órganos de control de la Liga y el CSD.

¿Desde la Junta han tratado de buscar consensos con grupos de compromisarios, expresidentes o hacer un llamamiento para dar estabilidad al club y evitar un rechazo?

En nuestro día a día, las apariciones en los medios ocupan el 2% de nuestra labor y el resto lo dedicamos al cruce y contraste de propuestas con socios, compromisarios y el entorno del Athletic. Muchos compromisarios llevan años y conocen perfectamente el devenir de las asambleas. Saben lo que significa no aprobar unas cuentas cuando están asentadas en certezas y los vaivenes que supone. Asimismo, los que llevamos tiempo en la vida socio-política del Athletic también conocemos lo que significan los periodos pre electorales.

¿Cree que la próxima cita electoral puede influir en el resultado de la Asamblea?

Lo que necesitamos es juzgar unas cuentas y un ejercicio cerrado de manera ejemplar en la pandemia. Después hay un presupuesto que se realiza en un escenario de pocas certezas. Ahora con el 100% de aforo en San Mamés, esperamos poder gobernar así hasta junio. Eso nos acercará a cumplir los presupuestos presentados al cierre contable, como lo hemos hecho las otras veces.

«Hemos respetado la filosofía y, cada vez que ha surgido un activo, hemos decidido que se quede en el equipo»

¿En qué situación llega la Junta tras tres dimisiones en el último año y la incorporación de un nuevo directivo? Las declaraciones del contador Jon Ander de las Fuentes tampoco han ayudado a dar una imagen de acuerdo...

La Junta y el presidente, en lo físico, llegamos agotados. De 800 días de gobierno, 600 han sido en pandemia. Al mismo tiempo, estoy responsabilizado, firme y convencido al igual que mi equipo, respetando a los directivos que han seguido en esta nave. Uno de ellos es Jon Ander de las Fuentes, alguien imprescindible. Desde que estamos en Ibaigane contrasto con él las ideas que puede tener a medio plazo. Tiene una visión y la capacidad que necesita este club ahora y en el futuro de lo que significan áreas clave como innovación, negocio, marketing, comunicación digital... De ahí ha surgido la estabilidad en Lezama, una Fundación ejemplar y una gestión, fuera del debate interesado entre nosotros, que es admirada por muchos compañeros de competición.

Pero hablar de vender jugadores y una cantera global antes de pasar el examen de los compromisarios siendo directivo, no parece la mejor carta de presentación para conseguir apoyo.

El Athletic lleva debatiendo sobre su filosofía o el déficit estructural los últimos 20 años. Nosotros hemos respetado la filosofía en los más de 180 jugadores que se han incorporado a Lezama. Asimismo, hemos gestionado también unos recursos limitados y cada vez que ha surgido un activo, así considerado por entrenadores y dirección deportiva, hemos decidido que se quede en el equipo. Claro que podíamos haber motivado salidas que nos permitieran estructurar parte de estas pérdidas o números rojos. Sin embargo, hemos optado por equilibrar nuestro balance deportivo para que el entrenador del Athletic tenga capacidad de hacer una alineación competitiva.

Nuestra obligación era dejar el club un poco mejor de lo que nos encontramos. Si se mira con perspectiva y objetividad, puedo asegurar que en junio de 2022 muchas de estas áreas -Fundación, negocio, comunicación y sobre todo, la deportiva- quedan en buena situación para el que siga gobernando este club.

Otro de los puntos que ha generado controversia en la previa de la Asamblea es la ayuda solicitada por el coronavirus, ¿no cree que la fórmula utilizada con tanta explicación se les ha vuelto en contra ya que en el fondo lo que se hace más o menos es que el club se quede con la cuota abonada en 2020?

No es fácil explicar una situación de pandemia sin poder ir a San Mamés. Lo que motiva esta fórmula es que el estadio estaba cerrado y los socios han vuelto de una manera gradual. Desde 2014 vamos todos con el mismo coste de abono y ahora hay socios que han podido ir a distintos números de partidos. Es una situación atípica en la que el club no tiene donde basarse. Se trata de manera diferente a un socio que otro por que han acudido de manera diferente al estadio. El club intenta tomar una decisión ajustada para regular los partidos que se ha podido acudir. Es el camino más razonable que hemos encontrado.

¿No se pueden quedar con la cuota abonada?

Eso suponía que las cuotas más bajas, que probablemente coinciden con las que menor poder adquisitivo tienen, quedarían gravadas. También nos dimos cuenta al hacer la ecuación que a los socios que habían ido a todos los partidos también les gravaba. Ante esa circunstancia, tratamos de corregir esta ecuación que no supone más que el 7% del esfuerzo que estamos pidiendo. El 70% de los socios vamos a hacer una aportación extraordinaria de 120 euros para la próxima temporada. En ningún caso supone ni un euro más de lo que estamos abonando desde 2014. No es fácil de explicar, porque hay 44.000 socios, pero lo vamos a intentar.

La recaudación por esa ayuda supondría unos 5 millones, pero las pérdidas cuantificadas por el coronavirus son de más de 50 millones.

En realidad ascenderían a casi 70 millones, pero se ha disminuido con la rebaja salarial pactada con la plantilla en dos ocasiones y que suponen unos 12 millones. Hemos dejado de ingresar 51 millones por el coronavirus y las pérdidas están auditadas en distintos organismos. La no asistencia de público a San Mamés ha supuesto perder unos 28 millones en las cuotas y 17 millones en taquilla. Asimismo, han bajado los ingresos por la televisión en unos 3 millones con el pacto de Viana que obliga a dar una parte al deporte no profesionalizado y una cifra similar en tiendas y museo.

Aún así, el Athletic ha rechazado el acuerdo con el fondo de inversiones CVC y dispone de 112 millones de fondos propios, 54 millones en provisiones y 33 millones en tesorería, ¿diría que es un club saneado y solvente?

Nuestra obligación es nivelar el balance deportivo con el económico. El próximo presupuesto es la herramienta para ello con una plantilla en la que los contratos ya se han vinculado a su rendimiento bruto. Las renovaciones se afrontan desde una variabilidad en el rendimiento individual y, por supuesto colectivo, que es el que nos mueve a todos. Asimismo, pivotamos sobre unos patrocinios que son mayores que lo que nos encontramos con un área de negocio y desarrollo digital que nos permite mejorar las cifras y nuestra capacidad de retail. Somos 500 socios más que cuando empezó la pandemia y creo que el equipo es deportivamente más competitivo con el debut de 11 jugadores jóvenes y el trabajo de Marcelino. Este club es deportivamente más fuerte y capaz que el que encontramos cuando llegamos.

Evidentemente, hay que seguir trabajando venga quien venga a Ibaigane. El trabajo a medio plazo y a corto va a tener que seguir siendo ingente porque también lo están haciendo nuestros rivales, que se están profesionalizando apoyados por las inversiones que realiza la Liga a través de la inyección de dinero de fondos como CVC. Para defender este modelo, el Athletic no va a poder descansar en los próximos años.

«Si queremos seguir en la parte alta de esta Liga, nuestra obligación es buscar recursos porque los rivales no paran de crecer»

¿Buscar aumentar ingresos con el patrocinio de San Mamés o Lezama es el camino?

En 2007 unos chavales que se llamaban Athletic Eup! llevaban en el programa electoral el nombre de San Mamés. Nosotros no lo barajamos ni hemos hecho nada en ese sentido. En cuanto a fuentes de ingresos, esta Junta Directiva tiene que respetar el futuro del club y deberá decidirse tras un debate, como se hizo en su día con la camiseta. Eso sí, no nos podemos esconder. Si queremos seguir en la parte alta de esta Liga o contrastar nuestro proyecto en Europa, nuestra obligación es buscar recursos. Equipos como Villarreal, Atlético, Betis, Valencia o la Real no paran de crecer y reforzarse al igual que pasa en otras ligas europeas con conjuntos que tienen un coste superior en plantillas si se compara con la del Athletic.

¿Y qué futuro le depara al Athletic en ese contexto?

No podemos abstraernos de lo que ocurre en el Newcastle o en el Barcelona. Nos preocupa la deriva del PSG, la inversión del City o la evolución de las plantillas de los rivales directos en Liga. Es un modelo que depende del mercado, a veces funciona y a veces fracasa estrepitosamente. El modelo del Athletic sigue siendo exitoso y se refuerza al consolidar sus valores. Le ha llevado a explorar Europa y jugar tres finales en este último año. Es una de las canteras que a nivel de internacionales mayor reflejo tiene. Este modelo único, no solo en lo filosófico, sino en su planteamiento social y económico, está funcionando y si sabemos gobernarlo nos hace fuertes.

La cantidad más importante de los ingresos procede de la televisión. Para la próxima temporada se ha previsto un descenso y se debe negociar dentro de poco un nuevo acuerdo. ¿Al Athletic no le interesaría hacerlo por separado?

La herramienta de los derechos de televisión está regulada por ley, para lo bueno y para lo malo. Con la oposición del Athletic se centralizó la negociación de los derechos. Eso significa que es la Liga la que tiene la encomienda de negociar los derechos tanto a nivel local como internacional y no podemos influir porque funciona con mayorías cualificadas. Además, muy pocos clubs admiran el modelo del Athletic, a algunos les interesa poco y a otros les parece caduco. En nuestras manos está demostrar que nuestro modelo tiene futuro. Porque podemos cambiar la explotación y desarrollo de nuestros negocios, actualizar la cuota de los socios, la capacidad de desarrollar el estadio, crear marca, que nuestra cantera sea más rentable que la del rival o negociar contratos brutos y netos por objetivos.

En cuanto a los gastos presupuestados, aumenta el coste de la plantilla y se achaca al régimen fiscal. ¿Se podría explicar qué es lo que ha cambiado y si los rivales tienen uno diferente?

Con pequeñas diferencias, el régimen fiscal es similar en todo el estado. En los últimos cuatro años la evolución de la presión fiscal en nuestra plantilla deportiva está suponiendo del orden de 12-14 millones por temporada. En esta legislatura con la introducción en la negociación de salarios en bruto y por objetivos la línea de ingresos netos evoluciona con un descenso de un 10%. Es la primera vez que ocurre en la última década. Los jugadores cobran un 10% menos en neto que lo que encontramos en la 18-19.

Nosotros defendemos que una parte importante del trabajo del día a día en este club debería tener una visión fiscal diferente por la labor social que realiza la Fundación y el trabajo en la formación que no rentabilizamos.

¿Y qué receptividad han encontrado en la Diputación?, ¿se puede acordar un trato diferente tras la sentencia de la Unión Europea?

Lo que estamos diciendo lo hemos defendido siempre en Bizkaia, en Euskadi, ante la UEFA y en Bruselas. No vamos a parar de contar que es un modelo diferente, que necesitaría un marco que pudiera proteger el área formativa y la implantación social del club en el territorio. Si alguien entiende que este modelo no hay que protegerlo, tendremos que competir con las armas del resto de rivales, que corrigen sus balances y presupuestos en verano e invierno saliendo al mercado.

«El esfuerzo que se hace en la plantilla nos permite exigir estar en la parte alta de la tabla en Liga»

Uno de los temas que siempre resurge en el debate es el coste económico de la filosofía al poder acceder a un número menor de jugadores. ¿Considera que el gasto en la plantilla es acorde con el rendimiento deportivo?

El esfuerzo que hace el Athletic en su plantilla deportiva nos lleva y nos permite exigir en el 2021 estar en la parte de arriba de la tabla. Necesitamos contrastar nuestro modelo y estar orgullosos de saber que funciona en la Liga y a poder ser en Europa, porque nos apasiona poder mostrar este modelo al mundo. Conseguir clasificaciones medias en la tabla nos garantiza un ingreso de televisión muy importante, los picos por debajo de mitad de la tabla tienen un coste importante en el reparto de los derechos de televisión que se pactan en la Liga y en Madrid. Un buen papel en Copa puede compensar la temporada, pero no computa en el cálculo medio de las últimas cinco temporadas del reparto de televisión. Por ello, necesitamos que esta plantilla ocupe la parte media alta de la tabla a corto y medio plazo. Eso nos puede garantizar un reparto de derechos de televisión que, reforzado con esa fortaleza social y patrocinios, nos puede dar un presupuesto competitivo.

Iñaki Williams es el jugador franquicia del club al que esta Junta renovó hasta 2028, ¿entiende las criticas que recibe?

Queremos convencer al talento que surge en Lezama para que haga su carrera en el Athletic. Lo más rentable que le ocurre a este club, aunque no me gusta utilizar el término, es que un jugador formado en Lezama juegue 300 ó 500 partidos en el Athletic. No hay mayor rentabilidad, no solo a nivel deportivo sino por lo que supone a nivel social para este modelo. Un jugador que se consolida y hace su carrera deportiva en el Athletic, refuerza el modelo y lo hace grande.

Si el sueño de un niño o un chaval que supera muchísimas dificultades como Iñaki, se hace realidad y debuta en el Athletic. Y durante cinco temporadas juega seguido más de 200 partidos, se hace capitán y representa a sus compañeros en las negociaciones de apoyo de la plantilla al club. Además, todo el entorno profesional, deportivo y social de Iñaki hablamos de compromiso, trabajo y de buena gente. Creo que no es bueno para nuestro modelo poner en duda el valor y el trayecto de estos jugadores porque son precisamente nuestros pilares. Es la forma de conseguir crear una plantilla de jugadores contrastados, y lo más importante, de jugadores que eligen al Athletic. Son los que han podido jugar en otros equipos y eligen quedarse. Creo que hay que exigir, ser críticos y constructivos, pero también hay que reconocer y aplaudir.

Ha mencionado que baraja la posibilidad de dejar atada la renovación de Marcelino antes de las elecciones, ¿también planteará un consenso para mantener en la dirección deportiva a Alkorta y Ayarza?

Hay que recordar cómo se escogió a Caparrós hace años tras un consenso entre candidaturas y nosotros no discutimos la figura de Garitano en la pugna electoral de 2018. Para mí, el modelo de encuentro entre profesionales como Marcelino García Toral, Rafa Alkorta, Andoni Ayarza y Joseba Agirre ha sido un ejemplo en el día a día de Lezama en estos 34 meses. Incluyo la etapa de Garitano y hablo de colaboración, de trabajo y de compromiso. Ese modelo actualmente esta dando resultados contrastados y, si los sigue dando, recomendaría al club y a cualquier candidatura que intentará no romper esa línea de trabajo.

 

«El club necesita reordenar el estadio para recuperar sensaciones de la vieja Catedral»

Su intención es abordar una reforma de estatutos antes de acabar la legislatura, ¿se va a abolir la necesidad de presentar avales para formar parte de la Junta?

La propuesta o el borrador del texto de la reforma estatutaria se va a presentar después de la Asamblea. Según nos han dicho, el anteproyecto sobre la nueva Ley del Deporte va a dejar de regular las responsabilidades objetivas de las directivas y se va a dejar en manos de cada club cómo hacerlo. El Real Madrid ya lo ha hecho y Osasuna también. Yo a nivel personal y, una parte importante de la comisión, pensamos que hay que seguir regulando responsabilidades que avalen la gestión de las directivas. Eso sí, cómo o cuánto, se tiene que decidir en el foro de debate que es la Asamblea de compromisarios.

¿En qué situación se encuentra el proyecto de la grada de animación tras el rechazo recibido en la Asamblea?

Queríamos poner el tema en la agenda y como necesidad a medio y largo plazo. El club necesita reordenar el estadio para que recupere y tenga las sensaciones de la vieja Catedral. El proyecto es viable y estamos creando el equilibrio en los espacios en tribuna norte baja. Disponemos de las localidades suficientes para reordenarlas en una grada. Es obvio que uno de nuestros déficit es encontrar el acuerdo entre la plataforma de socios que se siente afectados por el movimiento y los socios y abonados que quieren compartir de pie esta grada. Todavía no hemos conseguido el acuerdo, pero vamos a trabajar con reuniones para que llegue.

Según dijo, la idea es hacer una Asamblea.

No estoy matizando, es lo que digo en privado. Si llega a través del encuentro en las mesas creadas no sería necesario, si hay que replantear el proyecto y necesitamos de nuevo un modelo muy diferente al que estamos trabajando, necesitaríamos hacer una Asamblea extraordinaria porque no nos ha dado tiempo a trabajar ese consenso para este sábado.

Está claro que interés existe viendo como se han vendido los abonos para jóvenes y el aumento en socios.

Para mí es una oportunidad que tenemos en la mano. Las localidades del estadio nos permiten encontrar un espacio de confort para 44.000 socios y disponemos de otras 6.000 para reordenarlas en fondos y en abonos, en promoción de trabajo con las peñas o colaboración con la Fundación. Si vía pacto las reordenamos y reagrupamos, podremos crear políticas de abono, de apoyo a peñas, espacios para familas y gente joven. Un grupo importante de esas localidades opina que deberían estar reagrupadas tras la portería del fondo norte para trabajar en la dirección de hacer una Herri Harmaila. Pensamos que es bueno para todos, pero tenemos que trabajar para que lo piense la mayoria.

Por último, ¿es cierto que se ha vetado a un joven renovar el abono por impulsar la protesta aquella con los mariachis?

No compartimos que en Ibaigane, Lezama, San Mamés o a la salida de los jugadores camino de un terreno de juego rival se les rodee y asocie con esas prácticas. Consideramos que daña la imagen de la entidad. Había que poner en manos de los servicios jurídicos del club lo provocado por un aficionado. Están trabajando en ese expediente al ser una situación que nos parece irregular y no podemos aplaudir esas actitudes.