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Cuba inicia tres meses de consulta popular sobre el Código de Familias

La propuesta del Gobierno cubano del Código de Familias, que reconoce el matrimonio homosexual y contempla la violencia de género, ha comenzado este martes un proceso de debate público de tres meses.

Marcha contra el bloqueo en Santa Clara, el pasado domingo.
Marcha contra el bloqueo en Santa Clara, el pasado domingo. (Yamil LAGE | AFP)

Como ya se hizo con la Constitución, Cuba ha comenzado este martes el proceso de consulta popular del Código de Familias, que recoge la propuesta de reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo, entre otros puntos.

El vasto paquete legislativo conocido como Código de las Familias, regula también sobre la violencia de género, la prohibición del matrimonio infantil, la responsabilidad parental y la «gestación solidaria» para actualizar el texto vigente de 1975.

El Gobierno cubano, que busca el respaldo del pueblo a sus 471 artículos, lo ha calificado como el texto legislativo que refleja la diversidad de la sociedad y la ampara en términos de igualdad y libertad.

«Es un código que tiene en cuenta los derechos que deben tener todo tipo de familias que hay en el país. Por lo tanto es un código inclusivo, es un código moderno, es un código humanista», ha señalado el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.



El ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez, ha afirmado en Twitter que se trata de una «normativa moderna y coherente con la Cuba actual» que «aspira a delinear un horizonte más inclusivo, justo y digno para nuestras familias».

Críticas

Las posturas contrarias de varios colectivos contribuyeron a que su elaboración se separara de la redacción de la actual Constitución (aprobada en 2019) y se ha dilatado a lo largo cuatro años en los que se han utilizado un total de 24 borradores.

Las críticas proceden de activistas LGBTIQ+ contrarios al Gobierno, que lo ven tímido, tardío y un intento de blanquear un pasado homófobo, y de la Iglesia católica, que rechaza el matrimonio homosexual y la adopción por parte de parejas del mismo sexo.

Grupos feministas han lamentado asimismo que, aunque el código contempla la violencia contra las mujeres, siga sin atenderse su reclamo de una ley específica y la tipificación del feminicidio como delito. El Estado señala que existen instrumentos jurídicos que reconocen este tipo de maltrato.

Además, grupos de opositores cuestionan incluso debatir su contenido y participar en la consulta por provenir del Gobierno.

78.000 puntos de reunión, 900.000 profesionales, debate y referéndum

El Gobierno y las principales instituciones del país se han volcado en el proceso y animado a la población a participar en la consulta y respaldar el texto. El Ministerio de Justicia y varios medios oficiales ofrecen versiones digitales del código, que puede adquirirse también en una edición impresa.

«Los invito a participar conscientemente en este ejercicio de democracia para enriquecer el proyecto con el aporte de todos», alentó Díaz-Canel.

La consulta está organizada como una serie de reuniones y debates comunitarios por todo el país, e incluso en encuentros para 1,3 millones de cubanos residentes en el exterior.

El portal web oficial Cubadebate habla de 78.000 puntos de reunión. El primero tendrá lugar esta noche en el consejo popular número 18 de la ciudad oriental de Las Tunas, según el diario oficial ‘Granma’.

Según las autoridades, 900.000 personas, entre juristas, estudiantes de Derecho y otros especialistas guiarán el debate y procesarán luego la información, que será entregada a modo de conclusiones en mayo a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento).

Tras los tres meses de consulta popular, la Asamblea Nacional analizará las conclusiones y, para julio, aprobará el nuevo proyecto incluyendo aportaciones de la consulta.

Después, en una fecha aún por determinar durante la segunda mitad del año, la versión definitiva del Código de las Familias debería ser sometido a referendo.