Ion Salgado
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Tumban la propuesta del PP para desproteger al lobo bajo el pretexto de defender la ganadería

El Congreso español ha rechazado debatir la proposición de ley en la que el PP abogaba por modificar el LESPRE para permitir la caza del lobo en en el norte de la Península. Habla de un aumento «descontrolado» de los ejemplares, algo que no acreditan los datos oficiales.

Imagen de un lobo en la Sierra de la Culebra, en Zamora.
Imagen de un lobo en la Sierra de la Culebra, en Zamora. (Chisco LEMA | EP)

El Congreso español ha debatido la toma en consideración de una proposición de ley presentada por el PP para sacar al lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), donde fue incluido el pasado mes de setiembre.

El pleno de la Cámara ha rechazado debatir la propuesta con los votos de PSOE, Unidas Podemos, Junts y NC, la abstención de Ciudadanos, PNV, EH Bildu, PdCat y CC y los votos a favor de PP, Vox, PRC y Foro de Asturias.

La iniciativa ha sido defendida ante el pleno por Milagros Ortega, que ha incidido en que «incluir al lobo en el LESPRE, es decir, dejar que crezca de forma descontrolada, le falten alimentos, provoque miedo e incluso furtivismo, no es proteger al lobo, es acabar con la ganadería».

La defensa de la ganadería extensiva ha sido el argumento empleado por las formaciones de derecha y extrema derecha, que han presentado al lobo como un animal peligroso, que recorre «en manadas las calles de los pueblos».

«Yo salgo a correr entre las viñas y me encontré hace dos semanas una manada con diez lobos corriendo al lado», ha apuntado la diputada conservadora, que ha advertido de que una familia gallega encontró un lobo junto a la cuna de su hijo el pasado mes de agosto, un hecho que no figura en la hemeroteca.

La posición del PP ha sido rebatida por Juantxo López de Uralde, de Unidas Podemos, que ha pedido el voto en contra de la propuesta del PP «desde el rigor, desde la ciencia y desde la pasión por el mundo rural y el medio ambiente».

Y lo ha hecho tras denunciar que «estamos ante una proposición engañosa», recordando la población de lobo ibérico no está en aumento. En los años 80 se estimó la existencia de 300 grupos familiares, hablándose entonces de entre 1.500 y 2.000 ejemplares, datos que van en línea con el censo elaborado entre 2012-2014.

En el mismo sentido se ha pronunciado Omar Anguita, del PSOE, que ha incidido en que los estudios realizados «dejan claro que el lobo no se está expandiendo». «Y ustedes tienen acceso a estos datos, pero deliberadamente los obvian para mantener sus argumentarios», ha apuntado con la vista puesta en la bancada del PP.

Mención aparte merece la postura del PNV, que ha cargado contra la inclusión del lobo en el LESPRE al tiempo que ha mostrado su rechazado a la proposición del ley del PP. «Las afectadas son las comunidades autónomas y ellas deben ser las que decidan, por eso no aceptamos una ley de carácter básico», ha destacado.

En cuanto a la protección del lobo, ha remarcado que es «incompatible» con el desarrollo de la ganadería extensiva, citando como ejemplo los rebaños de oveja latxa en Euskal Herria. Y ha señalado que las ayudas públicas son «un parche».

«El problema está ahí, y tanto unos como otros sabemos que la problemática persiste, y hay miedo y tensión en el sector», ha añadido, y ha abogado por una solución en la que participen los diferentes agentes implicados: «No hace falta cerrazón».

Dos posturas enfrentadas

Lo cierto es que la inclusión del lobo ha suscitado la respuesta de las organizaciones del primer sector en Hego Euskal Herria. EHNE, por ejemplo, denunció en setiembre que la protección del lobo supone «otro escollo» para la «supervivencia» de la ganadería.

Alertó de que la prohibición de cazar a los cánidos, presentes en zonas del noroeste de Araba, supondrá un »considerable aumento incontrolado del número de ejemplares, que derivará en un incremento de la cifra de ataques y una nueva amenaza contra la necesaria supervivencia de la ganadería extensiva en nuestras zonas rurales».

Una opinión compartida por la UAGA, que el pasado mes de enero hizo hincapié en «la situación de indefensión en la que se encuentra el sector ganadero». El pasado curso se dieron 13 ataques en los que murieron 22 reses.

«Decimos que queremos convivir con el lobo, pero no hacemos nada, y los que siguen perdiendo día a día son los ganaderos. El día que veamos un lobo en la calle Dato... entonces se hará algo», incidió el presidente de la UAGA, Javier Torre.

En el lado contrario se sitúan las asociaciones ecologistas y conservacionistas, que advierten de que «esta especie ha sido perseguido a sangre y fuego y, por ello, fue prácticamente extinguida hace unas décadas de nuestro país».

«Gracias a la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, este animal ha dejado de ser considerada una especie cinegética y queda prohibida su caza deportiva. Este icono de la vida salvaje ya no será un trofeo de caza», señala WWF.

«Debemos ser conscientes de que el lobo, en contra de lo que se cree, nos da mucho. Es una joya de la fauna ibérica, mantiene los ecosistemas sanos y en equilibrio, es un sanitario de la naturaleza y un auténtico imán para el turismo rural. Y tiene un valor socio-cultural incalculable», añade.