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Spahija deja de ser entrenador de Baskonia con un «aprobado justito» en su segunda etapa

Como se venía presagiando, Neven Spahija ha dejado de ser entrenador de Baskonia este jueves, tras el fin de una temporada en que ha logrado sostener a un equipo que cogió muy tocado pero no alcanzar grandes cotas.

Expresivo gesto de Spahija en uno de los partidos de esta difícil campaña.
Expresivo gesto de Spahija en uno de los partidos de esta difícil campaña. (Endika PORTILLO / FOKU)

Bitci Baskonia ha anunciado este jueves que Neven Spahija deja de ser entrenador del equipo azulgrana y pone fin a su segunda etapa en el banquillo gasteiztarra. Una campaña marcada por la mediocridad, si bien Spahija ha logrado cierta remontada final llegando a semifinales de ACB.

«Se pierde una media temporada contruyéndose el equipo», ha dicho a Radio Vitoria el exentrenador de Saski Baskonia Manu Moreno, que ha decidido ofrecer una valoración de «aprobado justito» a lo ofrecido por la entidad baskonista en esta campaña 2021/22.

«A partir del último tercio, el equipo empieza a jugar bastante bien, pero el comienzo fue muy malo. Llegaba una gran incorporación de jugadores que, evidentemente, necesitan un tiempo para coordinarse y poder jugar juntos, pero también se necesita ganar desde el primer momento y no lo consigue. Llegan muchas derrotas y después de todos los cambios, se completa una temporada rara e irregular. No ha sido para nada brillante pero tampoco la considero un desastre, por lo que podríamos dejarlo en regular, aprobado justo», ha resumido Moreno.

El croata llegó a mediados del mes de noviembre a la disciplina baskonista tras la destitución de Dusko Ivanovic y ha dirigido un total de 53 partidos oficiales con 27 victorias, alcanzando las semifinales de la Liga ACB, pero sin poder entrar en los play-offs de Euroliga ni en la Copa.

La mayor aportación de Neven Spahija ha sido, sin duda, poder hacer de Wade Baldwin el jugador que deseaba el Baskonia que fuera cuando llegó. Relegado a jugar de escolta a las órdenes de Dusko Ivanovic, la tirantez entre el base de Nueva Jersey y el técnico montenegrino supuso una reducción clara de los minutos de juego del estadounidense, al punto de que en la última victoria del Baskonia a las órdenes de Ivanovic, la cosechada el 7 de noviembre ante Unicaja, Baldwin jugó solo 20 segundos en toda la segunda mitad, tiempo del que disfrutó solo porque Jayson Granger había sido eliminado con cinco personales.

Una vez a las órdenes del técnico croata, Baldwin ha regresado al puesto de base y al puesto de mandos. Él mismo se ha ido sintiendo más cómodo asumiendo ese rol, y por ejemplo, en el partido del pasado martes ante el Real madrid, lideraba la anotación gasteiztarra con 26 puntos, siendo junto a Simone Fontecchio el jugador que más tiró del carro del conjunto gasteiztarra.

De hecho, en la despedida de Spahija, la madre de Wade Baldwin, siempre activa en las redes sociales, ha tenido palabras de agradecimiento «por el tiempo empleado y el trabajo desempeñado por el equipo».

Ilusiones y recortes

Dentro de las rarezas del campeonato, cabe subrayar que Saski Baskonia ha podido estirar su tiempo competitivo en Europa luego de la invasión rusa de Ucrania, ya que ello supuso la expulsión del CSKA de Moscú, Unics Kazan y Zenit de San Petersburgo, equipos que ocupaban puestos de play-offs cuando la Euroliga decidió apartarlos de la competición.

Gracias a esa circunstancia, Saski Baskonia ha vivido un inicio de primavera medianamente esperanzador, con triunfos importantes sobre Alba Berlín, Olympiacos, Anadolu Efes y Fenerbahçe, muy distinto de lo que hubiera sido languidecer en la zona baja de la Euroliga de haber contado los partidos ante los conjuntos rusos, partidos que el Baskonia contaba por derrotas. Perder en la cancha del Mónaco dejó sin opciones a los de Spahija, que a partir de aquel momento fue recortando la rotación a nueve integrantes útiles, olvidándose por completo de los canteranos Kurucs, Raieste y sobre todo Tadas Sedekerskis, convertido este en una suerte de ariete contra el prpio técnico de un cierto sector de la grada, incrédulo de ver cómo un jugador que había llegado a ser MVP de una jornada en la Liga ACB y parte esencial de la rotación con Ivanovic, perdía por completo su sitio en la pista.

Definitivamente, Spahija apostó por Alec Peters, ausente del primer tercio de la temporada por una lesión en la rodilla. Sorprendió más el fichaje del neozelandés Yannick Wetzell, que visto lo visto tampoco ha marcado ninguna diferencia, pero que ha sido empleado como cuarto pívot por Spahija en detrimento de Sedekerskis.

Tampoco han gustado en exceso ciertas declaraciones del preparador de Sibenik. Mucho más abierto a explayarse ante la prensa que un Ivanovic siempre lacónico y cortante en los días malos, Spahija se ha extendido siempre, pero al precio de hablar de «presión añadida» de su plantilla por jugar en casa, al punto de afirmar que sus jugadores «preferían» jugar fuera, o la reiteración del «cansancio» como escudo ante un Real Madrid lleno de bajas en las semifinales de la ACB. Cierto que el desempate de cuartos de final ante Valencia Basket supuso descansr tres días menos que la escuadra merengue, pero las lesiones del Real Madrid, por no hablar del grave problema de salud que padeció Pablo laso en mitad de la serie, compensaban al menos en cierta medida la «ventaja» del Real Madrid en el sentido físico.

Asimismo, no siempre han sentado bien ciertas explicaciones de tono paternal del croata, cuando a las preguntas de los motivos de algunas de sus decisiones, ha ido respondiendo reiteradamente con las coletilla de «soy un técnico de mucha esperiencia». En su descargo, hay que hacer constar que al no dominar del todo el castellano, eso le ha hecho echar mano de ciertos latiguillos con excesiva frecuencia. Cierto es, por otro lado, que ya quisiera la órbita baskonista, prensa incluida, hablar inglés –o euskera– al nivel del que maneja el castellano Neven Spahija.

Una vez notificado A través de una nota de prensa del club, Spahija ha mostrado su agradecimiento al Baskonia por darle de nuevo «la oportunidad de volver a entrenar en Euroliga y Liga ACB», después de su periplo por Gasteiz en 2008 y por Valencia un par de años después.

«Ha sido un orgullo poder volver a dirigir a este club y siempre le estaré muy agradecido. Ahora que nos separamos quiero desear los mayores éxitos futuros a toda la familia baskonista», ha manifestado.

Por su parte, el club ha destacado la «actitud positiva, el trabajo y la profesionalidad desde el día de su llegada» y le desea «mucha suerte y los mayores éxitos en el futuro personal y profesional».