Odón Elorza no ha puesto «paliativos» este lunes a su derrota ante Marisol Garmendia en las primarias del PSE para la Alcaldía donostiarra, si bien ha lamentado «algunas actuaciones» durante la campaña que, a su juicio, han estado «muy al margen de la neutralidad» por parte de «algunas personas u órganos directivos» de su formación en Donostia.

Elorza ha hecho esta denuncia en una rueda de prensa que ha improvisado este lunes en el exterior de la sede central del PSE en Donostia, después de conocer que el acto en el que estaba previsto que él mismo compareciera junto a Garmendia, el día siguiente a la celebración de las primarias, había sido suspendido por problemas de salud de su oponente.

Los periodistas se encontraban ya en el interior de la sede cuando se ha dado a conocer que finalmente Elorza comparecería en plena calle, en vez de en el interior del inmueble donde, según ha explicado el mismo Elorza con posterioridad le parecía «incorrecto» presentarse en solitario aprovechando la «ausencia» de Garmendia, a la que, por otra parte, ha deseado «una pronta recuperación de todo corazón» y a cuya disposición se ha puesto «para lo que ella quiera en los próximos meses».

«Hemos hecho unas primarias buenas, que han merecido la pena sin ningún género de dudas"» ha dicho el exalcalde y actual parlamentario en el Congreso, quien ha explicado que tras este evento «el partido se mantiene unido y se mantendrá», si bien ha dicho no «poder esconder» que «se han producido algunas actuaciones» que han estado «muy al margen de la neutralidad» por parte «de algunas personas u órganos directivos del partido en San Sebastián». No ha dado más detalles.

«Profundamente preocupado por la ciudad»

Sobre si estaba arrepentido de haber concurrido a estas primarias, el que fue alcalde de Donostia durante dos décadas ha dicho que «hay batallas en política que aunque parezcan suicidas no puedes dejar de darlas, por tu propia dignidad y para ser coherente con tus convicciones».

En este sentido se ha confesado «profundamente preocupado por lo que está pasando» en la ciudad y por «cuestiones que aparentemente la ciudadanía quizá no vea» pero que «están ahí más ocultas», porque su intención era «aflorarlas, sacarlas a la luz, y mover la cazuela donostiarra, que se está pegando».

«Me preocupa la desatención que sufre esta ciudad con este señor alcalde [Eneko Goia del PNV], que por cierto hoy habrá dormido muy bien y a pierna suelta», ha indicado Elorza.

En las entrevistas y el debate previo, Elorza subrayó su disconformidad con la gestión municipal en cuestiones como la vivienda o el tráfico, y dejó la puerta abierta además a todo tipo de pactos. Por contra, Garmendia ha encarnado lógicamente el continuismo de los pactos con el PNV, desde su condición de segunda teniente de alcalde del Gabinete Goia.