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El fin del Polo abrirá dos años de incertidumbre en VW Navarra hasta el eléctrico

La confirmación oficial de que el Polo dejará de fabricarse en la planta de Volskwagen de Landaben en 2024 crea un periodo de incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir hasta 2026, cuando está comprometida la producción del modelo eléctrico.

El Polo ha marcado los últimos 40 años de la factoría de Landaben. En la foto, la presentación de un nuevo modelo en 2017.
El Polo ha marcado los últimos 40 años de la factoría de Landaben. En la foto, la presentación de un nuevo modelo en 2017. (Iñigo Uriz | Foku)

El cese de producción en un año del modelo Polo en la planta navarra de Volkswagen abrirá dos años de incertidumbre hasta el inicio de la fabricación en 2026 del primer coche eléctrico, al provocar una ventana de menor fabricación que la plantilla encara con «preocupación».

Lo ha reconocido este martes en declaraciones a Efe Carlos Zalduendo, representante del Comité de Empresa de la planta por CCOO, tras comunicarles la dirección de VW lo que ya se sabía desde hace meses de manera extraoficial, como es que tras 40 años el modelo Polo dejará de producirse en Nafarroa en 2024.

«Lo asumimos con cierta nostalgia, sobre todo la plantilla que lleva muchos años en la fábrica. Ha sido una planta que hasta 2019 ha vivido siempre del Polo y todos tenemos la visión de que nos ha dado de comer», ha reconocido tras recordar que la producción del mítico modelo convive en los últimos años con la de los modelos T-Cross y Taigo, a los que en 2026 se sumará el primer eléctrico.

De este proceso de transición les ha hablado este martes la dirección, con dos circunstancias que afectarán especialmente a la reducción de producción, la primera obligada por las paradas necesarias para adecuar la propia factoría a las nuevas instalaciones y procesos para el coche eléctrico, una transición que comenzaría ya en 2024.

La segunda preocupación se deriva de la normativa europea sobre límites de emisiones que tiene planteada la entrada en vigor en 2025 y para la que la plantilla pide una moratoria, ya que entienden que las inversiones necesarias por parte de los fabricantes para adaptarse a la norma conllevará una rebaja de producción.

¿Periodos de parada?

«Ahora estamos en ese 'impasse' y todavía no sabemos, aunque esperamos una fuerte presión a nivel político para que se modifique esta normativa porque tiene una afectación muy grande al empleo», ha dicho Zalduendo, quien espera que en el segundo semestre de este 2023 haya una respuesta.

«De todos modos tenemos que ir trabajando con los escenarios que nos pueden llegar a plantear, y lo más probable es que en 2024 tengamos períodos amplios de parada de fabrica en verano e invierno, y que además cerremos un día a la semana, los viernes por ejemplo, y no cubramos toda la producción semanal».

Al respecto, ha comprometido el trabajo del Comité para buscar «mecanismos que regulen esta situación y buscar las soluciones que necesitemos», aunque ha sido más optimista en cuanto a la finalización de ese período porque en 2026 «el escenario para la fábrica va a ser mejor que el que tenemos en la actualidad. Habrá más empleo y esperemos que el escenario sea bueno, estamos trabajando para eso», ha dicho.

Al respecto, y frente a los menos de 300.000 coches anuales planteados para este 2023, «los volúmenes de producción que nos asignen deben ser elevados, unos 350.000» cuando finalice esta transición.

A todo ello se debería sumar, en beneficio del empleo en VW Navarra, que el nuevo proceso de ensamblaje de celdas de baterías se quede dentro de la fábrica y no se externalice a un proveedor. «Todo eso tiene que conllevar más empleos y que la fabrica mejore».

Con todo, Zalduendo ha reconocido que a partir del próximo año «se plantean escenarios de descensos de producción. Estamos preocupados y dispuestos a buscar las soluciones necesarias. Pero no queremos dejar de poner la mirada en hacia dónde queremos llegar, que es a esas producciones de los eléctricos en una situación positiva de la fábrica».