
No hay manera de que Saski Baskonia se sacuda de encima a Zalgiris Kaunas, que ha empatado a 16 victorias en la clasificación con el cuadro gasteiztarra. En un partido por momentos alocado, se ha impuesto al AS Mónaco por 79-70, en una jornada en la que ha vuelto Mike James, después de perderse varias semanas de competición al haber sido apartado por el equipo monegasco por sus continuas broncas con sus compañeros.
Sea por la mala influencia del propio James o porque ha sido un mal día en el seno del equipo que entrena Sasa Obradovic, lo cierto es que los del Principado han firmado un 3 de 13 en triples, con el propio Mike James lejos de sus mejores prestaciones –6 puntos, pero con una carta de tiro de 3 de 9, 4 asistencias y 4 pérdidas– y los Elie Okobo o Jordan Loyd, jugadores que habían tomado el mando del equipo monegasco en ausencia del base de Nueva Jersey, ofreciendo una imagen muy apagada de lo que han mostrado este mes de marzo.
Tampoco es que se hayan encontrado a un Zalgirs Kaunas efervescente de juego. Los entrenados por Kazys Maksvytis han compensado a golpe de triple –11 de 20– su derrota sin paliativos en la pelea por el rebote –25 a 37–, pero cada canasta suya ha sido más forzada que la anterior, con un Brazdeikis excesivamente protagonista, por más que ha contribuido con 22 puntos y 5 rechaces, siendo providencial en los minutos de la verdad y con el AS Mónaco acechando. También han destacado dos secundarios como Butkevicius con varios triples clave y el ex de Obradoiro Birutis, que aparte de anotar 10 puntos, ha sido el único del bando lituano que le ha dado un mínimo de consistencia a su juego interior.
Al borde de un ataque de nervios
No hace falta recordar que la Final Four se celebra en Kaunas y por eso el Zalgirio Arena ha vivido este encuentro con los nervios a flor de piel. No en vano el AS Mónaco es una de las revelaciones de la temporada que ya ha asegurado su presencia en los play-offs y que, en un mundo ideal, la presencia de Mike James no haría sino aumentar la dinamita a la escuadra de Sasa Obradovic.
Pero por un motivo u otro, los de Obradovic han estado muy lejos de su mejor nivel y eso se ha notado desde el primer cuarto, que ha finalizado con 28-19 para los locales. Un secundario sin lujo como Dimsa ha sacado su buena mano a pasear, con los Rolands Smits y Brazdeikis liderando el juego lituano. Pero a partir del segundo asalto el duelo ha ido embarrándose en acciones poco fluidas pese a terminar en canasta, que han augurado una resolución incierta, solo a favor de quien más metiera, pesea carecer de cualquier control de la situación.
Tras el 48-41 del descanso, Zalgiris Kaunas ha amagado con romper el partido en un par de ocasiones, sobre todo cuando Birutis ha empezado a hacerse fuerte en la pintura. Pero después de llegar al último asalto con 65-53, la defensa del AS Mónaco ha ahogado tanto a los de Maksvytis que poco ha faltado para la voltereta visitante.
Ante todo, ha faltado acierto, porque a pesar de arimarse 69-63 han dejado pasar tiros liberadísimos, en especial Elie Okobo, irreconocible respecto del nivel de anteriores partidos, como por ejemplo el que jugó en Gasteiz. En esas, con varios jugadores de Zalgiris cargados de personales –y un AS Mónaco que se ha dejado hasta 7 tiros libres–, ha vuelto a asomar Brazdeikis para tomar el toro por los cuernos. Ha anotado siete puntos seguidos para volver a ensanchar la renta lituana, aunque ha sido Butkevicius con un triple el que ha apuntillado el partido.
Tras este partido, Zalgiris Kaunas cuenta ya con 16 victorias y afronta el viernes a las 19.00 en Euskal Herria una finalísima ante Valencia Basket.
Valencia Basket, uno menos en la ecuación
Sin embargo, casi hay que considerar que esa «finalísima» del viernes solo compete a Zalgiris, ya que Valencia Basket ha dicho adiós prácticamente de forma definitiva a sus opciones de colarse en el Top 8. Los de Alex Mumbrú se la jugaban en la Hala Pionir de Belgrado y han caído ante el Estrella Roja de Dusko Ivanovic por un contundente 92-73.

Con este resultado, tanto Estrella Roja como Valencia Basket se sitúan con un balance de 14-17, y aunque en rigor aún tienen opciones matemáticas tanto unos como otros, lo cierto es que deben ganarlo todo y esperar un sinfín de tropiezos de sus adversarios en los tres partidos que les quedan.
El duelo ha empezado teñido de color taronja, pero el rojiblanco de los «Gitanos» de Belgrado ha ido ganando protagonismo y peso, aunque hasta los minutos finales ha seguido habiendo igualdad.
Aparte del partidazo del un «exbaskonista» –al menos en categorías inferiores– como es el pívot Filip Petrusev, autor de 20 puntos y 7 rebotes, más los 16 tantos de Dobric y los 15 y 7 asistencias de Campazzo, Valencia Basket se ha disuelto como un azucarillo en los minutos finales. Lo peor no ha sido el parcial de 23-11 que han encajado los de Alex Mumbrú, sino que no han sido capaces de meter más que ¡una canasta en juego! –un triple de Chris Jones– en todo el último cuarto. Ante semejante incapacidad anotadora, el Estrella Roja se ha ido sintiendo cada vez más cómodo y ha sumado un triunfo que les sirve para apurar unas mínimas opciones de meterse en el Top 8, al tiempo que dejan a Valencia Basket en el alambre, después de perder seis de sus siete últimos partidos de Euroliga.

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