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«Seamos rigurosos, esta ley no topa los precios de los alquileres, únicamete controla el porcentaje de su incremento anual». Esta ha sido la tesis principal de Iñigo Urkullu para desacreditar los avances que supone el acuerdo alcanzado por EH Bildu para fijar un incremento máximo –un tope, por tanto– a los alquileres en zonas saturadas.
El lehendakari se ha pronunciado sobre el proyecto de ley a preguntas de Miren Gorrotxategi (IU) y Unai Fernández de Betoño (EH Bildu). Con la primera, que le preguntaba qué medidas iba a importar, ha estado esquivo, dedicándose a dar un repaso de las medidas ya implantadas en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia y que ahora se extenderán al estado y poco más. Con el segundo, la cosa ha cambiado y el tono ha sido mucho más agresivo.
En primer lugar, Urkullu ha adelantado que los servicios jurídicos barajan presentar un recurso por invasión de competencias. Según ha dicho, no quiere ir más allá porque la ley, por de pronto, es un proyecto y habrá que esperar a la redacción final.
Sobre el tope del alquiler, para el lehendakari no es más que una medida que ejerce «un cierto control» que, según ha dicho, Lakua ya venía realizando a través de otras herramientas, cuestionando además que no afecte a las viviendas turísticas. Urkullu ha puesto un ejemplo sobre cuánto subiría la cuantía al alquiler a una persona de una de las zonas afectadas por un tope similar. Así, una pareja que pague 700 euros este año, podría afrontar una subida de 14 euros mensuales el año próximo y acabar pagando 735 en 2025.
Urkullu cuestiona el proyecto por dejar fuera alquileres turísticos, después de tumbar la propuesta para blindar las habitaciones
La idea no le ha salido del todo bien, pues Fernández de Betoño le ha recriminado después qué subida real han tenido esos mismos inmuebles en los dos últimos años, asegurando que ha estado por encima del 25%. El debate ya venía algo caldeado por lo sucedido el jueves en el Parlamento de Gasteiz, donde PNV, PSE y la derecha bloquearon la propuesta para topar el precio de los alquileres de habitaciones.
Fernández de Betoño, asimismo, ha recriminado a Urkullu algunos de los datos que ha extraído para cuestionar la oportunidad de las medidas que se han acordado en el preacuerdo entre PSOE, ERC y EH Bildu. Urkullu ha asegurado que estos topes al alquiler han reducido la oferta en Catalunya, según varios informes. El parlamentario de la oposición, en la réplica, le pidió que dijera la fuente del dato, porque las encuestas oficiales de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona dicen justamente lo contrario. En el siguiente turno de palabra, el lehendakari no ha proporcionado esta información.
La mención a Nafarroa, el punto más tenso
El siguiente punto de enfrentamiento ha sido el de con quién pacta cada uno. Urkullu critica que EH Bildu pacte en temas de vivienda con el Gobierno español y no lo haya hecho con ellos. En su opinión, el proyecto de ley solo traerá beneficios a aquellas zonas del Estado a las que se exportarán medidas que ya se emplean en Hegoalde. «Ver para creer», ha dicho, acusando a EH Bildu de preocuparse más por la política estatal que por Euskal Herria.
Fernández de Betoño, por su parte, le ha dicho que si mira fuera se daría cuenta de que en Nafarroa, en la última ley de vivienda, ya se aprobó algo similar al tope del alquiler que recoge la ley estatal. En consecuencia, esto permitirá al territorio aplicar inmediatamente su medida propia, el índice de referencia del alquiler, al día siguiente.
Según Fernández de Betoño, Nafarroa aplicará su legislación propia para topar alquileres al día siguiente
Ha sido esta parte la que mayor enfado ha causado al lehendakari. «Habrá que verlo», ha asegurado. Es en este momento cuando ha insistido en que, de momento, solo es un proyecto de ley y que la redacción final está por ver. Ha traído al debate, además, el fracaso de la negociación de la reforma laboral, donde EH Bildu había logrado el compromiso del PSOE para su derogación, pero después Pedro Sánchez faltó a su palabra.
Competencias «en especulación»
En un tono mucho menos agrio ha transcurrido la interpelación de la parlamentaria Miren Gorrotxategi. La representante de IU ha afeado al lehendakari su nula apertura a valorar las novedades del proyecto de la ley, recordando que si bien en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia está reconocido formalmente el derecho subjetivo a la vivienda (cuestión que luego se incorporó a la legislación navarra), Lakua no ha desarrollado este concepto, de modo que el acceso a la vivienda sigue sin hacerse efectivo. Gorrotxategi ha asegurado que «Euskadi tiene competencias en vivienda, no en especulación».
Urkullu, por su parte, ha destinado el resto de su intervención a enumerar los puntos en materia de vivienda en los que han sido pioneros, como en la reserva de un porcentaje en cada nueva promoción para VPO, o la regulación para que estas viviendas protegidas no pierdan su calificación nunca, de modo que no se especule con ellas pasado un tiempo después de su adquisición.
De otro lado, ha recordado que 35.000 hogares de esas tres provincias perciben ayudas para el alquiler libre y que a través de los programas Etxebide y Bizigune se han conseguido sacar al mercado otras 7.000 viviendas vacías, que se suman al parque público de alquiler.
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