Gran Canaria conquistó el miércoles su primer título de la EuroCup al imponerse por 71-67 al Turk Telekom y se aseguró así una plaza en la Euroliga de la próxima temporada. Los discípulos de Jaka Lakovic y bajo la presidencia de Sitapha Savané, estrenarán su condición de campeones este domingo a las 18.30 frente a Saski Baskonia en el Buesa Arena. Lo más usual en estos casos es que los jugadores gasteizgtarras rindan homenaje al cuadro «pío, pío» haciéndole un pasillo en los prolegómenos del choque.

El cuadro grancanario volverá a la Euroliga por primera vez desde 2018, cuando debutó y acabó la única temporada en la competición de élite con un balance de 8-22. En aquel entonces, los entrenados por Salva Maldonado recorrieron alrededor de 120.000 kilómetros, casi el doble que la mayoría de sus oponentes.

Sea como fuere, el equipo de Las Palmas será, pues, el cuarto club de la Liga ACB que competirá en la Euroliga, reemplazando al Valencia Basket, junto con Saski Baskonia, Barça y Real Madrid. De esta forma, el triunfo de los entrenados por Jaka Lakovic prácticamente ha cerrado la configuración de la próxima temporada. Se espera que el conjunto taronja regrese a la EuroCup la próxima temporada y la Euroliga tiene tres invitaciones, que se espera que acaben en manos de Virtus Bolonia, Partizan y Estrella Roja, como en esta pasada edición.

El campeón de la Liga Adriática tiene prioridad en las wildcards, así que si Partizan y Estrella Roja acaban siendo los finalistas, eso prácticamente cerraría oficialmente los equipos para la Euroliga de la próxima temporada. Todavía no hay nada oficial, pero así se presenta la situación por el momento, a falta de conocer cómo van los planes de expandir la Euroliga a 24 equipos, con la posible presencia de Dubái, el regreso de los equipos rusos y, si se diera el caso, la división de esa nueva Euroliga en un formato con dos divisiones de 12 equipos cada uno, atendiendo a criterios geográficos.

Mientras estos castillos en el aire toman forma, todo apunta que los equipos de la Euroliga para la temporada 2023/24 deberían ser los siguientes: Barcelona, Saski Baskonia, Real Madrid, Olympiacos, Panathinaikos, Maccabi Tel Aviv, Anadolu Efes, Fenerbahce, Olimpia Milano, Zalgiris, Bayern Múnich y Asvel Villeurbanne como 12 clubes con licencia.

Alba Berlín, que está en camino de un contrato a largo plazo, también entraría. AS Mónaco y Gran Canaria se han asegurado las dos plazas Eurocup, mientras que Estrella Roja, Partizan, y Virtus Bolonia se espera que se unan a través de invitaciones.

El collarín de Erdem Can

Esta final de la Eurocup ha tenido su reverso tenebroso en el entrenador del Turk Telekom Ankara, equipo finalista del evento. El técnico Erdem Can tuvo que dirigir la finalísima con un collarín luego de golpearse la cabeza contra el parabrisas del autobús que llevaba al cuadro otomano al Gran Canaria Arena.

A este respecto, la Junta de Entrenadores Principales de la Euroliga ha manifestado su sorpresa y conmoción por lo que entienden el «comportamiento poco profesional» del conductor del autobús.

«Confiamos en que las autoridades de tráfico españolas lleguen al fondo de este triste incidente, ya que las decisiones tomadas por los conductores de autobús deberían centrarse siempre en la seguridad general de todos los pasajeros», indica la nota remitida por el colectivo de entrenadores.

«Nuestra información no es solo que el conductor del autobús utilizó una ruta mucho más larga, gastando un tiempo valioso para la preparación del partido más importante de la temporada, pero cuando el entrenador Can, después de pedir repetidamente que bajara el volumen excesivo de la música, el entrenador trató de hacerlo él mismo, momento en el que el conductor pisó los frenos a propósito, y el entrenador terminó herido al golpearse la cabeza contra el parabrisas. A causa del impacto, el parabrisas se rompió», explica la nota, que dice estar sorprendido por la actitud poco profesional del conductor.

«Esperamos que este tipo de incidentes no vuelvan a repetirse en el baloncesto y en toda la comunidad deportiva en general», concluye el citado escrito. 

Mientras, la Federación Turca de Baloncesto ha elevado un grado el tono de su queja, en el que aparte del incidente que afectó al entrenador del Turk Telekom, también ha considerado perjudicial para sus intereses la labor arbitral.

«Los terribles acontecimientos que ha vivido nuestro representante Turk Telekom antes, durante y después de un partido importante, como es la final, en la que se determinará el campeón, ha llevado a la Federación Turca de Baloncesto y a nuestros clubes a reconsiderar sus relaciones con la organización de la Eurocup», señala un extracto del escrito federativo.

«Nuestro representante traslada una vez más nuestros mejores deseos a Türk Telekom por este incidente fuera del campo que se aleja de la ética deportiva», añade.