Jon Morcillo no podrá participar en este final de temporada con el Athletic. Según lamentaba en su cuenta en twitter, «siempre he tenido la motivación de estar de vuelta lo antes posible y poder disfrutar y ayudar al equipo de nuevo en esta fase de la temporada tan decisiva. Por desgracia, sé que ahora eso es imposible».

Lesionado a finales de febrero en el accidentado partido contra el Girona, ha revelado en un mensaje en redes sociales que está teniendo dificultades para recuperarse y que ha tenido que pasar por el quirófano en tres ocasiones. Se rompió la clavícula nada más entrar al campo en una pugna y el equipo se quedó con diez en los últimos minutos. Fue una tarde para olvidar en San Mamés, con dos goles en propia puerta y las lesiones de Simón, Yeray y Raúl García.

El de Zornotza explica que «la herida no acaba de curar», que «es pronto para retirar la placa» que le colocaron para sujetar el hueso y que no le queda otra que «esperar». «La verdad que es la situación más difícil que me ha tocado afrontar en mi vida. No está siendo fácil para mí, cuando siento que avanzo y consigo progresar un poco, vuelven los problemas», comenta.

Ha sido una temporada aciaga para Morcillo. Cuando parecía que tenía un pie fuera del equipo, consiguió convencer a Ernesto Valverde en la pretemporada y hasta probó en varios amistosos como lateral zurdo. Se hizo con el dorsal 2, que recuerda a Toquero, pero apenas ha dispuesto de oportunidades durante toda la temporada.

Ha participado en diez encuentros saliendo desde el banquillo y tan solo ha sumado 65 minutos sobre el terreno de juego. El próximo mes de setiembre cumplirá 25 años y es su tercera campaña en el primer equipo. Debutó con Garitano al inicio de curso de 2020 tras ganarse un puesto a base de buenas actuaciones en los partidos de preparación de verano. La temporada anterior había sido el máximo goleador del Bilbao Athletic de Joseba Etxeberria con 10 goles.

Futuro incierto

Morcillo cerró su primera temporada marcando dos goles y disputando 36 partidos entre Liga, Copa y Supercopa. Con la llegada de Marcelino al banquillo y el fichaje de Berenguer fue perdiendo protagonismo. El ascenso al primer equipo de Nico Williams y Nico Serrano en la siguiente campaña le dejaron sin sitio y tan solo jugó en siete partidos.

En el mercado invernal salió cedido al Valladolid con el que consiguió el ascenso a Primera y anotó un gol en diez partidos. No tuvo la participación esperada y apuntaba a ser uno de los descartes el pasado verano. Sin embargo, continuó en el Athletic y amplió su contrato por una temporada más al inicio de curso. Su renovación fue la primera de la nueva Junta presidida por Jon Uriarte y causó bastante sorpresa ya que no estaba contando para Valverde. El jugador se mostraba encantado y dispuesto a aprender para jugar en cualquier demarcación.

Desde la nueva directiva se justificó la renovación argumentando que encajaba en su política de sueldos por objetivos. En este sentido, el director general, Jon Berasategi, comentaba esta semana en una conferencia realizada en San Mamés que el club está tratando de ajustar los salarios «al mercado». Sigue pendiente resolver el futuro de jugadores que terminan contrato a final de esta temporada como De Marcos, Raúl García e Iñigo Martínez, sin olvidar a un Nico Williams que acaba en 2024.

Morcillo tiene un año más de contrato, pero el próximo curso tendrá más competencia por el puesto con Malcom Adu Ares y Nico Serrano. Ambos son más jóvenes. El extremo bilbaino tiene 21 años y es el único jugador que ha debutado esta campaña desde el filial. Por su parte, el navarro tiene 20 años y no ha tenido demasiada participación por las lesiones con el Mirandés de Joseba Etxeberria en Segunda.

Villalibre, Nolaskoain, Petxarromán, Artola y Beñat Prados también han sido cedidos a equipos de Segunda al igual que Imanol García de Albeniz. El lateral zurdo se recupera de la lesión sufrida en el talón con el Eibar y se espera que tenga la oportunidad de quedarse en el primer equipo al confirmarse la marcha de Balenziaga.