Amaia  U. Lasagabaster
Kazetaria, kirol informazioan espezializatua / Periodista, especializada en información deportiva

Nekane Díez: «He tenido la suerte y el privilegio de vivirlo todo con el club de mi vida»

El Athletic arropa en su despedida a una emocionada Nekane Díez, que cuelga las botas tras 16 temporadas vistiendo la elástica rojiblanca. La delantera se marcha «agradecida» a todos los que le han acompañado en el camino y «satisfecha» por haber «cumplido mi sueño» y «dado todo siempre».

Nekane Díez posa con Jon Uriarte y una camiseta conmemorativa de sus 381 partidos con el Athletic.
Nekane Díez posa con Jon Uriarte y una camiseta conmemorativa de sus 381 partidos con el Athletic. (Monika Del Valle | Foku)

«Hasta el 30 de junio sigo siendo jugadora del Athletic», recuerda Nekane Díez, que reconoce que le va a costar «todo, hasta salir del grupo de whatsapp». «Pero en la vida hay que saber soltar», asegura la delantera del Athletic, protagonista hoy de una emotiva comparecencia de despedida del club en el que ha militado, literalmente, media vida. Llegó con 15 años y se marcha con 31, con 381 partidos a sus espaldas, 162 goles, un título de Liga, algunas espinitas clavadas y, sobre todo, «agradecida a todos los que me habéis acompañado en este precioso camino».

Arropada por plantilla, cuerpo técnico, representantes de la Junta Directiva, familia y excompañeras como Arrate Orueta y Eli Ibarra, Nekane no ha podido contener las lágrimas en ningún momento de su comparecencia, que ha comenzado con un mensaje de agradecimiento del presidente de Jon Uriarte antes de que la propia delantera leyera su último discurso como futbolista del Athletic. «Después de 16 años pongo fin a una de las etapas más bonitas de mi vida. He crecido aquí, he vivido momentos increíbles e inolvidables, también duros y difíciles. Cada fin de temporada he visto cómo jugadoras que me han marcado dejaban el camino o finalizaban su carrera y hoy ha llegado mi momento».

Llega el momento de acabar «un viaje inolvidable. Con doce años –ha recordado– mi aita nos trajo a mi hermano y a mi a San Mamés a ver al equipo femenino, que jugaba para ganar su primer título. Ni en mis mejores sueños imaginé que muchos años después puedo decir con orgullo que yo también he formado parte de la familia zurigorri». «Todo esto no hubiera sido posible –ha añadido– si aquel día de mayo de 2007 Iñigo Juaristi no hubiera descolgado el teléfono para llamarme. Aún recuerdo la cara de mis padres, que tuvieron que tomar la decisión de dejar marchar a su hija con 15 años. Recuerdo subir con la maleta las escaleras de la residencia Mañarikua y ver los ojos de mi madre, ¡qué valientes fuisteis!». Para su familia ha sido el mayor agradecimiento pero también a excompañeras –con un guiño especial a Tzibi Juaristi y Arrate Orueta–, entrenadores, médicos, directivos, presidentes, personal de limpieza, chóferes… En definitiva, a «todos los que habéis sido parte de este precioso camino». Incluyendo, claro está, al «equipo. Sabéis mejor que nadie que estos últimos años no han sido fáciles. Que seguramente me habré equivocado pero siempre he intentado dar lo mejor de mi en cada entrenamiento, en cada partido y sobre todo fuera del campo. Lo he pasado increíble con vosotras. Hemos reído, hemos llorado y sobre todo hemos aprendido juntas. Os queda un futuro increíble. Disfrutad, también sufriendo, porque el tiempo vuela y sois las elegidas».

Ha subrayado, en este sentido, que le encantaría ver superados sus números en el futuro. «No sé si será posible pero el talento que tenemos en Lezama es indudable. El año pasado fuimos el único club con tres equipos en las tres primeras categorías y lo hemos vuelto a conseguir. El futuro está asegurado, lo tengo muy claro. Y ojalá otras futbolistas puedan igualar y superar esos números, sería muy bueno para el club y yo sería feliz si lo hiciesen porque eso querría decir que alguien es capaz de sentir y de vivir lo que es el Athletic durante 16 años. No es fácil, la exigencia es total, el sacrificio es muy grande, pero el sentir estos colores y saber que no podrías vestir otra camiseta y no podrías meter ningún gol a esta camiseta, el sentido de pertenencia es increíble. Ojalá más futbolistas puedan vivirlo».

En esos tres lustros largos, la jugadora vizcaina ha vivido «buenos y malos momentos», desde el título de Liga hasta las finales de Copa perdidas y las lesiones que han marcado la segunda parte de su carrera. Todos «me han servido como aprendizaje. El fútbol y la vida son como una montaña rusa, con momentos que no siempre son positivos, y hasta que no aprendes eso y aceptas que eso es la vida, no eres capaz de disfrutar y de darte cuenta de que eres una afortunada por pertenecer a esta gran institución y defender este escudo».

Una vida repleta de etapas que empiezan y acaban. La suya como jugadora llega ahora a su fin, trs unos últimos años «en los que no he participado tanto como me hubiese gustado. No es una decisión que tocomo en dos días, lleva rondando tiempo por mi cabeza. Es una decisión importante para mi y para el club. Yo sentía que por mucho que podía estar aportándoles en cierta manera, en el campo ya no estaba siendo la jugadora que había sido. También les dije en la reunión que me costaría ponerme otra camiseta y jugar contra ellas, me resultaría imposible. Porque lo he vivido todo, he tenido la suerte y el privilegio de vivirlo todo con el club de mi vida». «Me voy supertranquila –ha concluido– y satisfecha conmigo misma y con la carrera que he hecho. Era el momento, se acaba el fútbol y me voy tranquila, agradecida y feliz».