Arnaitz Gorriti

Si hasta ahora nadie ha frenado al Real Madrid, ¿lo va a conseguir Bilbao Basket?

Los de Jaume Ponsarnau, que suman tres derrotas consecutivas en la competición doméstica, se enfrentan a un rival que no pierde un partido desde el pasado 20 de junio y que se presenta en Miribilla con el argentino Facundo Campazzo dominando la Liga ACB y la Euroliga.

Bilbao Basket volverá a vérselas con Facundo Campazzo en el Real Madrid.
Bilbao Basket volverá a vérselas con Facundo Campazzo en el Real Madrid. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Surne Bilbao Basket suma un balance de cuatro victorias y otras tantas derrotas en los ocho primeros partidos de la Liga ACB, un Bilbao Basket que cuenta por derrotas sus tres últimos envites y que recibe este domingo a partir de las 17.00 a un Real Madrid que ha ganado sus 14 partidos de temporada oficial; 16 partidos, teniendo en cuenta que los duelos de Supercopa también forman parte de la temporada 2023/24.

Los pupilos de Chus Mateo no han perdido un partido desde la pasadas final liguera, en la que cayeron por un inapelable 3-0, siendo el último duelo de aquella serie un 20 de junio que queda cada vez más lejano, a tal punto que ni en la Euroliga ha caído hasta la fecha, y eso que Saski Baskonia lo tuvo a punto en el primer partido de la temporada europea. Y por si todo ello fuera poco, la escuadra merengue llegará a Miribilla después de haberle vapuleado a la Virtus de Bolonia por 100-74, con Facundo Campazzo elegido MVP de la séptima jornada de la competición con una valoración de 39, la mayor de su carrera, tras haberle endosado 18 puntos y 11 asistencias, aparte de 6 rebotes, 3 robos y 9 faltas recibidas al equipo que entrena Luca Banchi.

El base argentino no pudo triunfar en la NBA, pero se ve que en la Euroliga es uno de los mejores en su posición, y más en una máquina tan engrasada como es este Real Madrid que, pese a perder a Pablo laso hacia el final de la temporada 2021/22, sigue jugando de memoria.

Y ante ello deberá enfrentarse un Bilbao Basket que no parece atravesar sus mejores momentos. «A Miribilla nos agarramos. Sabemos que este partido solos no lo podemos ganar y con nuestra gente quizás sí. Es difícil, pero la ilusión está y la determinación tiene que estar y la tendremos que ir encontrando», se agarraba Jaume Ponsarnau en la previa a este encuentro.

Porque si Campazzo está en uno de sus mejores momentos de su carrera, parece que los Tavares, en proceso de mejora de los problemas físicos que ha tenido en el comienzo de la temporada, y el inefable luchador y baloncestista a ratos Guerschon Yabusele también están de dulce. «Veo al (Real) Madrid más potente que la temporada pasada y capaz de ser claramente dominador en Europa, añadía Ponsarnau, fijándose sobre todo en que «la dupla Campazzo-Tavares es absolutamente determinante. Campazzo en estos momentos es diferencial en Europa y con Tavares no solo es la suma de los dos sino mucho más».

Responsabilidad propia

Sea como fuere, poco importará cuán de dulce esté el conjunto madridista, porque si Bilbao Basket decide comparecer derrotado al duelo del Bilbao Arena, no precisará casi ni bajarse del autobús para zarandear a los hombres de negro, que ya sufrieron lo suyo para derrotas al Anwill Wloclawek en la FIBA Eurocup, dejando un mal sabor de boca que ya viene siendo hora de quitarse de encima.

«Estamos en una racha negativa y vamos a intentar jugar este tercero sin ese bajón. El acierto hay que buscarlo en cada posesión, esa es nuestra receta. Trabajar para que ese acierto aparezca en este partido», incidió insistiendo el preparador targarino.

«Las motivaciones son evidentes, ahora se trata de acertar en las otras cosas. Que sus generadores no se sientan tan cómodos, que sus pluses defensivos no nos impidan jugar a lo que jugamos, jugar bien los 'timings', la calidad de los bloqueos, las energías... Todas esas batallas son importantes», resumía Jaume Ponsarnau.

Precisamente porque nadie ha derrotado aún al Real Madrid, Bilbao Basket tiene una opción de ser el primero, aunque para eso deberá olvidarse del contexto propio y de su adversario y saltar a la cancha a ganar, porque en realidad no hay otra manera de hacer posible lo que 24 horas antes parece impensable.

Cosas de familia

Para cuando arranque el partido de Miribilla, ya habrá terminado el del Fontes do Sar, cancha en la que Saski Baskonia se enfrenta al Obradoiro de Moncho Fernández. Un partido en el que el cuadro gasteiztarra siempre ha de salir con la vitola de favorito, ya que de las 28 veces que se han visto las caras estos dos equipos, el Baskonia se ha impuesto en 23, aunque lo cierto es que sus dos últimas visitas, con Neven Spahija y Joan Peñarroya en los banquillos, se han saldado con derrota.

Amén del subidón que supuso la victoria en El Pireo ante Olympiacos, este duelo presenta, además, el aliciente de ver a los hermanos Jordan y Markus Howard frente a frente. El mayor de la saga está debutando en la Liga ACB a las órdenes de Moncho Fernández, un técnico extravagante en casi todos los aspectos, pero muy solvente a la hora de desarrollar a los jóvenes talentos que le llegan. A sus 27 años, Jordan Howard promedia 15 puntos, 2,2 asistencias y 1,6 rebotes, y por un lado llegará algo justo al choque de este mediodía tras haber estado en el dique seco durante tres semanas por un desgarro miofascial del bíceps femoral izquierdo, amén de que su anotación está llegando más por acumulación que por puntería, porque en los triples está firmando un no muy decoroso 24%, mientras que Markus Howard, salvo sus 29 puntos en el debut en la cancha del Breogán y su impresionante racha frente a Unicaja, no termina de carburar, y aun así firma 15,8 puntos de media con un 36% en triples.

De cara a este partido, Nico Mannion y Khalifa Diop tampoco han viajado, por lo que causarán baja junto con Nikos Rogkavopoulos, al tiempo que el internacional dominicano Rigoberto Mendoza es baja confirmado en el bando santiagués.

Ante la irregularidad y la ausencia de las últimas semanas de Jordan Howard, el alero canadiense Thomas Scrubb está siendo el jugador más destacado de los de Santiago, con promedios 11 puntos, 6,1 rebotes y 15,8 de valoración.

Con todo, los gasteiztarras, después de su revitalizante triunfo ante Olympiacos, y más después de haberle endosado un parcial de 9-30 al combinado heleno, no tiene nada que temer ante un rival incómodo como local, pero que debiera ser perfectamente batible para las huestes de Dusko Ivanovic.