
¿Por qué lo llamamos «carácter» cuando queremos decir «necesidad? Saski Baskonia juega este viernes a las 20.30 en el Buesa Arena frente al Alba Berlín, colista de la Euroliga con un balance de 5-22 y que solo ha ganado un partido fuera de casa en toda la temporada. Y por si fuera poco, una de las pocas buenas noticias dentro del equipo que dirige el cántabro Israel González, el italianio Gabrele Procida, será baja por culpa de una lesión de rodilla, unido a las ausencias de última hora de Johannes Thiemann –tocado en el ligamento medial de la rodilla–, Matteo Spagnolo –desgarro en el muslo– y Justin Bean –lesión muscular en el muslo–, al tiempo que Khalifa Koumadje, Ziga Samar y Elia Rapieque son seria duda.
¿Por qué, en ese caso, Dusko Ivanovic define este partido como «el más peligroso de la temporada», cuando en apariencia es el más fácil de los siete que restan de Fase Regular de la Euroliga?
Pues precisamente, porque es el más fácil de los siete que le restan a Saski Baskonia. De esos siete, incluyendo el duelo de este viernes tres serán en el Buesa Arena, teniendo que jugar el próximo día 14 ante Armani Milano y el día 28 frente a Anadolu Efes, mientras que fuera de casa toca visitar a Partizan el martes 19, a Zalgiris el jueves 21, a la cancha del Real Madrid el 5 de abril y la de la Virtus de Bolonia en la despedida de la Fase Regular, el 12 del próximo mes.
Más allá de la acusada irregularidad que Saski Baskonia viene arrastrando esta campaña, está el hecho de una igualdad agobiante en esta Euroliga, con cuatro victorias de diferencia entre la sexta y la duodécima plaza. Los gasteiztarras se encuentran en ese punto medio: balance de 14-13, empatado con el Maccabi –average a favor–, con un triunfo más que Valencia Basket –average en contra– y Partizan –agónico triunfo en casa–, dos triunfos menos que Olympiacos y Fenerbahçe –average a favor y en contra, respectivamente–, y con dos victorias más que un Bayern de Múnich que se resiste a tirar la toalla –y tiene el average ganado sobre el Baskonia–. Entre esos siete equipos se van a decidir los últimos billetes directos de los play-offs de la Euroliga y, al mismo tiempo, las eliminatorias previas del play-in y, por supuesto, cuáles de esos equipos van a quedarse compuestos y eliminados después de una Fase Regular particularmente criminal.
En ese sentido, aparte del duelo directo que los gasteiztarras van a disputar en la cancha del Partizan el próximo día 19, la intervención de «advenedizos» con casi ninguna opción o que ya están clasificados van a tener mucho que decir en esta recta final. Porque huelga decir que el Alba Berlín suma un balance de 5-22 y está sin opciones ni para jugar el play-in, y difícilmente le dará por ganar los siete partidos que le quedan. ¡Pero ay como le dé por ganar en Zurbano! ¡Ay como le dé por ganar a Partizan o Fenerbahçe! De pronto, ese rival que no parece estorbar más que una china en el zapato puede erigirse en juez. De ahí las advertencia del técnico montenegrino en la víspera de este partido.
Rogativas para defender
«Juegan sin presión, y además ejecutan muy rápido, todo el mundo tira y tienen bastante libertad en ataque», ha indicado un Dusko Ivanovic que, tras encajar 111 puntos ante Fenerbahçe el pasado viernes y 98 el domingo en la pista de Gran Canaria, ha subrayado de todas las maneras posibles la importancia de la defensa.
«Tenemos que demostrar que somos un equipo que lucha, que somos un equipo de carácter y que quiere ganar algo este año», ha destacado el de Bijelo Polje, que ha retomado sus discursos de toda la vida, después de sorprender tras la debacle del domingo pasado, cuando destacó que «no es momento de criticar demasiado al equipo», una vez de constatar el mal momento de los suyos.
«La defensa es cuestión de querer o no querer. Siempre ha sido y siempre será así. Tenemos que cambiar la mentalidad y salir a la pista con la idea de defender porque en ataque ya encontraremos soluciones», ha considerado Ivanovic, al que en su fuero interno probablemente haya dolido más la forma de caer que la propia derrota en sí, con su equipo bajando los brazos.
Duele recordarlo, pero el Baskonia llegó sin opciones al final de sus dos citas de la semana pasada. Después de 30 minutos locos de igualdad absoluta, un parcial de 10-0 en el arranque del último cuarto le bastó a Fenerbahçe para desarbolar al Baskonia, echando además por tierra la aseveración de Ivanovic de que el baloncesto moderno, con la importancia que tiene el triple, con jugadores en todos los equipos con más de un 40% de efectividad desde más allá del arco, «diez puntos de diferencia no es nada». Peor aún le fue 48 horas después, cuando el último cuarto casi al completo se vieron «minutos de la basura».
«Quiero pensar que ha sido porque no hemos entrenado en mucho tiempo juntos y por falta de concentración», ha argumentado a este respecto Dusko Ivanovic, quien ha tenido a bien echarle un capote a Markus Howard, sin duda uno de los referentes del Baskonia pero que en los dos partidos de la semana pasada jugó poco y mal, en buena medida por sus problemas de faltas y también porque se mostró descentrado, fallón y casi ausente del juego.
«Markus significa mucho y necesitamos sus puntos. Pero ahora la primera opción de todos los rivales es jugar agresivo con él y que no reciba el balón. No ha jugado bien en los últimos partidos, pero estoy convencido de que va a jugar mejor» ha indicado el técnico, quien además ha responsabilizado a todo el equipo en esa ausencia de conexión de Markus Howard con el juego.
Más sustos que disgustos
Todos estos detalles hacen que la alerta de Dusko Ivanovic crezca, y más cuando la percepción desde fuera es que perder ante e Alba Berlín es algo que no puede suceder ni por accidente, toda vez que el cuadro berlinés, aunque en las temporadas precedentes también ha estado siempre en la parte baja de la clasificación, se ha mostrado como un rival incómodo.
Los alemanes solo ganaron en Zurbano en enero de 2021, pero han estado cerca de dar la sorpresa en más ocasiones. El susto más grande llegó en marzo de 2020, justo en el último partido de Euroliga previo al confinamiento, cuando un triple de Matt Janning y un posterior tapón de Tornike Shengelia supuso la victoria gasteiztarra por 73-72. El año pasado, por su parte, los gasteiztarras se impusieron al cuadro berlinés por un apurado 93-87, con Maik Kotsar y Darius Thompson evitando males mayores.

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