Ariane Kamio
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La última escena de Koldo Landaluze

Koldo Landaluze, fallecido ayer a los 59 años, presentaba en Egin Irratia un programa sobre cine y su andadura profesional ha estado ligada también a GARA y NAIZ como colaborador diario y autor de críticas cinematográficas. También trabajaba como ilustrador y publicó varias novelas.

Landaluze, natural de Bilbo y afincado en Zumaia, falleció ayer a los 59 años.
Landaluze, natural de Bilbo y afincado en Zumaia, falleció ayer a los 59 años. (Gorka RUBIO | FOKU)

En estos momentos tendría que estar corrigiendo la crítica cinematográfica diaria. El nuevo sistema de maquetación te traía por la calle de la amargura y, a estas alturas, seamos sinceras, no atinabas nunca. Pero no importaba, el texto estaba escrito, y bien escrito.

No es fácil redactar un obituario sobre un compañero de trabajo, más si cabe cuando empiezas a pensar sobre el pasado y, en aquellos principios de los 2000, cuando una carrera periodística arrancaba de la (casi) nada, te encuentras con un ente que ya estaba allí, como si llevara toda una vida tecleando y escribiendo para el periódico al que te acabas de incorporar. Y no es para menos, porque Koldo Landaluze ha pasado media vida unido a las redacciones de ‘Egin’, GARA y NAIZ.

Piensas que tienes un día de mierda y que ya nada puede empeorar. Llevas cerca de cinco horas intentando contactar con el periodista, pero no hay respuesta. «Tendrá cosas que hacer», piensas, o «se le habrá hecho tarde». Pero nada más allá de lo normal. Email, llamada al móvil, un mensaje, llamada al fijo de casa, otro mensaje, vuelves a llamar al móvil y la última llamada a una casa que acaba de caer en el abismo. Sí, el día ha podido ir peor, mucho peor, y así ha sido. Queda al descubierto, por tanto, la fina y delicada línea entre una relación laboral y personal.

Cine y mucho más

Koldo Landaluze, natural de Bilbo y afincado en Zumaia, fallecía ayer a los 59 años de edad. Con varios años de experiencia en el mundo del periodismo, su carrera siempre estuvo ligada a la redacción del clausurado diario ‘Egin’ y, posteriormente, a GARA y NAIZ. Destacado por su faceta como escritor y crítico, su andadura profesional siempre ha estado relacionada con el cine –y también a la música–.

En los últimos años, Landaluze se ha encargado de escribir la crítica cinematográfica diaria que se publica en este medio y cada jornada se encargaba de informar sobre las últimas novedades audiovisuales. Se trata de una colaboración que viene de lejos, y es que ya en Egin Irratia presentaba un programa sobre cine.

Pero si alguna cualidad ha destacado en Koldo Landaluze ha sido su disponibilidad y su capacidad de escribir sobre temas de diversa índole. Quienes conozcan su labor periodística sabrán de su capacidad de amoldarse a los nuevos tiempos y de, vamos a ser francos, hacer lo que haga falta.

El periodismo que se ejerce hoy en día carece, en muchas ocasiones, de un olfato, sabiduría y capacidad de desenvolverse que muchas querríamos para nosotras. Contar con un compañero que siempre tenga una alternativa, una vía por donde seguir, es un recurso que se está agotando. Y es que Landaluze, lo mismo que escribía una crítica, hacía una entrevista o dibujaba para ilustrar un artículo –por cierto, te has ido sin las ilustraciones que me prometiste enviar hoy mismo–.

En su faceta como ilustrador, un trabajo que definía como «un juego fascinante», ha participado en trabajos como ‘Zirriborroak. Kontatu behar ez nituenak’, de Nagore Belastegi.

Puede que estemos despidiendo a una especie de periodistas que están en peligro de extinción. Sí, lo sé, también será cuestión de edad y generaciones, pero dejar huella es al mismo tiempo tan difícil como reconfortante.

Por ofrecer algún detalle más, Landaluze publicó varias novelas a lo largo de su carrera. En 1997 publicó su primera obra, ‘Días de Barrena’, ambientada en la huelga minera de 1910 en Enkarterriak. Después llegaron ‘Crónicas de pirata, corsarios y filibusteros’, ilustrada por él mismo, ‘Las hogueras del Reino’, publicada con GARA, y ‘Los perros del rey’.

Koldo, siempre crítico con las obras de los demás, ahora nos toca ver la jugada desde el otro lado. ¿Qué habría hecho Ridley Scott un día como hoy? Has llegado justo-justo al estreno del ‘Megalopolis’ de Francis Ford Coppola, pero, tú, ¿qué nos vas a contar a partir de ahora? Has dejado rodada tu última escena, la que cada cual acierte en imaginar, con un final abierto y libre de críticas. Porque esta, esta sí que es la última crítica que no nos hubiera gustado escribir.