Fadrique Álvarez de Toledo, II Duque de Alba

«Antes se festejaba mejor»

Ilustres damas y caballeros, les traigo una propuesta seria... bueno, casi. Yo, el II duque de Alba, lanzaré el Chupinazo. Hace 500 años uní estos lares a España y, sorprendentemente, ¡aún no he recibido las gracias!

Fadrique Álvarez de Toledo, II Duque de Alba.
Fadrique Álvarez de Toledo, II Duque de Alba. (Exprai)

¿Quién mejor que yo, el célebre Fadrique Álvarez de Toledo, II duque de Alba, para dar inicio a vuestras celebraciones? Con más títulos que una biblioteca y más conquistas que Julio Iglesias, presento mi candidatura para lanzar el Chupinazo de sanfermines. Después de todo, si alguien sabe cómo comenzar un guateque en Pamplona, ese soy yo. ¡Qué buenos tiempos, Manolo!

Recordemos aquel maravilloso verano de 1512. Fui yo quien, a las órdenes de mi primo el Fernando, inicié esa “integración” tan cariñosa de Navarra. Ay, aquellos días de júbilo en el norte tras echar a los moros del sur, esperando a las puertas de Pamplona con 12.000 parranderos. Trabajo fijo, pisitos, expolios... antes se vivía y se festejaba mejor. Y de la conquista solo se ha contado lo malo. En realidad, fue una «feliz unión» de la que los reyes navarros huyeron para mayor gloria de España, como relataban las crónicas de Luis Correa.

¡Ay, esos pequeños reinos y sus grandes sueños! Navarra resistió cientos de años, sí, pero, ¿dónde está ahora? Absorbida. ¿Ven cómo no fue tan difícil? Los jóvenes de hoy en día no quieren conquistar. ¡Maldita generación de cristal! Solo piensan en drogas y se inician en el sexo a una edad muy temprana... Deberían aprender del emérito... o tal vez de mi primo Fernando... o mejor aún... mejor dejémoslo así.

Sí, sé que mi candidatura puede generar rechazo, de manera que tengo otros candidatos entre las manos. Cayetana Fitz-James Stuart es una opción: cinco veces duquesa, dieciocho veces marquesa y veinte condesa. Todavía recuerdo su boda y aquellas palabras del cura: «Puede besar a la momia». No se ofendan, es un chiste malo, pero es que ya no se puede decir nada en esta dictadura de lo políticamente correcto. Otra opción es la parienta Cayetana Álvarez de Toledo, patricia argentina, cuyo origen se remonta al virreinato español en Sudamérica. Los indígenas también tuvieron que ser intervenidos por sus armas de destrucción masiva. ¿O eran los iraquíes? Es igual, todo por la patria.

En fin, sería un orgullo que alguien de mi linaje tirase el Chupinazo, pero piénsenlo, si no fuera por mí, seguirían jugando a ser independientes entre sus pequeñas montañas, gozarían de soberanía y respeto a su lengua y su cultura. Patrañas. Pamploneses, pamplonesas, ¿quién mejor que yo para esta noble tarea?