La estación de autobuses de Donostia ha rozado la saturación en varios momentos de este fin de semana, el primero de los cuatro en que al tráfico habitual se suman los autocares de Renfe con que se sustituye la circulación ferroviaria entre la capital donostiarra e Irun.

Este plus de autocares (se prevén más de 2.500 en total, todo ello derivado de las obras del TAV en Gipuzkoa) obliga a destinar varios de los 21 andenes de la estación, los más alejados del acceso peatonal y la cafetería.

Sin embargo, no este el único factor sobrevenido en las últimas fechas. Se le suma la decisión del Ayuntamiento de Donostia de que los autocares de Lurraldebus no paren en el Paseo García Lorca, en el exterior, sino que lo hagan en el interior de la estación.

Esta medida se conoció en mayo y fue fuente de enfrentamiento entre la Diputación y el Consistorio, ambos gestionados por PNV-PSE, dado que la diputada del PSE Azahara Domínguez acusó al Ayuntamiento de que «expulsar» a Lurraldebus del centro de la ciudad. Desde el Consistorio, la concejal responsable del área, Olatz Yarza, le espetó estar «mintiendo» y explicó que el objetivo de este cambio era aligerar el tráfico en el Paseo y evitar molestias a los vecinos.

A las puertas de Aste Nagusia

Con ambos factores confluye la saturación turística propia de estas fechas, en que muchas líneas de autobús que llegan o parten de Donostia multiplican sus líneas para trasladar a quienes visitan la ciudad. Esta situación concreta puede complicarse aún más durante la Aste Nagusia que arranca este sábado 10 y concluye el 17.

El producto de todo ello ha sido que durante sábado y domingo en varias ocasiones se han producido atascos en las entradas a la estación, ocupación de gran parte de las dársenas disponibles y colapsos en el tránsito de personas por la propia estación.

NAIZ ha tratado de conocer la cifra de autobuses que han entrado en la estación durante este fin de semana y cuántos suelen ser habitualmente, pero el trabajador que ha atendido el teléfono no ha podido precisar esos datos. «El fin de semana suele haber bastante más gente, pero hoy va bastante bien», ha apuntado.

Por cada tren de Cercanías que hay que sustituir entren «dos o tres autobuses. Luego hay que sumar los de Media y Larga Distancia», ha explicado.

Las dimensiones reducidas de la estación de Donostia, inaugurada en 2018, ya fueron objeto de polémica anteriormente. EH Bildu planteó Riberas de Loiola como mejor ubicación por diferentes motivos (más espacio, menor gasto, cuestiones de seguridad...) pero la mayoría municipal impuso esta opción de Atotxa. La propia inauguración en 2016 se demoró por un informe técnico de los bomberos que señalaba problemas de seguridad.