Ion Salgado
Aktualitateko erredaktorea / redactor de actualidad

Lakua y Eudel proponen un servicio de acogida «sin requisitos, ni tan siquiera empadronamiento»

El Gobierno de Lakua y Eudel han presentado este miércoles el ‘Manual para diseñar políticas locales e acogida a personas extranjeras en Euskadi’, en el que se advierte de que «el servicio de acogida debe ser de acceso voluntario, gratuito, directo y sin requisitos, ni tan siquiera empadronamiento».

Esther Apraiz y Nerea Melgosa han presentado el manual en una jornada con entidades locales.
Esther Apraiz y Nerea Melgosa han presentado el manual en una jornada con entidades locales. (IREKIA)

«El servicio de acogida debe ser de acceso voluntario, gratuito, directo y sin requisitos, ni tan siquiera empadronamiento, salvo, en los casos que así se establezca, solicitar una cita previa». 

Así lo recoge el ‘Manual para diseñar políticas locales e acogida a personas extranjeras en Euskadi’, elaborado por el Gobierno de Lakua y por la asociación de municipios Eudel.

Un extenso documento de 71 páginas en el que detallan principios generales, se analizan el contexto normativo e institucional y se definen concepto y enfoques antes de presentar los «pasos para diseñar una política local de acogida».

Se trata de ocho pasos que parten de «un impulso compartido» para «promover una concentración de voluntades a nivel local que involucre al personal político, técnico, agentes sociales y ciudadanía con el fin de impulsar o mejorar una política de acogida».

El segundo paso da cuenta de un «diagnóstico de necesidades» para «dimensionar correctamente los recursos que se van a activar con la política de acogida»; y el tercero aboga por crear una «guía de recursos» para «recopilar y ordenar toda la información sobre el entorno institucional, social y administrativo sobre la que después se articula la prestación del servicio de acogida».

Protocolo de acogida

El cuatro paso da cuenta del protocolo de acogida que, según el manual, «se concreta en un documento, pero representa mucho más». «Si entendemos que el servicio de acogida es la piedra angular de las políticas de acogida, un protocolo es el corazón», manifiesta.

«Busca definir cómo, cuándo, por quién y en qué va a consistir la prestación de información, orientación y derivación. Para poder elaborarlo es indispensable tener claras las necesidades de acogida locales, los recursos que van a poder destinarse a paliarlas y los compromisos que van a asumir los diferentes agentes que van a intervenir», añade.

Y el quinto paso se centra en el servicio de acogida, en «establecer la prestación de servicios fundamental que va a ofrecerse desde la responsabilidad pública y definir los recursos materiales y humanos precisos para llevarse a cabo».

Habla de la intervención a las personas extranjeras, y remarca que «el servicio no es necesariamente sinónimo de una ‘oficina’ como las que han desarrollado algunos municipios». Insiste en que «el servicio de acogida debe ser de acceso voluntario, gratuito, directo y sin requisitos», y aboga por priorizar «un enfoque de derechos evitando miradas utilitaristas».

«Las personas de origen extranjero vienen a poner en marcha proyectos de vida y el empleo, aunque no sea lo único, ellas reportan que sí es una parte importante de estos», afirma antes de señalar que «dentro de las prestaciones de los servicios de acogida es fundamental incorporar información para el conocimiento del entorno laboral».

Coordinación interinstitucional

El sexto paso hace referencia a la coordinación interinstitucional, y explica que los servicios de acogida (Harreragune) «son nodos clave para ordenar y dirigir el flujo de ciudadanos y ciudadanas que llegan a los diferentes sistemas y servicios de carácter general».

«La pretensión es que esto también redunde en una mejora de la atención y funcionamiento del conjunto de sistemas y servicios públicos para toda la ciudadanía», asevera, y advierte de que «algunos de los aspectos que más suele señalarse es el de las derivaciones cruzadas entre Harreragune y el Sistema Vasco de Servicios Sociales.

«Sin embargo, en la práctica se está comprobando que el volumen de estas derivaciones es limitado, confirmando que es un error identificar automáticamente el origen extranjero con la exclusión social o la desprotección», destaca el documento, que recoge una perspectiva de género, una dimensión de derechos y una dimensión lingüística.

Euskara

A este respecto, el manual indica que «la adquisición de las competencias lingüísticas en euskera y castellano es un elemento transversal, ya que, además de incidir en la autonomía y el desenvolvimiento social, en muchas ocasiones, se relaciona directamente con otros ámbitos como el educativo o el del empleo».

«No podemos obviar que el aprendizaje del euskera enfrenta obstáculos como su coste económico y para las personas de origen extranjero, de forma adicional, dificultades muy particulares marcadas por las condiciones de vida, laborales, situaciones legales, familiares, etc. Por todo ello, es necesario garantizar el derecho a conocer y vivir en euskera a toda la ciudadanía, incluidas las personas de origen extranjero, favoreciendo la igualdad de oportunidades para su conocimiento y facilitando los medios para ello», subraya.