El Bera Bera ha logrado sacarse su espina clavada de las últimas temporadas clasificándose a la fase de grupos de la EHF European League después de remontar la eliminatoria ante el MKS Lublin polaco. El pabellón José Antonio Gasca se ha vestido para sus mejores galas y, esta vez, la grada ha estallado de felicidad de volver a ver a su equipo en una fase de grupos de un campeonato continental.

Es la segunda vez que las donostiarras consiguen esta proeza después de la lograda en la temporada 2018-2019. De todas formas, desde la reestructuración de las competiciones europeas, es la primera vez que el Bera Bera se hace un hueco en la fase de grupos de la ahora denominada EHF European Cup –hace seis temporadas se llamaba EHF Cup–.

«Hemos cumplido un sueño que lo estábamos buscando los últimos años». Desde 2019, exactamente, la última y única vez que el Bera Bera disputó la fase de grupos de la segunda competición europea, antes denominada EHF Cup y ahora EHF European League. Con la responsable de la sección de balonmano de la entidad donostiarra a la cabeza, equipo, cuerpo técnico, voluntarios y trabajadores del club se han enfundado en abrazos una vez que las colegiadas Marija Ilieva y Silvana Karbeska han indicado el final del partido y, por tanto, de la eliminatoria. El último gol de Maitane Etxeberria para poner el definitivo 26-20 ha sabido a gloria a un Bera Bera que se había quedado en la orilla de la fase de grupos en las últimas temporadas. Cada temporada se repetía el mismo mantra, con el club asegurando que tenía una espina clavada y jugadoras y afición llevándose un palo tras otro en las eliminatorias definitivas.

Hoy, «por fin», se ha hecho realidad el sueño de las donostiarras, que han estado bien escoltadas por la multitud que se ha acercado a Jose Antonio Gasca. El pabellón se había vestido para sus mejores galas y, esta vez, ha estallado la fiesta al son de la marcha de Donostia. Antes, cómo no, ha tocado sufrir; ni cuando el Bera Bera ha conseguido una ventaja de siete –14-7 en la primera mitad– o de ocho –24-16, en el tramo final– parecía todo escrito ante un MKS Lublin que, pese a acercarse a cinco goles –25-20 a falta de un minuto–, no ha podido forzar la prórroga.

Obligadas a remontar

El equipo dirigido por Imanol Álvarez estaba obligado a ganar por cinco o más goles después de caer 23-19 en el partido de ida. Bera Bera mereció más pero se dejó ir en lo últimos minutos, algo que no ha ocurrido hoy, y menos mal. Con 25-20 a favor y posesión del rival, Arrojería ha realizado un último robo para redondear su magnífico partido y ha servido a Maitane Etxeberria para cerrar definitivamente el partido.

La usurbildarra ha sido la brújula del equipo en todo momento. Estuvo a todo: robando, asistiendo, señalando jugada y, obviamente, marcando. Anotó seis goles en la primera mitad –ocho, en total– y fue protagonista cuando al equipo le tocó apretar los dientes y remar. «Estoy contenta, hoy me han salido las cosas», reconocía a NAIZ tras el partido. «He disfrutado un montón, es una maravilla ver así de entregado al público», añadía.

Las donostiarras han ido por delante en el marcador prácticamente en todo momento –excepto el 1-3 inicial– pero no le bastaba una simple victoria. Arroyo, con su primer gol, ha puesto al Bera Bera cinco arriba por primera vez (12-7, minuto 24) y se ha marchado al descanso con esa misma renta (14-9).

Un parcial de 1-4 a favor de los polacos ha puesto en aprietos a un Bera Bera que ha pagado caro los aciertos de la guardameta Antonija Mamic a Eszter Ogonovsky –no ha marcado ningún gol–. Con los goles de Elba Álvarez, Giuliana Gavilán –en dos ocasiones– y Laura Hernández, con las paradas de Lucía Prades –con el 33% de efectividad– y con una Carmen Arroyo que se ha crecido en la segunda mitad han encarrilado la eliminatoria (24-16) y la amenaza final del Lublin mediante Tomczyk, Pastuszka y Posavec (25-20, minuto 59) no ha ido a mayores.

«El objetivo de esta temporada, al menos personalmente, era clasificarse a la fase de grupos. Lo hemos conseguido delante de nuestra gente a la que le hemos ofrecido un buen partido», resumía Imanol Álvarez la proeza que logró su equipo. Ahora «toca disfrutar pero también competir en todos los partidos; ya no tenemos nada que perder».