
El no del PNV, cambiando su posición de hace dos años, ha puesto la puntilla al impuesto extraordinario a los beneficios de las energéticas, sumado al de Junts, que votará en contra de todos los decretos a debate este miércoles. Con ello cumple el deseo expresado por Iberdrola o Repsol, en este caso aderezado por amenazas directas de retirada de inversiones por parte de su consejero delegado, Josu Jon Imaz. Se alinea además con PP y Vox en el rechazo al decreto del Gobierno español.
Idoia Sagastizabal ha sido la encargada de presentar la posición de este grupo. Ha optado por el ataque como defensa, acusando a EH Bildu, ERC o Podemos de «demagogia y teatralización». Considera que no es realmente un impuesto a beneficios extraordinarios sino que «gravan más» que eso. Y se ha preguntado «por qué solo a este sector y no a distribución o farmacéuticas, que también tienen muchos beneficios».
Junto a ello, ha insistido en calificar de «falso» que las haciendas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa vayan a perder 67 millones este año al decaer este impuesto. Oskar Matute, desde EH Bildu, se ha reafirmado en ello indicando que los propios representantes institucionales del PNV lo han reconocido. Según su argumentación técnica, en primera instancia Petronor o Iberdrola ingresan en la Hacienda estatal y no en la de Bizkaia, aunque las transferencias posteriores sí puedan producir esa cantidad.
Sagastizabal a Matute: «Para su tranquilidad, los servicios públicos de Euskadi están garantizados»
Ha reprochado a Matute que «parece usted muy preocupado por cómo se va a cubrir el agujero, pero ¿dónde se recoge la participación de las haciendas vascas para asegurarnos? Para su tranquilidad, los servicios públicos de Euskadi están garantizados». Tras subrayar su no, se ha abierto a «lo lógico, que es revisar el Impuesto de Sociedades para corregir lagunas. En ese debate sí nos encontrarán».
Matute: «No hacemos política para el CEO de Repsol»
Oskar Matute, desde EH Bildu, ha defendido el impuesto recordando que el propio Josu Jon Imaz admite que «esto es una nimiedad para lo que ganan». Y ha incidido en la «autoenmienda» del PNV: «Ustedes votaron a favor y permitieron este gravamen y ahora dicen no. Se lo agradezco: no es coherencia, pero sí es honestidad».
Matute a Sagastizabal: «Lo dijo Josu Jon Imaz, esto es una nimiedad para lo que ganan»
En respuesta a las acusaciones de «demagogia», el diputado abertzale de izquierdas ha dicho que el panel de votación habla por sí solo: el PNV votará lo mismo que PP y Vox, y también que Junts, lo que dibuja una unidad entre todas las derechas en este ámbito. «Ese es el dato, y dato mata a relato», ha replicado a Sagastizabal.
El representante de EH Bildu ha marcado así la diferencia entre ambas formaciones: «Nosotros no hacemos política al servicio de un CEO de Repsol, sino de la gente. Para EH Bildu, primero está el país y luego al partido».
PSOE, Podemos y ERC
La vicepresidenta española María Jesús Montero ha explicado la posición del PSOE con un tono resignado, que delataba la conciencia desde el inicio de que no habría opción de sacar adelante este decreto. Ha dicho que la resolución del Consejo de Ministros fue «fruto de un compromiso político», con el ala izquierda de sus socios, pero «lo traemos aquí siendo conscientes de la dificultad por la posición que cada formación tiene. Hemos hecho lo humanamente posible para que esta medida pudiera abrirse camino. Aceptaremos el resultado desde la normalidad democrática».
A futuro, Montero se ha limitado a decir que «el debate sobre fiscalidad verde va a ser uno de los caballos de batalla a futuro». Y ha criticado que «este es el discurso trasnochado de la derecha; bajar impuestos siempre y en cualquier ocasión».
A Jone Belarra (Podemos) no le ha gustado el tono bajo de Montero y así lo ha delatado en su discurso: «Ustedes, PNV y Junts, no son los principales cachorritos de Repsol, es el PSOE quien está aquí defendiendo los intereses de Repsol. Quizás esté ahora Pedro Sánchez en Davos reunido con Josu Jon Imaz pidiéndole perdón. Es triste».
Desde ERC, Gabriel Rufián ha cargado contra Junts, señalando que las amenazas de las energéticas con retirar inversiones (como una planta de Repsol en Tarragona) «solo pueden tener un nombre: chantaje». Ha dicho que el partido representado en la tribuna por Miriam Nogueras se retrata como «lo que siempre ha sido, derecha». Y se ha mostrado muy pesimista con la creciente unidad de las derechas, augurando que acabarán dando la estocada a Pedro Sánchez «sin que el PSOE se entere todavía de qué está pasando».

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