Daniel   Galvalizi
Periodista

Las derechas tumban los decretos sociales en un pleno marcado por la riña PNV-PP

La derogación del «escudo social» y el gravamen a las energéticas ha llegado comandada por PP, Vox y Junts, con diferentes excusas. Génova rechaza la restitución de la sede parisina del Gobierno Vasco en el exilio y se enzarza en un áspero enfrentamiento verbal con el PNV. El PSOE, en modo víctima.

Nogueras ha anunciado el no de Junts a todos los decretos entre duras descalificaciones al Gobierno Sánchez.
Nogueras ha anunciado el no de Junts a todos los decretos entre duras descalificaciones al Gobierno Sánchez. (Fernando Sánchez)

Minutos después de las 10.00 comenzaba el primer pleno del año. Una sesión extraodinaria para votar tres decretos y el suplicatorio de José Luis Abalos que comenzó con mucho bullicio por el reencuentro después de cuatro semanas de todos los legisladores. Besos y abrazos entre los pares y tantas charlas que la presidencia del Congreso tuvo que pedir varias veces silencio. Pero duraría muy poco...

El debate bronco y la oposición acérrima de las derechas que se percibieron a fines de 2024 han vuelto a hacerse presente y acabado con darle al Gobierno Sánchez una primera pésima jornada legislativa: PP, Vox, UPN y Junts han tumbado el decreto ómnibus que incluía el aumento de las pensiones, las ayudas al transporte público, la prohibición a los desahucios y a cortar luz agua y gas a las familias vulnerables y un paquete de ayudas a las víctimas de la DANA, además de la devolución al PNV del edificio parisino donde funcionó el Gobierno Vasco en el exilio.

Además, y aquí con acompañamiento del PNV, han derogado el otro decreto que renovaba el gravamen a las ganancias extraordinarias de las empresas energéticas (algo que Moncloa ya desde diciembre daba por descontado). El PP sí ha votado a favor de la iniciativa sobre la «mejora de la compatibilidad de la pensión de jubilación con el trabajo», apoyada por el PSOE y Sumar y rechazada por la izquierda de la cámara. Sobre el final, y en voto secreto y con papeleta en urna, se ha aprobado el desafuero del exministro de Fomento por el «caso Koldo», solicitado por el Tribunal Supremo.

Unidos para derogar

Sin Pedro Sánchez presente (está en el Foro Económico de Davos) ni tampoco el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, el pleno extraordinario de este miércoles ha retratado la fragilidad parlamentaria del Gobierno de coalición para aprobar su agenda y la estrategia de acoso y derribo de las derechas españolas y catalana aunque eso implique una pérdida de beneficios inmediata para los sectores más vulnerables, como era especialmente el Real Decreto ómnibus.

«¿A alguno les han votado para bajar las pensiones, suprimir las ayudas al transporte público o no ayudar a los afectados por la DANA?», ha preguntado Bolaños, pero sin resultado

 

Cuando el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, pedía la aprobación, preguntaba a los diputados: «¿A alguno de ustedes les han votado para bajar las pensiones, suprimir las ayudas al transporte público, o para no ayudar a los afectados por la DANA?». Todos los partidos del bloque de investidura han dado su apoyo a ese Real Decreto, con la excepción del partido de Carles Puigdemont.

Al concluir la votación, el mismo Bolaños ha dicho a los medios: «Cuando haya 12 millones de pensionistas que no tengan aumento en su pensión, que recuerden que es por el PP y la compañía de otros. Y cuando a la gente mañana le suba el transporte público, que recuerde que es por el PP, en compañía de otros». También ha rechazado que vaya a haber en estos días un Consejo de Ministros extraordinario para elaborar un nuevo Real Decreto de urgencia para reintentar las medidas.

Visiblemente enfadada, la vicepresidenta María Jesús Montero, que suele detenerse a responder a la prensa, esta vez solamente ha pedido a los periodistas que pregunten «a quienes han votado ‘no’», y ante las repreguntas sobre qué actitud tomará el Gobierno ante la caída de las ayudas, ha insistido con firmeza: «¡Que respondan los que han votado en contra!».

Un ministro y miembro del PSOE aseguraba en conversación informal con la prensa que lo del Real Decreto ómnibus «estaba requetenegociado y acordado, y quien diga que no, miente». Y ha recalcado que Junts no había expresado desacuerdos con su contenido y que ahora «por algunas circunstancias» han decidido volver al «no a tot».

El portavoz del PP en Economía, Juan Bravo, ha dicho para explicar su rechazo que con el «ómnibus» se demostraba «el poco respeto que el Gobierno tiene por el ordenamiento jurídico, las Cortes y los españoles», puesto que llevaba en su letra «chantajes y recortes». Ha pedido a Sánchez que se someta a la cuestión de confianza que propone Junts o, si no, «convoque a elecciones».

Como contrapartida, ha anunciado que el PP iba a presentar tres proposiciones de ley por separado para los mismos sectores. Insólitamente, con los mismos recursos que Moncloa propone: tres diferentes para los afectados de la DANA, los pensionistas y las  ayudas al transporte público. Fuentes del grupo parlamentario informaban tras el pleno de que estaban dispuestos a apoyar un nuevo decreto que solo incluyera esas tres cosas.

Nogueras ha justificado la negativa de Junts en la pérdida de confianza con el Ejecutivo y ha tildado a sus miembros de «trileros» o «chantajistas»

 

Durante las primeras horas de la sesión, desde la cima de Génova dejaban trascender que no era seguro el rechazo al «ómnibus» y pedían paciencia a la prensa, en un claro intento de esperar a ver la posición que tendría Junts. Finalmente todo se decantó por la negativa.

Miram Nogueras, portavoz de Junts, ha justificado su negativa en la pérdida de confianza con el Ejecutivo y ha soltado una andanada de descalificaciones contra el PSOE: los ha llamado «trileros», «piratas», «chantajistas» y «manipuladores».

Sobre la norma que gravaría a las energéticas, y que hubiera dotado de 100 millones de euros extra a las haciendas vascas, había menos expectación porque nadie dudaba de que sería rechazada. Esto redundará en 1.100 millones menos de euros anuales para el Estado español.

El pleno ha tenido un momento de tensión cuando el diputado Ignacio Hoces (Vox) se negaba a bajar del estrado y continuaba hablando y el vicepresidente de la Cámara, Alfonso de Celis, le ha terminado apagando el micrófono. Hoces le ha dicho varias cosas antes de irse en un lenguaje corporal de poca camaradería parlamentaria y, al retirarse, de Celis le ha respondido con un enérgico llamado al orden: «No amenace a la presidencia de la Mesa». Fuentes de la Mesa del Congreso han informado a NAIZ de que la amenaza ha sido: «Cuando estemos nosotros, os vais a enterar».

PP y PNV, a la gresca

Otra de las notas de la jornada ha sido el inédito nivel al que ha llegado la confrontación entre «populares» y jeltzales. La diputada Idoia Sagastizabal ha hecho mención en el atril a las declaraciones del portavoz Miguel Tellado contra la devolución del edificio de París. «Es un edificio que fue robado por la Gestapo y que entregó a Franco, adquirido por fondos del PNV. Soy más educada que usted, siga siendo tan torpe y siga haciendo amigos, que así le irá fenomenal, como hasta ahora, que no consigue nada porque no quiere», ha señalado. Y se le ha escuchado terminar con «lotsagabe» («sinvergüenza»).

El PP sigue considerando «patrimonio del Estado» la sede del Gobierno Vasco incautada por Franco; Sagastizabal (PNV) ha llamado «lotsagabe» a Tellado

 

En el hemiciclo, quien ha respondido ha sido Juan Bravo: «Señores del PNV, expliquen sus derechos en vez de insultar. Pero utilizar el patrimonio del Estado para beneficiar a un partido político está mal. Aquí no venimos a hacer amigos, venimos a defender a los españoles, y si la amistad cuesta 16 millones de euros, eso no es amistad». La cifra es en alusión al valor estimado del palacete.

El portavoz Aitor Esteban ha querido hablar en el patio del Congreso sobre la situación. Sobre los calificativos de «chantaje», ha respondido que el PNV «lo que hace es política» y ha añadido que su partido puede «presentar una hoja de servicios bastante respetable» al respecto. Y sobre la deriva de Génova, ha asegurado no entenderla.

«Supongo que hacen una mala lectura, pensar que Euskadi es Galicia y no es así. Creen que nuestros votantes se pasarán al PP porque dicen que estamos vendidos a la izquierda y todo eso… y es no entender al votante vasco. Es políticamente muy torpe. Y Tellado es además muy maleducado, pero bueno, no tiene una base fuerte ideológica, viene de la izquierda gallega y ahora está defendiendo posiciones neofascistas. Que cada uno aguante su vela. (...) En la investidura Feijóo nos contestó en conjunto con Bildu y eso no se me va a olvidar nunca. El nuevo PP no entiende la política de generar confianzas, yo conocí otro PP», ha respondido.

Cuando ha podido volver a disponer de micrófono, ya en la Diputación permanente vespertina tras el pleno, Tellado ha arremetido nuevamente y con sarcasmo: «Seré breve para que los compañeros del PNV vayan a cambiar las llaves del palacete de París. ¡No les pertenece!».

¿Y ahora qué?

Un alto cargo de Génova preguntado por NAIZ ha dicho: «Ha sorprendido a muchos este conflicto, pero es que ellos [los jetzales] no aflojan. Son muy ‘especialitos’ y hay una cuestión de tonos distintos». La posibilidad de tender puentes para enlazar una futura investidura, que podría no ser tan lejana, no parece ser una preocupación en el PP de Feijóo.

Como tampoco le preocupa el ajuste que significará desde este jueves el retroceso en las ayudas de transporte para millones de trabajadores y la merma en las pensiones. Desde Ferraz han respondido a NAIZ que se esperará unos días para pensar una solución pero se percibe el interés en que las derechas se retraten y los bolsillos de los ciudadanos sientan el rigor de la derogación. Las Navidades ya son historia, el combate en el Congreso ha vuelto.