Ramón Sola

Todos los caminos llevan a Roma: encrucijada decisiva en el conflicto de la grada de San Mamés

El cisma en la grada de San Mamés derivado de las actuaciones de la Ertzaintza se ha enconado aún más este domingo en el partido ante el Mallorca. Las redes hierven en defensa de unos y otros pero coinciden en un aspecto: lo que ocurra el jueves en el encuentro clave ante la Roma marcará el futuro.

Iñigo Cabacas Herri Harmaila, en el partido de este domingo ante el Mallorca.
Iñigo Cabacas Herri Harmaila, en el partido de este domingo ante el Mallorca. (Aritz Loiola | Foku)

Cuatro meses después de que se iniciara la huelga de animación en Iñigo Cabacas Herri Harmaila, la situación sigue pudriéndose día a día ante la falta de soluciones. Así se ha reflejado en el partido de este domingo ante el Mallorca: silencio generalizado en gran parte del partido, silbidos ante algunos conatos de animación y gritos puntuales de «Donde está, no se ve, la afición de San Mamés».

A enrarecer aún más el ambiente han contribuido las filtraciones previas en prensa, aparentemente desde el entorno de la directiva, que apuntan a un nuevo paso contra ICHH: según publicaba este mismo domingo ‘El Correo’, el Athletic valora una consulta para ver si la masa social apoya «reordenar» esa grada en el caso de que continúe sin animar. Un globo-sonda que obviamente ha provocado más crispación porque no avanza en la búsqueda de soluciones consensuadas como plantearon referentes importantes del Athletic en esta carta pública, ‘Socios y socias por una grada popular en San Mamés’.

La división en la grada se ha trasladado a las redes sociales, donde muchos critican la pasividad (o más aún acusan de agravar la situación) al presidente Uriarte.

 

Otros, en cambio, le reclaman más «mano dura» frente a ICHH.

 

Hace mes y medio, pareció abrirse una posibilidad de desinflamar la cuestión, pero no ha terminado de cuajar. Han pasado ya unos 60 días desde que ICHH trasladó a la directiva de Jon Uriarte unos mínimos básicos para el acuerdo. A saber: 1) «Fin de actuaciones constantes e intervenciones violentas de las fuerzas de seguridad (tanto privada como Ertzaintza dentro de la grada con el objetivo de evitar la creación de conflictos y momentos de tensión innecesarios». 2) «Defensa por parte del club para las personas dinamizadoras de la animación y levantamiento de vetos». 3) «Defensa de los socios por parte del club ante estamentos ajenos al mismo. Cambio en el modelo de seguridad de San Mamés, especialmente de la Herri Harmaila, donde el club actúe de mediador y defensor de los socios».

La falta de respuesta ha enquistado la situación en los últimos partidos. Y más aún cuando se advierten constantes maniobras contra la grada popular, desde noticias sobre búsqueda de nuevos speakers por vías surrealistas a intentos de dividir en «buenos» y «malos» a los grupos que se sitúan en esa zona.

 

Este lunes IICH ha emitido un comunicado con algunos elementos aclaratorios y otros informativos. Así, hace saber que el 18 de febrero el Athletic le presentó un documento con «lo que debían ser los principios básicos y compromisos de la Herri Harmaila». Considera que se trata de un documento «unilateral» y cuya publicación deja además «margen mínimo de negociación y mejora».

Recuerda aquí que «lo dejamos claro desde el principio, no íbamos a firmar ningún documento que convirtiese la Herri Harmaila en ninguna grada fans controlada por ningún estamento. Una grada popular solo puede ser libre y viva». Entiende que el club busca un modelo como el de la grada del Real Madrid. Tras analizar el procedimiento constata, además, que este documento fue una mera «maniobra mediática y de presión».

Por su parte, ha trasladado al club una propuesta consensuada con «otros grupos de dinamizan la animación». Y mientras tanto, «dada la vital importancia del partido de este jueves», ofrece una alternativa para que San Mamés «ruja como la ocasión lo merece. Dado que la gran mayoría de nuestros dinamizadores no pueden usar elementos de animación del club, hemos solicitado permiso para introducir los nuestros (dos megáfonos, dos bombos y tres banderones ignífugos), para dinamizar de la mejor manera posible la animación desde el bloque 108».

«Si no hay impedimientos, haremos de San Mamés un infierno como en las grandes citas zurigorris», promete Iñigo Cabacas Herri Harmaila.

Valverde y Arrasate

Mientras tanto, ha tomado cuerpo un debate peculiar sobre a quién corresponde animar en San Mamés: si solo a esa grada, que algunos sostienen que está obligada a ello por su propia condición, o a todo el resto del campo. En redes se descalifica ya generalizadamente como «comepipas» a quienes no jalean al equipo pero sí abren la boca para pitar a ICHH.

El propio Ernesto Valverde ha sido interpelado por la cuestión y ha respondido así.

 

Jagoba Arrasate, entrenador del Mallorca que conoce muy bien San Mamés, también ha puesto un punto de sensatez tras reconocer que la situación «se nota» y «es una gran pena».

 

En resumen, que la situación está absolutamente bloqueada a la espera de lo que ocurra en el crucial partido del jueves ante la Roma, en que el Athletic tiene que remontar un 2-1, con la final de Europa League en San Mamés en el horizonte. El club ha hecho público un vídeo al respecto al final del partido de San Mamés, creando expectativas que muchos han visto frustradas luego. También hay quien ha visto intencionalidad contra la grada popular en esta producción. Y es que en este contexto confuso todo se interpreta...

 

 

Y en todo este río revuelto hay un protagonista que tiró la piedra y ahora esconde la mano: la Ertzaintza –y la seguridad privada del estadio–, cuyas actuaciones arbitrarias están en el origen de este conflicto como detallaba esta entrevista a Pello Magunagoikoetxea (IICH) en NAIZ hace algo más de un mes. Fue una carga en los pasillos en el partido contra el Real Madrid en diciembre la que desató todo esto.