Trabajadores de la planta de Bridgestone Basauri han secundado este martes la primera de las tres jornadas de huelga convocadas contra los 335 despidos (el 40% del total de empleados) planteados por la dirección de la multinacional.

Desde las 05.00, en el primer turno de trabajo, los huelguistas se han movilizado ante la planta que, según han confirmado fuentes sindicales, está con la producción detenida. Las primeras horas han transcurrido bajo la presencia de los antidisturbios de la Ertzaintza, pero no se han registrado incidentes.

Fernando Caballero, miembro del comité de empresa por CCOO, ha explicado a NAIZ en la entrada de la factoría que apenas ha entrado algún trabajador de oficinas y los miembros de la dirección local.

Caballero ha señalado que el anuncio de la empresa ha sido «un mazazo para la plantilla», ya que no se esperaban «un volumen tan grande de despidos».

Los sindicatos y la dirección de la multinacional fabricante de neumáticos constituyeron ayer la comisión encargada de negociar las condiciones del expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta en total a 546 empleados de las plantas de Cantabria y Bizkaia.

La creación de esta comisión da inicio al periodo de consultas preceptivo antes de que la autoridad laboral autorice la extinción de estos contratos, consultas que se llevarán a cabo los días 11,14, 24 y 30 de abril, y 5 y 6 de mayo.

ELA pide una huelga indefinida

A través de una nota de prensa, ELA ha señalado que, ante «la dimensión del ataque de la empresa», defiende la convocatoria de una huelga indefinida «con el objetivo de revertir este ERE injusto y desproporcionado».

Según ha señalado el sindicato, de momento, la mayoría del Comité de empresa de Basauri no ha aceptado esta posición. Así, ELA ha pedido realizar una asamblea general para tratar la situación y votar la convocatoria de la huelga indefinida.

Manifestación por la tarde

Por la tarde, una manifestación que ha partido desde la entrada de la planta ha recorrido las calles de Basauri para finalizar en la plaza Arizgoiti, bajo el lema ‘Bridgestone, despidorik ez. ¡Plan industrial ya!’. 

Los manifestantes han coreado lemas como «No sobra nadie», o «Si esto no se arregla, leña, leña, leña», o «Si esto no se apaña, caña, caña, caña». En una segunda pancarta que portaban los trabajadores se leía «Bridgestone por la defensa del empleo. No a la deslocalización».

Los trabajadores de la planta de Basauri iban ataviados con su ropa de trabajo y han exhibido pegatinas con el texto «No a los despidos. Borroka merezi du. Huelga. Plan industrial ya».

A la marcha se han sumado personalidades políticas y sindicales como el secretario general del PSE, Eneko Andueza; la secretaria general de CCOO-Euskadi, Loli García; la diputada foral vizcaina de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada; el portavoz de EH Bildu en Juntas Generales de Bizkaia, Iker Casanova; y el alcalde de Galdakao, el también soberanista Iñigo Hernando, entre otros.

A su llegada al Ayuntamiento, han leído un comunicado en nombre de la plantilla en el que los trabajadores se han mostrado convencidos de que la fábrica atraviesa «el peor momento» de su casi un siglo de historia «al comenzar un proceso de deslocalización» y «llevarse la mayor parte de la producción a la otra planta, en Polonia».

La plantilla ha acusado a la compañía, que «suma beneficios enormes» y «se aprovecha de todo tipo de ayudas públicas», de pretender despedir a 335 trabajadores en Basauri y 211 en Puente San Miguel «en un gesto de avaricia desmedida».

Según han señalado, la noticia «ha caído como un mazazo sobre los trabajadores y sus familias», que «no deben ser más que unos simples números con los que esta dirección egoísta proyecta incrementar miserablemente sus beneficios».

«De llevarse a efecto, estas fábricas quedarán heridas de muerte, con una producción muy baja, dejando de ser competitivas. En tal circunstancia, el siguiente paso de la compañía podría ser provocar su cierre. Sobran ejemplos, por desgracia, que nos llevan a pensar que ese podría ser el peor destino de esta empresa desde 1933», han advertido.

«Efecto arrastre»

Además de las pérdidas de puestos de trabajo, han señalado, «el efecto de arrastre se cebará también en las contratas» y en trabajadores de otras empresas «que prestan diversos servicios» a Bridgestone, así como al comercio local, «destruyéndose, a la postre, un número de empleos imposible de calcular que empobrecerían aún más la economía local».

El portavoz de los trabajadores ha recordado empresas como Basconia, AHV o Astilleros Euskalduna que «se convirtieron en patrimonio social» del territorio. «Esta empresa, se llamase en su día Firestone o ahora Bridgestone, ha sido siempre la fábrica de ruedas de Bizkaia», ha añadido.

Por ello, ha reivindicado a Bridgestone como «parte del legado histórico industrial vasco». «Somos un pueblo trabajador vinculado desde siempre a la industria, que ha sido el motor del desarrollo en Euskadi desde hace generaciones. Aquí han trabajado familias, nuestros abuelos, padres, hijos, hombres y mujeres a lo largo de 92 años, no solo de Basauri, sino también de localidades vecinas, quienes entregando su esfuerzo, sudor y su voluntad, han hecho posible la creación de una nueva economía», ha manifestado.

Tras apelar al «orgullo obrero que levantó esta fábrica en momentos muy difíciles de la historia, enfrentándose a una guerra y a una terrible dictadura después y capeando contra diversas crisis económicas en las últimas décadas», el representante de la plantilla ha advertido de que «todo eso no puede quedar en nada».

«Esta que hoy iniciamos es una lucha contra el miedo, contra la codicia de unos pocos que, sin un atisbo de empatía, no les importa condenar a la precariedad a muchos trabajadores y a su entorno», ha subrayado, a la vez que ha llamado a mantenerse unidos.

«Convirtamos el miedo en orgullo, en energía y convencimiento para encarar la incertidumbre que nos aguarda. Juntos somos más fuertes y en Bridgestone no sobra nadie», ha concluido.