El parlamentario de EH Bildu Gorka Ortiz de Guinea pidió al Departamento de Seguridad información sobre el uso de armas de fuego por parte de la Ertzaintza en los últimos 10 años, pero la respuesta solo recoge los casos desde 2023 y hasta el primer trimestre de 2025. Han sido un total de 184 casos, de los que 19 se han dirigido contra personas, todas menos una con el uso de balas de foam, y la otra con una escopeta contra las ruedas de un vehículo.

En los casos dirigidos contra personas, el informe de Seguridad afirma que «no se puede determinar el diagnóstico médico de estas porque, en la mayoría de los casos, no fueron alcanzados por el proyectil o no se dispone del dictamen médico».

Las balas de foam se disparan para responder a «desórdenes públicos», pero también se han usado para reducir a individuos, a veces con ayuda de pistolas táser.

Llama la atención un caso del 30 de marzo en Bilbo para la «reducción de una persona con problemas psiquiátricos armada con un cuchillo, que recibió cinco disparos de bala de foam que le ocasionaron diversas contusiones en el tronco».

DISPARO A LA RUEDA

También se recoge que en una ocasión la Ertzaintza disparó en Derio «una bala de escopeta a la rueda derecha de un vehículo que se había dado a la fuga tras un robo en Amorebieta-Etxano, con la única intención de evitar el acometimiento o el atropello a los agentes».

Según la Orden de Servicio nº 20, apartado 3.2: «Las armas sólo podrán utilizarse cuando exista un riesgo racionalmente grave para la vida o integridad física de los y las agentes o de terceras personas».

Y añade que «el uso de armas de fuego es una medida extrema, utilizable sólo en caso de resistencia armada o peligro para la vida, y no pueda detenerse o reducirse a la persona agresora mediante otro tipo de medidas. En ningún caso está permitido el uso intimidatorio del arma de fuego, mediante la realización de disparos al aire, para proceder a la detención de una persona que emprende la huida».

165 ANIMALES MUERTOS

El informe de Seguridad sobre el uso de armas de fuego detalla también 165 intervenciones para abatir animales heridos o que estaban en la vía «poniendo vidas en riesgo».

Ante estas situaciones, la normativa interna de la Ertzaintza recoge que «en aquellos casos en que la presencia en lugares públicos o privados de animales, salvajes o domésticos, que por encontrarse en situación o circunstancias que hagan prever racionalmente la posibilidad de ocasionar un grave peligro para las personas o bienes, aconseje su abatimiento de forma urgente, se procederá a utilizar el arma larga reglamentaria con cartucho de L2 Gauge con proyectil de bala».

Y «en casos de animales heridos de gravedad que se hallen en la vía pública o en circunstancias o condiciones que puedan afectar a la sensibilidad», la instrucción interna determina que «se procederá a darles muerte previa solicitud de autorización expresa de la persona propietaria o encargada o a su requerimiento, siempre y cuando sea posible».

«En todo caso -recoge la normativa- se observarán las medidas de seguridad oportunas para evitar daños a personas o bienes, y se actuará bajo el principio de proporcionalidad».