Las tormentas y granizadas que han caído este miércoles por la tarde han sacudido sobre todo la Zona Media –Tafalla, Mendigorria y Pueyo– y Sakana, en Nafarroa, y Lautada, en Araba. En numerosos lugares se han tenido que cortar varias carreteras por acumulación de agua o granizo y por las balsas que se han formado, y también se ha visto afectada la red ferroviaria.
Asparrena (Araba)
— Bomberos Euskadi (@BomberosEuskadi) May 14, 2025
Arratsaldeko ekaitzen ondorioz gertatutako arazoak konpontzen ari gara
Estamos solventando problemas generados por las tormentas de la tarde @BomberosAraba, Parkeak
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Una intensa granizada ha cortado el tráfico en la carretera N-121 (Iruñea-Tutera) a la altura de Pueyo, donde varios conductores han soportado una espectacular tromba de agua, según reportan vídeos que algunos ciudadanos han subido a las redes sociales.
El tráfico se ha tenido que desviar desde N-121 en el acceso a la NA-8607 para impedir la entrada en esta vía desde ambos sentidos de la N-121. También se ha desviado hacia la AP-15, ya que a la altura de Pueyo está cortada por granizo.
La NA-132A en Murieta se encuentra con un torrente de agua en la vía. Aunque de momento no se ha cortado la vía, están señalizando la balsa.
Además, los trenes entre Altsasu e Iruñea se han interrumpido en Etxarri Aranatz, aunque más tarde se ha restablecido el tráfico ferroviario.
El centro de Nafarroa se encontraba en alerta naranja por las fuertes precipitaciones. Se han registrado hasta 50 litros por metro cuadrado en la zona de Pueyo, según Aemet.
En Dulantzi, se ha desplomado el techo del interior de un centro escolar a causa del agua acumulada en un tejado. Han tenido que desalojar a 50 menores, que no han sufrido daños personales.
Gasteiz también se ha visto afectada por una fuerte tormenta esta tarde, con numerosas balsas de agua en las calles, pequeños desbordamientos e inundaciones. Según Aemet, se han acumulado 28,6 litros en poco más de una hora.
En Gipuzkoa, en el barrio Gesaltza de Arantzazu, en Oñati, se ha producido una gran riada al no poder absorber el monte todo el agua que caía. El desprendimiento ha causado daños en al menos dos caseríos.

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