El modelo D con PAI hace agua, con fugas de centros y familias en contra
La inmersión en euskara con PAI ha alcanzado un punto insostenible. A los abandonos del programa por parte de los colegios de Elizondo y Gares, se suma ahora las críticas de la primera coordinadora de familias afectadas, muchas de ellas de entornos donde el euskara vive una situación muy delicada.

El modelo educativo híbrido que combina la inmersión lingüística en euskara, pero quitándole horas en favor del inglés, se ha sumido en una crisis de difícil salida en Nafarroa. El Departamento de Educación, a través de dos órdenes forales, ha dado una vuelta de tuerca para forzar a impartir en inglés asignaturas troncales, provocando la reacción de las familias y la primera gran reacción coordinada intercentros. Y esta rebelión se suma, además, a la salida de los dos primeros centros de modelo D sujetos al Programa de Aprendizaje de Idiomas (PAI).
La normativa que más contestación genera es la Orden Foral 57/2024 por la que se amplían las sesiones que han de impartirse en inglés cada semana, elevando el mínimo de 6 a 7 (podrían hasta 12) en Primaria (Lehen Hezkuntza) y de 3 a 4 en Infatil (Haur Hezkuntza). La aplicación de esta Orden Foral implica también que las materias en inglés pasan de ser las más livianas como plástica a troncales como ciencias, donde es fundamental comprender los conceptos.
La segunda Orden es la 58/2024 que amplía en el mismo sentido las horas en inglés en los centros de Eduación Secundaria. La norma establece que deberán ofrecer en lengua extranjera las materias de: Geografía e Historia, Biología y Geología, Física y Química, y Educación Física.
El PAI comenzó a implantarse en Nafarroa en 2011 –Yolanda Barcina llegó a definirlo en un debate televisivo como su plan para contener la expansión del modelo D– y, hasta este año, solo dos centros habían conseguido abandonar el Programa: Castejón (2021) y Cascante (2023). Ambos son centros de enseñanza en castellano.
Como el PAI no tiene rango de «modelo educactivo» y se lo concibe como mero refuerzo del aprendizaje de inglés es combinable tanto con el modelo G (castellanoparlante) y el modelo D (inmersión en euskara).
Este 2025, sin embargo, se conoció que el próximo curso abandonarán el PAI los dos primeros centros de modelo D, que son el de Gares (localidad tradicionalmente ubicada en la zona no vascófona, que pasó a mixta en 2017) y el de Elizondo (zona vascófona).
Ambos procesos de salida no estuvieron coordinados. De ahí que para Gares el Departamento aceptó una salida algo un poco más rápida que en Elizondo. Aunque ambos serán abandonos graduales.
Otros de los centros de modelo D con PAI –hasta donde ha podido saber este periódico– también estaban preparando planes e informes técnicos para salirse del PAI para que fueran valorados por Educación, pero estos proyectos para la transición se consideraron demasiado verdes como para ser presentados.
Hay que recordar, en este punto, que el Departamento puso muchos reparos a la salida de Castejón. Y que, en contraposición, la aceptación de la salida de un centro de la zona vascófona, Elizondo, ha despertado esperanza en las direciones de centros que son críticas con el PAI. Si en Elizondo el modelo PAI puede afectar al dominio del euskara, ¿qué no podrá hacer en otras zonas?
Las familias se activan
Hasta la fecha, la contestación al programa era una reivindicación liderada por los profesionales –esto es, el profesorado– que eran los que apreciaban que los resultados no eran los que el Departamento decía que iba a conseguir, así como las fuerzas políticas: EH Bildu, Geroa Bai y las fuerzas que conforman hoy Contigo Zurekin.
Los cambios que implica, principalmente, la Orden 27/2024 en Infantil y Primaria han despertados ahora a las familias. Así, una plataforma que representa a madres y padres de los centros de Erriberri, Tafalla, Gares (donde los alumnos que empezaron en PAI están obligados a terminar la Primaria en ese modelo), Sarriguren, Buztintxuri y Noain explicaron ayer su problemática en el Parlamento.
Allí formularon dos razones que sobresalen sobre el resto. Elevar de 6 a 7 las sesiones de refuerzo a la asignatura de inglés y añadiendo las de castellano implica que en un supuesto modelo de inmersión lingüística solo tres de cada cinco días las clases son en euskara. Y que, a consecuencia de esto, los alumnos no alcanzan los recursos idiomáticos adecuados para dominar el euskara, que es su lengua vehicular.
El aumento de las horas lectivas en inglés, más las horas de castellano, implica que dos días de cinco días a la semana no habrá clases en euskara.
Esta situación alcanza su máximo exponente en aquellos centros de localidades que antes pertenecían a la zona no vascófona, como Erriberri, Tafalla, Gares y Noain.
En esas demarcaciones, el euskara vive una situación muy delicada (solo un 12,8% de la población tiene cierto conocimiento del idioma) y las alternativas para el refuerzo fuera de las clases son muy limitadas, según denunció ayer en el Parlamento Irene Muruzabal, ama del colegio de Erriberri.
Cabe tener en cuenta, también, que como han denunciado en varias ocasiones las familias del centro comarcal de Tafalla, solo un 10% del alumnado tiene un padre o una madre que domine el euskara.
La razón de que exista modelo D con PAI en zonas con un bajo conocimiento de euskara se debe a que, en su mayoría, son líneas de reciente creación, que llegaron de la mano del Gobierno que lideró Uxue Barkos. La de Tafalla es una de las veteranas y tiene 9 años de trayectoria.
Si el centro en el que incluyó la línea era ya un centro PAI, el modelo D tuvo que asumir el programa. Lo que esto implica es que las familias nunca pudieron optar entre un centro público con modelo D tradicional y otro mixto con inglés. El PAI fue su última opción.
De ahí que, en la comparecencia de ayer, Muruzabal denunciase que el aumento de horas en inglés y el salto que supone que la asignatura en inglés pasa ser Ciencias constituye «un modificado unilateral de las condiciones».
Poco democrático
La portavoz de las familias afectadas añadió que no se trata de un cambio consensuado con las familias y tampoco viene como consecuencia de una evaluación. No es propio –resumió esta madre– «de una escuela democrática, participativa e inclusiva».
Muruzabal subrayó que el centro educativo, que en su caso es el de Erriberri, es prácticamente el único espacio donde los alumnos del modelo D pueden relacionarse en euskara. Aunque en la práctica ni tan siquiera es así, puesto que no se trata de centros inmersivos, sino en los que conviven alumnos de castellano y en euskara. «No hay evidencia de la eficacia del PAI en un contexto como el nuestro», aseguró.
El testimonio de Muruzabal fue, además, muy rico en lo humano, pues aseguró que, por todas estas razones, su hijo estaba teniendo problemas para adquirir un nivel adecuado de euskara para que esta sea la lengua vehicular de su enseñanza. A lo que sumó su experiencia profesional como optometrista que trabaja con menores con dificultades de aprendizaje, subrayando que el dominio del euskara en un contexto así cuando se suman además dificultades de base resulta muy complejo.
«¿Recordáis lo importante que era debatir y entender lo que enseñaba el profesor?», ha preguntado Agirre, en referencia a las asignaturas troncales impartidas en inglés.
Por otro lado, Estibaliz Agirre, ama del centro de Gares, ahondó en que el correcto manejo del vocabulario y de las competencias lingüísticas para el aprendizaje de materias clave, como son entorno o ciencias, es esencial. «¿Recordáis lo importante que era debatir y entender perfectamente lo que enseñaba el profesor?», preguntó a los parlamentarios.
«¿Cómo entender el encanto de las mariposas si nos falta vocabulario? Se necesita un vocabulario amplio para que las palabras con las que designamos nuestro entorno no se pierdan», insistió.
A tenor de las intervenciones, no se puede afirmar que los parlamentarios se enteraran de lo que estaba pasando. Ni de que lo que tenían delante son familias que se están movilizando a consecuencia del impacto negativo de sus decisiones en sus hijos y que hablaban de lo que viven en carne propia.
Oídos sordos de los promotores del PAI
El parlamentario de UPN, Pedro José González, cargó con que los contrarios al PAI son «los nacionalistas» y metió en el mismo saco a «apymas, sindicatos y partidos políticos». González, soberbio y falto de tacto, aseguró que podría rebatirles los argumentos, pero que no tenía tiempo.
Más amable, pero igualmente poco receptivo, estuvo Kevin Lucero, del PSN, quien se limitó a leer los principios teóricos que respaldan el PAI en vez de atender a lo que tenía delante, que era el testimonio de familias convencidas de que lo que dice el papel es una falsedad.
Otra cosa es que estas dos formaciones, que son las que apadrinaron el PAI, sean capaces de contener lo que se está generando en toda la comunidad educativa.
Por de pronto, la demanda concreta y mayoritaria de estas familias es que no se oblige a sus centros a elevar las sesiones de inglés como dicta la Orden Foral. El Departamento deberá pues, valorar si merece la pena entrar en conflicto directo con los afectados.
Familiak PAI-ren aurka aktibatu dira
Erriberri, Tafalla, Sarriguren, Noain eta Garesko D ereduko ikastetxeetako familiek Parlamentura eraman zituzten PAI programak murgiltze-ereduan sortzen dituen arazoak. Euskararen ezagutza biztanleriaren % 12,8ra iristen ez den eremuetako gurasoek, ingeleseko irakastorduak handitzera eta enborreko irakasgaiak hizkuntza horretan ematera behartzen duten Foru Aginduak ez liratekeela aplikatu behar azpimarratzen dute. Nahigabe-giro hau D ereduko bi ikastetxe publiko (Elizondo eta Gares) PAItik atera ondotik sortu da.

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