Isidro Esnaola
Iritzi saileko erredaktorea, ekonomian espezializatua / Redactor de Opinión, especializado en economía

Cambio de estrategia de EEUU en la guerra de los chips con China

La Administración Trump ha aprobado una nueva directriz para intentar mantener su dominio en el ámbito de la inteligencia artificial: si hasta ahora impedía a China comprar determinados productos estadounidenses, a partir de ahora sancionará a quien utilice productos chinos.

Una persona trabajando en un ordenador con una imagen ilustrativa generada por inteligencia artificial
Una persona trabajando en un ordenador con una imagen ilustrativa generada por inteligencia artificial (Oliver BERG | dpa - EUROPA PRESS)

El mismo día que Donald Trump comenzaba su gira por Oriente Medio, el Departamento de Comercio de EEUU emitía una directriz sobre el comercio de chips para inteligencia artificial que sustituía a la aprobada por la Administración Biden. Aquella fue inspirada por el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y su famoso «patio pequeño, cerca alta». Básicamente, buscaba restringir el comercio de un reducido número de tecnologías para que China no pudiera utilizarlas, y así mantener su superioridad estratégica.

Se ve que aquel planteamiento no ha dado los resultados esperados y la nueva Administración Trump ha decidido establecer nuevas restricciones que, en esencia, prohíben usar los chips de Huawei. De hecho, faculta a la Oficina de Industria y Seguridad (BIS) de EEUU a endurecer los controles a la exportación y advierte a los que usen chips de Huawei, sin la correspondiente licencia estadounidense, que están violando la ley de control de exportaciones, incluso si no tienen ninguna conexión con EEUU.

Las directrices aprobadas alertan a la industria de que puede ser sancionada si utiliza circuitos integrados (CI) de computación avanzada de la República Popular China, específicamente los chips Huawei Ascend. Asimismo, advierten sobre las graves consecuencias que tendrá el uso de chips de IA estadounidenses para el entrenamiento y la inferencia de modelos de inteligencia artificial chinos. Y, en un último apartado, emite una serie de instrucciones a las empresas estadounidenses sobre cómo proteger las cadenas de suministro frente a los intentos de desvío de sus productos hacia fines no permitidos.



La instrucción tiene consecuencias bastante extravagantes, ya que, por ejemplo, abre la posibilidad de sancionar a cualquier empresa china que utilice componentes fabricados en China, aunque no tenga ninguna relación con EEUU. Otros efectos son mucho más serios, ya que impide, por ejemplo, utilizar los chips de las estadounidenses Nvidia y ADM para ejecutar modelos de inteligencia artificial chinos, lo que en la práctica significa imponer ChatGPT y los chips de Nvidia y ADM a todo el mundo.

Estrategia fallida

Si los demócratas pretendía proteger sus activos más valiosos para que no cayeran en manos chinas, la Administración de Trump ha optado por prohibir el uso de programas y componentes chinos, lo que significa que la perspectiva cambia. Los productos estadounidenses no deben ser tan buenos si para mantener su monopolio se ven obligados a prohibir los de sus competidores. Más tajante ha sido el jefe de Nvidia, Jensen Huang, que esta semana ha dicho que los controles a la exportación han «fallado» porque han estimulado el desarrollo de China. Hace cinco años, su empresa controlaba el 95% del mercado chino. En la actualidad, apenas alcanza el 50% y sigue perdiendo terreno.

La razón de este cambio de estrategia parece ser el megacluster para inteligencia artificial que presentó hace un mes Huawei con el nombre de CloudMatrix 384. Está fabricado con los nuevos chips de Huawei Ascend y aunque individualmente no alcanzan la capacidad de los estadounidenses de Nvidia, la integración de 384 chips mediante interconexiones ópticas –algo que no han logrado los estadounidenses– y el software chino hace que el rendimiento del conjunto sea muy superior a los esquemas de Nvidia. Como señalan los analistas, el sistema integrado chino elimina los cuellos de botella que provoca el uso de cobre y reduce el calentamiento de la GPU. Entre las pegas, está el mayor consumo de energía.

La virtud más importante es que el sistema de Huawei rompe el monopolio estadounidense. Es completamente autónomo

Sin embargo, la virtud más importante es que el sistema de Huawei rompe el monopolio estadounidense. Es completamente autónomo con respecto a los programas y los componentes estadounidenses. No solo ofrece calidad, es también una herramienta de soberanía frente a las imposiciones de EEUU.

Amenaza al mundo

El pasado lunes, la viceministra de Comunicaciones de Malasia, Teo Nie Ching, dijo en una conferencia que su país sería el primero en activar servidores de inteligencia artificial «con tecnología GPU Ascend de Huawei a escala nacional». Una noticia que se propagó rápidamente, ya que significaba que el Gobierno de Malasia hacía caso omiso de las sanciones que amenazan a aquellos que utilicen los sistemas de Huawei.

Posteriormente, el corresponsal de la agencia de noticias Bloomberg trató de confirmar las palabras de la viceministra, pero no hubo respuesta oficial. Desde Huawei, tampoco quisieron confirmarle la compra por parte de Malasia de ningún equipo suyo. No está claro si el Gobierno malasio ha cambiado de idea o simplemente quiere alejar el foco de sus planes.

La amenaza de sanciones no es baladí. EEUU puede añadir a la lista de entidades sancionadas a las empresas implicadas, lo que significa, entre otras cosas, que no puedan utilizar los sistemas financieros internacionales, porque los bancos temen que puedan ser sancionados por infringir las sanciones. Asimismo, les impide acceder en el futuro a cualquier desarrollo estadounidense, ya sea tecnológico, de software o de servicios. Sin olvidar que las sanciones pueden alcanzar a ejecutivos o funcionarios del gobierno, lo que abre la posibilidad de que puedan ser detenidos si viajan al país equivocado...

Esta decisión de EEUU crea un importante dilema a todos los países que no tienen desarrollos propios, sobre todo, a los del Sur Global

Esta decisión de EEUU crea un importante dilema a todos los países que no tienen desarrollos propios, sobre todo, a los del Sur Global. Les obliga a optar entre un sistema u otro con la espada de las sanciones sobre su cuello. Optar por los modelos chinos como DeepSeek es una decisión mu arriesgada. Para inclinar la balanza a su favor, durante el viaje a Oriente Medio, Trump firmó acuerdos para desarrollar la inteligencia artificial con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

La nota del Departamento de Comercio termina diciendo que «Las medidas de hoy garantizan que EEUU se mantendrá a la vanguardia de la innovación en inteligencia artificial y mantendrá su dominio global». Amedrentar a otros países y empresas no es una estrategia ganadora. Impedir que los competidores vendan sus productos no parece que tenga mucho que ver con la competencia, ni con el libre comercio, sino con el imperialismo tecnológico. Y no es muestra de poderío, sino de debilidad. Lo cierto es que China sigue innovando y EEUU no está en condiciones de seguir el ritmo, y pronto tampoco podrá mantener su «dominio global».

La estrategia de «patio pequeño, cerca alta» de Jake Sullivan no ha durado mucho, simplemente no se pueden poner puertas al campo. Con el actual enfoque, de intimidación, EEUU quiere amarrar al menos con un buen trozo del pastel de la IA. Pero tampoco parece una estrategia de largo aliento. Servirá hasta que las empresas y los países pierdan el miedo; y si lo que ofrecen China es mejor y más barato, seguramente pierdan pronto todos sus temores.

Washingtonen estrategia aldaketa, txipen gerran

Trumpen Administrazioak adimen artifizialaren arloan duen nagusitasunari eusteko jarraibide berriak onartu ditu. Aurreko administrazioak txip jakin batzuk Txinari saltzea debekatu zuen, baina gisa horretan garapen txinatarra suspertzea baino ez du lortu.

Gaur egungo administrazioak, zigorren mehatxuarekin, Txinako sistemak eta garapenak erabiltzen dituzten beste herrialde eta enpresa batzuk eragotzi nahi ditu. Beste batzuek beren produktuak saltzea oztopatu behar baldin badu, horrek esan nahi du txipen gerra hau dagoeneko galduta duela.