
Osasuna respondió hace diez días con frialdad extrema al inesperado anuncio público de Vicente Moreno de que daba por concluido su breve ciclo en Iruñea, una declaración que pilló con el pie cambiado al presidente Sabalza y dejó mudo al director deportivo, Braulio Vázquez. Ello dejaba abierta la posibilidad de que se produjera algún intento postrero de renovación. Pero no será así.
En redes sociales, parte de la afición había pedido intentar la continuidad del técnico valenciano tras el gran sprint final del equipo: cinco victorias, dos empates y una derrota en los últimos ocho partidos, lo que ha significado tocar las puertas de Europa sin llegar a abrirlas. Sin embargo, el club, horas después de concluir la Liga, ha confirmado el fin de la relación con el de Massanassa, a través de un vídeo sentido.
❤️啕 Ayer lloramos juntos al quedarnos a las puertas de un sueño. Un viaje que hemos recorrido de la mano de un gran entrenador y persona.
— C. A. OSASUNA (@Osasuna) May 25, 2025
Siéntete orgulloso de tu trabajo, míster. Nosotros siempre sentiremos orgullo de que Vicente Moreno haya sido entrenador de Osasuna.… pic.twitter.com/xrEgvHvu6O
En apenas dos minutos se repasan su aterrizaje en Iruñea para el difícil relevo de Jagoba Arrasate, algunos logros futbolísticos (ninguno de los tres grandes ha ganado en El Sadar), su estrecha relación con Ante Budimir o el duro avatar personal que atravesó con la DANA que azotó su localidad.
Lo seguro, por tanto, es que no hay posibilidad de continuidad porque ninguna de las dos partes lo desea. Pero quedan tres dudas por resolver. La primera y la segunda son cuál de las dos ha tenido más responsabilidad en este adiós quizás prematuro.
La secuencia del adiós da a entender que o bien Osasuna tiene amarrado otro técnico o bien Moreno ya dispone de otro contrato tras haberse revalorizado... o ambas a la vez, porque no son excluyentes
¿Es Osasuna quien no quería que Vicente Moreno siguiera al menos un segundo año? En esa dirección apunta el interés demasiado evidente por intentar la contratación del txantreano Iñigo Pérez, que finalmente ha decidido quedarse en el Rayo, y además con premio europeo. En esta línea, tampoco se descarta que Osasuna no haya puesto demasiados peros a la salida del valenciano porque ya tiene amarrado otro técnico, seguramente con un proyecto más largo que el encomendado a Moreno. Quien más suena el Alessio Lisci, que ha hecho volar al Mirandés esta temporada a sus 39 años.
¿O quizás es Moreno quien ha descartado seguir? Este supuesto encaja solo en la hipótesis de que ya tenga un nuevo equipo, probablemente en el extranjero. El valenciano no ha dirigido ningún reproche a la directiva ni a Braulio, pese a tener argumentos para hacerlo, por no haber recibido oferta de renovación tras su buena campaña y haberse coqueteado de modo tan claro con Iñigo Pérez.
Hay que matizar que su temporada ha sido realmente muy difícil de evaluar. En lo deportivo-clasificatorio, buen inicio, bache enorme en la parte central (solo una victoria en 19 partidos) y excelente recta final. Ha combinado logros como dar continuidad al estilo de Arrasate, mejorar el balón parado, competir con los grandes y recuperar a jugadores como Rubén García con déficits como no utilizar a un solo jugador del Promesas, desenganchar a los suplentes y sumar solo dos victorias fuera de casa (su problema endémico).
A la espera de Braulio
La incógnita más importante para Osasuna, con todo, es la tercera. ¿Quién va a ser el nuevo entrenador? Debería resolverse a corto plazo, porque el escogido de nuevo tendrá que afrontar una transición tan difícil como la de Moreno respecto a Arrasate hace ahora un año.
Se espera con avidez una comparecencia postemporada de Braulio Vázquez que dé al menos alguna pista. También sobre las salidas de dos futbolistas de la casa que van a despersonalizar un tanto la plantilla: Jesús Areso (se supone que por la cláusula de doce millones) y Pablo Ibáñez (gratis al no haber acuerdo de renovación, seguramente al Alavés).
La permanencia del Promesas gracias a un gol en el minuto 95 el sábado da oxígeno al futuro del club tras las dudas sembradas por esta gestión o las salidas de Areso y Pablo Ibáñez
La tesitura habría sido aún más compleja si justo al comenzar el partido de Mendizorrotza no se hubiera producido una gran noticia para el futuro del club: Osasuna B amarró la permanencia en Primera RFEF con un gol de Espejo en el minuto 95 (1-1 al Ourense). Quien descendió en su lugar ha sido el Barcelona B, lo que prueba la complejidad de mantenerse en la tercera categoría, y ya son cuatro años consecutivos.

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