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Pasaia recuerda con una placa a los siete fallecidos en la Masacre de Ategorrieta

La Guardia Civil disparó indiscriminadamente el 27 de mayo de 1931 contra una manifestación de unas 1.500 personas que marchaba de Trintxerpe a Donostia para reclamar mejores condiciones laborales para los trabajadores del mar.

La placa se ha colocado en la Tenencia de Alcaldía de Trintxerpe, junto al mercado.
La placa se ha colocado en la Tenencia de Alcaldía de Trintxerpe, junto al mercado. (Gorka RUBIO | FOKU)

El Ayuntamiento de Pasaia ha inaugurado este martes una placa que se ha colocado a las puertas de la Tenencia de Alcaldía del distrito de Trintxerpe en homenaje a las víctimas de la Masacre de Ategorrieta, cuando se cumple el 94º aniversario de estos hechos. La placa ha sido diseñada por los antxotarras Joritz Lizarbe y Julen Lazkano.

Al acto han acudido representantes de los partidos que integran la corporación pasaitarra –EH Bildu, Podemos, PNV y PSE–, de la asociación Fato Cultural Galego Daniel Castelao y también algún edil de Donostia. Los presentes han depositado al pie de la placa varios ramos de flores para recordar que tal día como hoy, un 27 de mayo, pero de 1931, la Guardia Civil disparó contra una manifestación de unas 1.500 personas que había partido desde Trintxerpe y se dirigía a Donostia con lemas como ‘Queremos pan para nuestros hijos’ y ‘Libertad para nuestros compañeros’. Hacía mes y medio que se había proclamado la II República.

El alcalde de Pasaia, Teo Alberro, ha explicado el contexto en el que se produjeron los hechos y ha destacado «la importancia de la memoria y condena de uno de los hechos más graves ocurridos contra trabajadores de Euskal Herria».

El origen de la protesta estaba en la huelga que llevaban a cabo los trabajadores del mar de Pasaia para reclamar derecho al descanso y sueldos más dignos. La noche anterior a la movilización, dos integrantes del sindicato Unión Marítima de Pasaia fueron detenidos, acusados de quemar efectos de pesca.

El balance de los disparos fue de seis fallecidos en el momento –José Carnes, Manuel Pérez, José Novo, Antonio Barro, Julián Zurro y Jesús Camposoto–, mientras que un séptimo, Manuel López, falleció unos días más tarde. Al menos treinta y tres personas resultaron heridas, algunas de ellas de bala. Es la peor masacre de trabajadores de la Historia de Euskal Herria, mayor que la producida en Gasteiz en 1976.

«Con esta placa, situada en el punto de partida de los hechos, queremos hacer un reconocimiento a los fallecidos, a los heridos y a sus allegados y familiares», ha afirmado Alberro.