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Siete mujeres fallecidas y un bebé desaparecido al volcar un cayuco en la misma costa canaria

Cuatro mujeres, dos niñas de cinco años y otra de 16 han muerto este miércoles al volcar un cayuco con unos 150 ocupantes en el puerto de La Restinga, en El Hierro, cuando se disponían a desembarcar. Los ocupantes se han desplazado hacia uno de los costados de la embarcación, que ha volcado.

Al menos siete mujeres han fallecido, tres ellas menores de 16 y cinco años respectivamente, tras el vuelco de un cayuco con más de cien personas a bordo cuando entraba al puerto de La Restinga, según el último balance actualizado del 112 Canarias, que apunta que los buzos localizaron el cuerpo de una de las menores.

Además, se busca a un bebé que cayó al mar y otros dos menores, una niña de cinco años y un niño de tres años, se encuentran heridos de carácter grave por un ahogamiento incompleto y han sido derivados en helicóptero al Hospital de La Candelaria, en Tenerife. Otros cuatro menores tienen disnea y han sido traslados al Hospital Insular y un equipo de psicólogos de Cruz Roja se ha movilizado tanto en el puerto como en el hospital en Valverde para atender a los supervivientes.

Desde Salvamento Marítimo detallan que el cayuco fue localizado a seis millas al sur de la isla por el radar SIVE y a su encuentro partió la Salvamar Diphda que lo acompañó hasta el puerto de La Restinga. Sin embargo, cuando se estaba procediendo al desembarco el cayuco ha escorado y ha volcado, cayendo sus ocupantes al agua, debido a que una parte de las personas que viajaban en el cayuco se ha concentrado en una de las bandas y lo ha desequilibrado.

Desde Salvamento remarcan que el trasbordo de personas «es el momento más delicado de la operación» y al tratarse de embarcaciones con condiciones de seguridad precarias y sobrecargadas, «la complicación aumenta notablemente».

El personal de Salvamento Marítimo inició las labores de rescate (Salvamar Diphda y Salvamar Navia) junto a Policía española, Guardia Civil, Cruz Roja y personal sanitario que se encontraban en el muelle, y también movilizaron los clubes de buceo de la localidad. Así, se lanzaron aros salvavidas y se recogió a muchas personas que habían caído al agua.

Un total de 152 personas procedentes de Mali, Guinea Conakry, Senegal y Mauritania viajaban en el cayuco. Además, entre los adultos había 45 mujeres, un número alto para lo que suele ser habitual en este tipo de embarcaciones en los últimos años en la Ruta Canaria.

En los datos que han facilitado a las asistencias humanitarias, han asegurado que partieron hace cinco días desde Nuakchot, la capital de Mauritania. Sin embargo, la ONG Caminando Fronteras cree que se trata de un cayuco que salió el 18 de mayo desde la costa de Guinea Conakry.

Se basa en que no solo coincide los números de ocupantes («más de 150») y menores (29) con la alerta que había recibido de esa salida, sino también en que le consta que algunos de los supervivientes del accidente han llamado ya por teléfono a las familias, precisamente las mismas que alertaron sobre el cayuco de Guinea.

Salvamento Marítimo lo achaca al «nerviosismo»

Manuel Capa, marinero de Salvamento Marítimo y delegado del sindicato del mar CGT, ha relacionado el naufragio de este miércoles en El Hierro con el «nerviosismo» de los migrantes en los rescates a su llegada al Estado español.

«Como se ven en las imágenes del cayuco, va sobrecargado de gente. También, aparentemente, por los movimientos que tiene, se ve que tiene bastante agua. Y entonces, al llegar el cayuco al puerto, con la mar como un plato, la gente se pone nerviosa», ha asegurado en declaraciones a Europa Press, al ser preguntado por el naufragio ocurrido este miércoles en El Hierro.

En cuanto al nerviosismo de estas personas al ser rescatadas, Capa ha dicho que es «el día a día» de cada rescate. Si bien, ha agregado que hay «muy pocos accidentes» y ha destacado la experiencia de los trabajadores de Salvamento Marítimo para llevar a cabo las maniobras. Además, ha añadido que los migrantes llegan «fatigados» y «deshidratados» después de días de navegación.

En este sentido, ha celebrado que, «por suerte», se haya podido grabar «la desgracia del accidente». «Y se ve un poco, digamos, nuestro trabajo y a lo que nos enfrentamos nosotros en mitad del mar», ha recalcado.

Igualmente, ha destacado que cuando se llevan a cabo los rescates en el mar las personas migrantes se quieren «abalanzar» y «huir» del «peligro» que supone su embarcación. «Se van al costado, a la banda suya, que está pegada a nuestro barco. ¿Qué ocurre? Cuando hay un desplazamiento de pesos, lo que hace es hacer volcarle el cayuco. Esto es un poco la desesperación de las personas», ha explicado.

En esta misma línea, Capa ha reclamado más personal, menos tiempo de embarque para poder estar «frescos» y poder afrontar estas situaciones «tanto mentales como físicas». Preguntado por si el naufragio de este miércoles se habría podido evitar llevando a cabo algunas de estas medidas, Capa lo ha negado y ha señalado que ha sido «un accidente».