Amaia  U. Lasagabaster
Kazetaria, kirol informazioan espezializatua / Periodista, especializada en información deportiva

Tximist Cup, un homenaje con vocación de herramienta de cambio

Nació en 2016 como un torneo de fútbol sala con el que honrar a Juan Carlos Samaniego. Nueve años después, 'Tximist Cup' sigue adelante pero el proyecto ha crecido para trabajar durante todo el año y en numerosos frentes en pos de la igualdad.

El Congreso 'She Leads' dio inicio a la novena edición de Tximist Cup.
El Congreso 'She Leads' dio inicio a la novena edición de Tximist Cup. (Jon URBE | FOKU)

«Todas recordamos a esa persona que en algún momento nos dio una oportunidad, que tomó una decisión que nos cambió la vida. Es lo que queremos hacer en la Fundación Tximist, dar oportunidades». Con esas palabras levantó el pasado viernes Aintzane Encinas el telón de la 9ª edición de Tximist Cup.

Una veintena de equipos de niñas, jóvenes y mujeres se dan cita en esta edición, que se ha disputado a lo largo del fin de semana y culminará el próximo sábado con el torneo de vetaranas. A lo que sucede en el verde hay que añadirle todas las actividades sociales fuera del terreno de juego, la segunda edición del Congreso 'She Leads' y proyectos que incluso traspasan fronteras, como el 'Equality Ball' o la cooperacón con organismos de otros países.

Lo que arrancó en 2016 como un torneo de fútbol sala de tres días, aunque ya entonces se citaron más de 200 deportistas en Hondarribia, se ha convertido en una Fundación que trabaja en diferentes frentes a lo largo de todo el año. Pero mantiene la esencia de aquella iniciativa que arrancó como homenaje a quien dio nombre al Torneo e inspiración a su promotora. Juan Carlos Samaniego, 'Tximist', preparador físico de la Real, apreciadísimo por todos quienes le conocieron, falleció en enero de 2016. «Nos enseñó que el fútbol es sacrificio, respeto, compañerismo e igualdad. Creía en un deporte sin distinciones», subraya Encinas. «Fue muy importante en mi vida y quería homenajearle de alguna manera», explicaba entonces Encinas, que se propuso llevar a cabo de inmediato el proyecto sobre el que tantas veces habían hablado en sus horas de gimnasio. «Me pasó el contacto del Ayuntamiento de Hondarribia y una semana después falleció. Y dije 'ahora esto no puedo dejar de hacerlo'».

Un derecho de todos

De año en año, aquel proyecto, complicado pero modesto, ha ido creciendo hasta convertirse en una Fundación que trabaja con un objetivo fundamental, «que el deporte sea lo que realmente es, un generador de igualdad de oportunidades, de disfrute, de salud física y mental, un derecho que debemos proteger».

Aquí y allá. Esta misma primavera, coincidiendo con la Women’s Football Week que se celebró en Bilbo, la Fundación Tximist presentó el proyecto 'Equality Ball'. Es un balón, un simple balón, pero aspira a ser una herramienta de cambio social. Por lo que representa y porque parte de lo que se ingrese con su venta se destinará a promover la igualdad y a la construcción de infraestructuras deportivas y educativas en comunidades desfavorecidas. El primer gran proyecto de la iniciativa es la construcción del Equality Stadium Kenia, pero no es el único porque mucho más cerca también hay niñas y niños que necesitan ayuda, esas «oportunidades» que quiere ofrecer la Fundación Tximist.

«Parece mentira pero cada vez hay menos acceso al deporte porque muchas familias no se lo pueden permitir. Queremos poner el foco en eso y luchar para que todas las niñas y niños puedan ejercer ese derecho y practicar deporte, que es la mejor herramienta para la integración social y para la construcción de una sociedad en la que la igualdad de oportunidades sea real».

El primer paso

Es el objetivo, en este caso concreto orientado principalmente a la igualdad de género, que también persiguen los muchos ponentes que participaron el pasado viernes en la segunda edición del Congreso 'She Leads', pistoletazo de salida a Tximist Cup. Coincidieron en muchos aspectos, pero principalmente, y aunque resulte paradójico tratándose de una jornada de charlas y ponencias, en la necesidad de hablar menos y hacer más. El «ahora esto no puedo dejar de hacerlo» que impulsó a Encinas.

Empieza por uno mismo, como explica el director de Actividad Física y Deporte del Gobierno de Lakua Gorka Iturriaga, recordando cuando «entrené a un equipo de baloncesto universitario en los años noventa. Ahora echo la mirada atrás con todo lo que he aprendido y digo 'Gorka, qué bruto'. Y eso es porque ha cambiado nuesta mirada y hemos sido capaces de interiorizar que aquello que hacíamos no era lo correcto, que esto ha sido una injusticia y tenemos que hacer un gran esfuerzo para revertirla». Todo empieza así, con «la voluntad de cambiar, lo primero que necesitamos para cambiar efectivamente una realidad tan tozuda como la que tenemos».

Dolorosamente tozuda, lamenta Goizane Álvarez. «Todavía hoy, cuando pensamos en fútbol, lo primero que se nos viene a la cabeza son los jugadores o las Ligas masculinas pese a los éxitos mundiales de las mujeres. El talento no tiene género, pero las oportunidades sí».

Aintzane Encinas presentó el proyecto «Equality Ball» en la pasada Women’s Football Week que acogió Bilbo en marzo. (WFS)

«La violencia contra las mujeres tiene distintas formas –denuncia la diputada foral de Cultura, Coordinación, Juventud y Deportes–. También la de prohibirnos disponer de nuestro cuerpo libremente para ser reconocidas como atletas y competir». Y si bien la realidad evoluciona, «hoy seguimos en un escenario de desigualdad estructural y simbólica. La discriminación salarial, las alusiones al aspecto físico, la hipersexualización, la invisibilidad de la desigualdad con el discurso de 'ya somos iguales, qué más queréis...' Hay que empezar por reconocer la desigualdad como lo que es, un tipo de violencia estructural y simbólica. Como escribió Martín Santos, no es algo natural, innato, se perpetúa sostenida por creencias y solo desaparecerá si cambiamos las creencias».

Formación

Para conseguir ese, y cualquier otro, objetivo «hace falta un plan y las personas adecuadas para llevarlo a cabo», explica Reyes Bellver, que en esas anda en su puesto de directora de fútbol femenino de la Federación Española. Cada entidad «debe adaptarlo a sus características y posibilididades» pero, de la misma manera que el objetivo es común, también lo son algunas claves ineludibles. «El compromiso institucional, la inversión económica con perspectiva de género –enumera Gorka Iturriaga–, el impulso desde la base, el liderazgo femenino claro y nítido, la visiblidad y los referentes».

Dos términos, estos últimos, que suenan a manido y que, sin embargo, todos los expertos colocan en el centro junto a la formación. «Es importante tener profesionales bien formados en el ámbito deportivo, pero no solo porque tengan conocimientos técnicos sino porque también sean capaces de incorporar criterios de igualdad, respeto, inclusión –explica Iturriaga–. Porque un buen formador, como era 'Tximist', es algo más que un preparador físico. Es alguien que ilusiona, enamora y en ningún caso coge el atajo ni se permite dejar de lado, en este caso, a un equipo femenino o a una deportista».

Explica Bellver que «encontramos falta de capacitación, de expertas y expertos en fútbol femenino, que es una industria muy particular, diferente al fútbol masculino. Por eso tenemos el compromiso de la formación, formar para tener especialistas en cada club, en cada Federación...».

Un aspecto en el que también incide desde hace un tiempo la Federación de Angola, con la que también colabora Fundación Tximist. Con una figura a la cabeza que evidencia la importancia de las referentes, Irene Gonçalves. Goleadora histórica de su selección, estrella en el país africano, es vicepresidenta de la Federación, un puesto desde el que impulsa el acceso de las mujeres al fútbol. En un entorno social complicado, en el que muchas niñas tienen que renunciar a la práctica del deporte al verse sobrecargadas de responsabilidades principalmente domésticas, la Federación desarrolla un programa para proporcionarles la posibilidad de jugar a fútbol. Y también en este caso una de las bases del proyecto pasa por la formación, encaminada tanto a entrenadoras, con aprendizaje técnico y en valores, como a la gestión.

«El fútbol puede transformar la vida de las niñas, como me pasó a mí. Queremos darles esa oportunidad, pero las personas tenemos que estar preparadas para aprovecharlas cuando surgen. Y esa es nuestra responsabilidad, inspirar a las niñas y ayudarles a desarrollar una carrera porque es la manera de construir una sociedad más justa e igualitaria».

Su éxito será el de todas porque, como subraya Goizane Álvarez, «cada vez que una mujer cruza una meta, la cruzamos todas».

Fiesta del fútbol en tres jornadas

El proyecto crece pero el germen se mantiene. La Tximist Cup disputa su novena edición, que se ha desarrollado a lo largo del fin de semana y culminará el próximo sábado con la participación de 16 equipos divididos en tres categorías. Tres jornadas de puro fútbol con Hondarribia como escenario.

Real Sociedad, Hammarby, Twente, Inter de Milán, Manchester City y Grasshopper han participado en la categoría sub-14, que se ha adjudicado la Real al ganar en la final al Manchester City 0-3; y la selección de Gipuzkoa, Real Sociedad, Eibar, Twente, Real Madrid y Olympique de Lyon lo han hecho en categoría sub-17, donde ha ganado el Lyon en los penaltis ante la Real.

El próximo sábado se disputa el torneo de veteranas. O «Legends», que suena mejor. Fue la gran novedad de la quinta edición, cuando se midieron las veteranas de Real y Eibar, y otros grandes equipos como Athletic y Barcelona han participado en los últimos años. En 2024 se unió la selección de veteranas de AFE, que ganó y repite en un torneo que ya es cuadrangular. Real, Eibar, selección AFE y Espanyol protagonizarán el fin de fiesta de Tximist Cup.