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Denuncian recortes en el Centro de Acogida Residencial de Media Estancia de Araba

El Movimiento Feminista de Gasteiz ha mostrado su apoyo a las trabajadoras del Centro de Acogida Residencial de Media Estancia de Araba, que atiende a víctimas de violencia machista, y ha exigido a la Diputación que garantice una plantilla suficiente y estable.

 

El Centro de Acogida Residencial de Media Estancia de Araba.
El Centro de Acogida Residencial de Media Estancia de Araba. (DIPUTACIÓN DE ARABA)

El Movimiento Feminista de Gasteiz ha expresado, a través de una nota, su «total solidaridad y apoyo» a las trabajadoras del Centro de Acogida Residencial de Media Estancia (CARME) de atención a víctimas de violencia machista, que han denunciado severos recortes de personal y recursos.

A principios de junio el sindicato ESK se hizo eco de las condiciones en las que el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) de la Diputación de Araba había decidido contratar el que es el único centro de acogida de media estancia para víctimas de violencia machista y personas a su cargo del que dispone en su red de servicios sociales.

Se trata de la renovación del contrato que el IFBS puso en marcha el año 2020 para la subcontratación del CARME, que ha prestado desde entonces la Fundación Xilema.

ESK dio a conocer a través de una nota que el recorte presupuestario será del 30% sobre lo aprobado en Juntas Generales en 2025 para la gestión del servicio. Es decir, se eliminarán 7 de los 18 puestos de trabajo. Asimismo, aseguró que en estas condiciones no se puede «de ninguna manera» abordar las necesidades de las mujeres y menores con las que trabaja el equipo.

En la actualidad, la plantilla del CARME está formada por un equipo de profesionales altamente cualificado, con formación en violencia, igualdad, trauma y reparación del daño en la infancia, salud mental, exclusión social... con amplia experiencia en intervención social. Está formado por 16 profesionales en atención directa, una cocinera y una coordinadora de servicio. A esto hay que añadir las compañeras que realizan coberturas de vacaciones, permisos, excedencias y demás ausencias del personal habitual.

Desde su apertura en 2020, el CARME ha ampliado su capacidad debido a la alta demanda. Sin embargo, en 2023, la ampliación se realizó en una ubicación que no cumplía con la normativa mínima, careciendo de infraestructura básica. A pesar de las reuniones con el IFBS, donde se reconoció la deficiencia, la solución temporal en 2024 fue reducir el número de unidades familiares atendidas.

El nuevo pliego de contratación contempla una única ubicación para 6 unidades familiares, sin recuperar la plaza eliminada en 2024 y con una reducción de personal a casi la mitad. Esto se traduce en turnos con una sola profesional a cargo de más de 17 mujeres y menores y un horario de cocina insuficiente para garantizar el servicio de comidas, según indica ESK.

La dignidad y seguridad de las víctimas, en riesgo

Es por ello que este 1 de julio el Movimiento Feminista de Gasteiz ha querido solidarizarse con las trabajadoras del CARME, así como con las mujeres que se benefician del recurso, cuya dignidad y seguridad ven en riesgo. Del mismo modo, han exigido una atención «integral, profesionalizada y con recursos suficientes».

«El hecho de ampliar el ratio de atención incide directamente en la calidad del servicio que se ofrece, en detrimento del tiempo individualizado de acompañamiento que las profesionales puedan dedicar a cada una de las mujeres o familias atendidas, así como del trabajo en equipo para la valoración y planificación de rutas de acción adaptadas a cada situación», han asegurado.

Ante esta situación, el Movimiento Feminista de Gasteiz se ha adherido a la denuncia de las trabajadoras y ha exigido a la Diputación de Araba que revierta los recortes, garantice una plantilla suficiente y estable y asegure la calidad del servicio.