El consejero sabe que no «son lo mismo», los policías no son moros

Al consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, le preguntaron este miércoles sobre si en el contexto de los ataques racistas que se están produciendo en algunos lugares del Estado, la pegada de carteles de «moros fuera de España» que han aparecido en mezquitas de Gasteiz pueden alcanzar otra dimensión y generar más preocupación en los señalados. Y su respuesta fue que «me voy a referir otra vez a Azpeitia, porque aquí se ha banalizado que una persona pinte en un contenedor que todos los policías son unos hijos de puta. Y estamos banalizando también la aparición de otro tipo de carteles en Gasteiz, en algunas mezquitas, carteles anónimos donde dice ‘moros fuera’. Esas dos acciones son iguales y exigen la misma contundencia por parte de la Ertzaintza o de la Policía correspondiente».
Entrevistado en Radio Euskadi, añadió que «no podemos permitir este tipo de abusos. La seguridad tiene que ver con la convivencia. Y estas cosas son inaceptables en una sociedad que quiere convivir en paz, de acuerdo con unas normas que todos hemos establecido. Por tanto, respeto a las instituciones, respeto a las personas y respeto al diferente. Porque sabemos dónde empiezan estas cosas, pero no dónde acaban». Un consejo que quizá podría extender directamente a algunos portavoces sindicales de la Ertzaintza, a la vista de algunas afirmaciones de estos días y también anteriores.
Bingen Zupiria sabe bien que ambas acciones, al menos desde el punto de vista legal y jurídico, no son iguales. Pero la equiparación que el consejero de Seguridad hizo entre pintar «ACAB» en un contenedor de pilas y los carteles de «moros fuera de España» aparecidos en Gasteiz pretende volver a los tiempos en los que Josu Erkoreka acusaba a Ernai y a «sus mayores» de estar a «las puertas del delito de odio del artículo 510 del Código Penal». Y también para ello Bingen Zupiria traduce «ACAB», un acrónimo probablemente desconocido para una mayoría de la ciudadanía, por «todos los policías son hijos de puta», que se entiende más claro pero que no cabe en el contenedor manchado.
Erkoreka hizo mucho ruido con sus acusaciones, que encontraron también enorme eco en determinados medios de comunicación e incluso finalmente las llevó a la Fiscalía. Pero de pronto se hizo el silencio cuando esa misma Fiscalía archivó la causa. Porque los policías no son moros, y el artículo 510 del Código Penal pretende proteger a colectivos agredidos «antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, la pertenencia de sus miembros a una etnia, raza o nación, su origen nacional, su sexo, orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad o discapacidad».
Las personas que al acudir a sus mezquitas ven los carteles de «moros fuera» se encuadran en esos casos. De hecho, algunos señalan ya que sienten miedo de que las agresiones que ven en otros sitios puedan acabar dándose también aquí. Ya empieza a haber indicios para la preocupación, aunque al Consejero no le consten, según aseguró en la entrevista.
Por contra, hay sentencias que rechazan denuncias al entender que los policías no son un «colectivo vulnerable». E incluso hay casos, como ocurrió el 14 de julio en Ezpeleta, en los que la protesta contra la Policía llega a las puertas de comisaría con expresiones duras, sin que los agentes tomen ningún tipo de medida.
La Ertzaintza demostró enorme diligencia al identificar con rapidez a quien sobre las 4.00 de la mañana escribió «ACAB», pero según su propia nota de prensa, el castigo que proponen para él es «una sanción por deslucimiento de bienes públicos». Pero si alguna vez pillan a los que han colocado en distintos puntos de Gasteiz las pegatinas de «moros fuera» deberán imputarles, a ellos sí, un delito de odio. La diferencia es evidente.

Acusan a Lakua de acallar a una víctima en el acto de Gernika

‘La Revuelta’ astindu du Zetak-en ikuskizunak... eta Euskararen Nazioarteko Egunean

Desalojado el instituto de Martutene, el Ayuntamiento solo realoja a la mitad en La Sirena

Solicitan inhabilitación y prisión para los policías acusados de agredir a un menor en Gasteiz




