Una concentración de repulsa convocada en Zizur ante el último crimen machista, en el que un hombre de 85 años acabó con la vida de su pareja, de 78, ha denunciado «las causas de fondo» y ha reclamado que se aborde «como un problema político de primer orden».

«Este no es un caso aislado: es una manifestación estructural de la violencia machista», ha señalado Zizurko Talde Feminista. «El movimiento feminista quiere denunciar las causas estructurales y de fondo que subyacen en la violencia contra las mujeres», ha añadido.

Así, según han señalado en la concentración, «para hacer frente a la violencia machista, exigimos que se aborde como un problema político de primer orden. No aceptaremos actitudes cómplices. Es la hora de tomar medidas estructurales para hacer frente al machismo, y tomarlas de una vez por todas. ¡Nuestras vidas están en juego!», han recordado.

Del mismo modo, han hecho «un llamamiento a la autodefensa feminista». «Apostamos radicalmente por la vida, y sabemos que la organización y la autodefensa son nuestras herramientas más eficaces. Gora borroka feminista! ¡Viva la lucha feminista!», han terminado.

Condena del Gobierno navarro

En las horas previas a la celebración de la concentración, el Gobierno de Nafarroa ha mostrado «su más profundo rechazo y condena» por el caso de Zizur Nagusia, al tiempo que trasladaba «todo su apoyo y solidaridad a familiares y amistades de la víctima».

De esta forma, el Ejecutivo quiere mostrar «su rechazo hacia todas las manifestaciones de violencia contra las mujeres» y «su firme compromiso de trabajar en la erradicación de cuantas formas de violencia atentan contra la vida, la libertad, la dignidad y la plena ciudadanía de las mujeres».

En su comunicado, recuerda que en lo que va de año 2025, entre enero y junio, 1.126 mujeres han denunciado por violencia machista ante los cuerpos policiales en el herrialde.

La última víctima registrada, Mercedes Bezunartea, fue hallada muerta en su domicilio de Zizur Nagusia tras sufrir un fuerte golpe en la cabeza. Aunque una hermana de la fallecida aseguró que calificar lo ocurrido de violencia machista era «excesivo e imprudente», el magistrado que lleva el caso ordenó el ingreso en prisión del marido de la fallecida.

Para motivar esa decisión, señalaba en su auto la gravedad del delito que se está investigando, «presuntamente constitutivo de un asesinato con alevosía o, en su caso, feminicidio». Las importantes penas a las que podría enfrentarse el investigado, que se ha acogido a su derecho a no declarar, «hace razonable adoptar las medidas precisas para evitar su sustracción a la justicia», consideraba el magistrado.

En ese sentido, aludía al «peligro fundado y concreto» de ocultación, alteración o destrucción de pruebas por parte del investigado y subrayaba que el día del fallecimiento de la mujer, después de que el hombre llamara a SOS Nafarroa, asistió al domicilio un facultativo que dejó constancia de la «incoherencia» del relato del investigado.

El magistrado indicaba asimismo que, al personarse en el lugar, los investigadores encontraron el cadáver de la mujer tumbado sobre una cama con los brazos entrelazados, «circunstancias incongruentes con la pretendida caída accidental que refirió el investigado que su esposa habría sufrido al ir al baño».

En el auto se añadía que el rostro de la víctima presentaba una lesión compatible con un traumatismo en la región craneal con aparente fractura ósea, «indicios coherentes con un violento golpeo con un objeto contundente, producido probablemente en la cama».

Al respecto, consideraba que debe tenerse en cuenta el hallazgo en un contenedor próximo al domicilio de abundantes restos de sangre en objetos como una almohada y su funda, un pañal y un botiquín con medicinas, que «darían respuesta a la extrañeza de los profesionales intervinientes ante la falta de restos de sangre en el propio lugar de los hechos».