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Condena sin medidas efectivas de la «solución final» de Netanyahu

Desde Alemania, uno de los aliados más fieles de Israel, que dijo que suspenderá la venta de armas que puedan usarse en Gaza, hasta China, que denunció «acciones peligrosas», las reacciones contra el plan de Netanyahu de tomar el control de Ciudad de Gaza ha provocado condena sin efectividad.

Palestinos caminan por una calle de Ciudad de Gaza, entre tiendas de campaña y edificios destruidos por el Ejército israelí.
Palestinos caminan por una calle de Ciudad de Gaza, entre tiendas de campaña y edificios destruidos por el Ejército israelí. (Bashar TALEB | AFP)

Ciudad de Gaza es el primer objetivo del Ejército de Israel, después de que el gabinete de seguridad aprobase, tras más de diez horas de reunión, el plan de Benjamin Netanyahu para ampliar la incursión terrestre hasta tomar el control de la totalidad de la Franja de y desplazando a cientos de miles de personas en medio de la hambruna provocada por su Gobierno en el enclave. La decisión provocó una condena internacional prácticamente unánime, aunque sin la adopción de medidas realmente efectivas que obliguen al régimen sionista a poner fin al genocidio palestino.

El Gobierno israelí solo habló de ocupar Ciudad de Gaza «mientras proporcionan ayuda humanitaria a la población civil fuera de las zonas de combate». Pero tomar esa ciudad apunta a que solo es el primer paso hacia el control militar de toda la Franja, desplazando forzosamente a su población de cerca de un millón de gazatíes, muchos de ellos desplazados varias veces en los últimos 22 meses, hacia el centro y el sur, con el objetivo de expulsarlos después del enclave palestino. En la madrugada de ayer empezaron a emitirse las órdenes de evacuación y comenzaron los bombardeos sobre la capital.

El Ejército se mostró reacio por el alto número de bajas que podría haber entre sus filas y por el riesgo para los cautivos si la ofensiva terrestre se amplía a las zonas donde Israel cree que están retenidos.

Las reacciones a la aprobación de la «solución final» por parte del régimen sionista llegaron en cascada. Llamó la atención la respuesta de Alenania, el aliado más fiel de Israel junto a EEUU, que anunció la suspensión de las exportaciones de armas que podrían utilizarse en la Franja de Gaza, lo que no cierra la puerta al suministro. «Cada vez es más difícil de entender» cómo el plan militar israelí ayudaría a lograr «objetivos legítimos» de desarmar a Hamás y lograr la liberación de los rehenes, dijo su primer ministro, Friedrich Merz, a quien Netanyahu le trasladó su «decepción» por el «embargo de armas» y le acusó de «premiar al terrorismo».

Desde la Unión Europea, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se limitó a decir que «el Gobierno israelí debe dar marcha atrás en su decisión», mientras el presidente del Consejo Europepo, António Costa, señalaba que «esta decisión debe tener consecuencias para las relaciones entre la UE e Israel», sin ir más allá.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, urgió a «detener de inmediato» el plan y recordó que Israel «debe poner fin a su ocupación lo antes posible» y defendió la solución de los dos Estados. El secretario general, António Guterres, advirtió de que expandir la ofensiva «marca una peligrosa escalada» que pondrá «aún más en peligro» a los civiles y a los cautivos.

A ellos se refirió Hamas al denunciar un «nuevo crimen de guerra» que significará el «sacrificio» de los prisioneros israelíes.

Gran Bretaña, Jordania, Bélgica, Estados español y francés, Arabia Saudí, Egipto y Suiza, entre otros, se sumaron a la condena y a pedir a Israel que «reconsidere» su decisión. Turquía instó a la comunidad internacional a «asumir sus responsabilidades con el fin de impedir la aplicación» del plan de Netanyahu. China expresó su «preocupación» e insistió en que «Gaza pertenece al pueblo palestino y es una parte inseparable del territorio palestino». Irán denunció que el plan constituye «una estrategia para completar el genocidio del pueblo palestino».

También expresó su condena la Autoridad Palestina, que cree que la ocupación de Ciudad de Gaza «conducirá a una catástrofe humanitaria sin precedentes» y afirmó que «el pueblo palestino no aceptará la política de dictado o la imposición de hechos por la fuerza». «Atrás quedaron los días en que los judíos no se defendían», aseguró al defender el plan Israel Katz, ministro de Defensa de un Estado que desde el mismo momento de su creación ha expulsado población, ocupado territorio, robado propiedades y masacrado al pueblo palestino.



Doce días para enterrar a Odeh Hadalin

Al activista y defensor de los derechos humanos palestino Odeh Hadalin lo mató el colono israelí Yinon Levy el 28 de julio en Umm al-Kheir, en Masafer Yatta, en el sur de la Cisjordania ocupada, cuando trataba de detener, junto a un grupo de palestinos, las obras iniciadas por colonos en su aldea.

Su cadáver fue entregado el jueves, once días después de su secuestro por las autoridades isarelíes, en la localidad de Yatta y ayer fue traslado a Umm al-Kheir para su entierro. Las mujeres de la aldea llevaban más de una semana en huelga de hambre para exigir la devolución del cuerpo. Su muerte causó conmoción en Masafer Yatta, retratada en el oscarizado documental “No Other Land”, en cuya realización colaboró.

El autor del disparo, sancionado en 2024 por EEUU, Canadá y la UE por su implicación en ataques contra civiles palestinos, fue liberado el pasado viernes, tras tres días en arresto domiciliario.