Las compañías Abu Dhabi Ports y Premier Marine, de Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos, respectivamente, han presentado una propuesta de compra de Astilleros Balenciaga, actualmente en concurso de acreedores, lo que garantizará su continuidad, una vez que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Donostia ha autorizado la operación.

Fuentes de la compañía guipuzcoana y del Gobierno de Lakua han conformado a la agencia Efe la oferta planteada por estas dos compañías, a través del consorcio Safeen Drydock, por un importe de 11,2 millones de euros.

La oferta garantiza la continuidad de todos los puestos de trabajo del astillero guipuzcoano, han precisado fuentes de la dirección de Astilleros Balenciaga.

Las mismas fuentes han señalado que la compra todavía no está cerrada y han indicado que la culminación de esta operación supondría que financieramente Astilleros Balenciaga, con sede en Zumaia, pasaría a formar parte de «otra liga» en el sector de los astilleros y contaría con trabajo asegurado para un periodo largo.

Ha destacado que Safeen Drydock es un consorcio creado por AD Ports Group, un grupo de «enorme solvencia» cuya producción supone el 23 % de PIB no petrolero de Emiratos Árabes, por un lado, y por Premier Marine, también de ese país.

Desde que la compañía entró en concurso de acreedores, en diciembre de 2024, han trabajado todos los agentes implicados, «incluida la administración concursal, la dirección, los sindicatos y las instituciones» para encontrar una solución y han entendido que esta es una «oportunidad brillante», han agregado las fuentes.

Por su parte, el consejero de Industria del Gobierno de Lakua, Mikel Jauregi, ha señalado en un comunicado que, si finalmente se materializara la compra, «sería una gran noticia para Euskadi, para su industria, para el sector naval vasco, para el municipio de Zumaia, y para los trabajadores de Balenciaga y sus familias que están viviendo meses de incertidumbre».

«Las condiciones de la propuesta presentada, tanto desde el punto de vista del mantenimiento de los puestos de trabajo como desde el punto de vista económico y de actividad industrial a futuro, son muy positivas», ha indicado Jauregi, que ha apelado también a la prudencia hasta el desenlace definitivo de la operación.

Concurso de acreedores

Cabe recordar que los trabajadores de Astilleros Balenciaga han protagonizado diferentes movilizaciones desde el pasado mes de diciembre, cuando la empresa entró en concurso de acreedores, para reclamar la entrada de un inversor que reflote la compañía y se haga cargo de los 70 trabajadores que integran la plantilla.

Astilleros Balenciaga solicitó en noviembre de 2024 la entrada en concurso de acreedores tras la negativa de la Compañía Española de Financiación el Desarrollo, Cofides, dependiente del Ministerio de Economía, al plan de reestructuración con el que pretendía evitarlo y proseguir con la actividad en sus instalaciones de Zumaia.

La dirección consideró que «nadie entendía» la decisión ni tampoco se explicaba «cómo a una empresa con trabajo» se la pueda «sentenciar así, «con dinero público», después de que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Donostia hubiera homologado el plan de reestructuración del astillero guipuzcoano.

El comité de empresa reclamó entonces a las administraciones públicas que facilitaran un acuerdo porque el astillero, con 71 trabajadores en plantilla, era «plenamente viable».

En enero de 2025 el administrador concursal comunicó a los trabajadores que el ERTE, que en principio finalizaba el 31 de enero se prolongaría, algo que ha repetido en más ocasiones mientras se sucedían las conversaciones para conseguir comprador.

Otro de los puntos importantes de este proceso tuvo lugar en marzo pasado cuando Cofides aceptó una quita parcial de la deuda de Astilleros Balenciaga, que pasaría de 15 a 8,5 millones de euros, lo que suponía un «desbloqueo» de la situación, señaló en su momento Mikel Jauregi.

Ese mismo mes, Lakua anunció que trabajaba ya con posibles inversores que garantizaran un proyecto industrial de futuro para la empresa.

El ERTE volvió a prologarse hasta el 22 de junio para dar margen a los dos inversores que ya habían presentado sus ofertas a aclarar ciertos aspectos de sus propuestas y completar la documentación requerida por parte de la administración concursal.