Xabier Rodríguez

Los mundiales de ciclismo de Kigali, o cuando se quiere alejar la política del deporte

África, y en concreto Ruanda, acoge desde este domingo los Campeonatos del Mundo de Ciclismo en Ruta, que se alargarán durante una semana con un total de trece pruebas a disputar, siempre en el entorno de la capital del país, Kigali.

El belga Remco Evenepoel, entrenando en las carreteras de Kigali.
El belga Remco Evenepoel, entrenando en las carreteras de Kigali. (DIRK WAEM | FOKU)

Cuando en 2021 la UCI anunció que Kigali, la capital de Ruanda, sería la organizadora de los Mundiales de ciclismo de 2025 fueron muchas las voces criticas. Desde Europa, acostumbrados a tener cerca las diferentes ciudades organizadoras, se escucharon quejas por las complicaciones del desplazamiento, y los más osados mostraron sus dudas acerca de las posibilidades de Ruanda de organizar un evento de semejante trascendencia.

La Federación de Ciclismo de Ruanda (FERWACY) era consciente de los recelos que despierta entre las federaciones con más peso en el ciclismo, igual que sabe que la desconfianza hacia los países africanos se disparará en caso de que cometan algún error. Por eso contrataron a ASO y a Golazo para que aportaran su experiencia en la organización. La segunda es una empresa belga, organizadora de diferentes eventos deportivos, incluidas varias pruebas ciclistas. ASO es un peso pesado en el mundo del ciclismo, organizador del Tour, Vuelta y varias carreras más del World Tour. Ayudarán a lograr una organización mejor, sin duda, pero ya contribuyeron a silenciar los prejuicios hacia los organizadores.

Y es que la desconfianza hacia la organización de estos Mundiales de Kigali se disparó en enero de este mismo año, cuando se intensificaron los ataques en el conflicto que el grupo armado M23 mantiene con el ejército de la República Democrática del Congo. El gobierno de Ruanda niega cualquier relación, sin embargo, el Grupo de Expertos de Naciones Unidas sobre el Congo documentó el apoyo ruandés a este grupo.  

El pasado 27 de junio se firmó en Washington el acuerdo de paz que pone fin a las tensiones entre los dos países, y apenas dos semanas más tarde se firmaba en Qatar una declaración de principios para un alto el fuego permanente entre el Gobierno del Congo y el M23. Se trata de acuerdos de paz todavía frágiles, pero que han dado suficiente tranquilidad a las instituciones ciclistas mundiales.

«No es oro todo lo que reluce»

«Estoy convencido de que van a organizar un gran Mundial», dice Jaume Portell Caño, periodista especializado en temas africanos, en conversación con NAIZ. Para sostenerlo se apoya en la capacidad organizativa y las infraestructuras que ha construido el país, al que muchas veces se nombra como ‘el Singapur de África’.

Sin embargo, detrás del desarrollo económico que generó ese calificativo, Ruanda esconde una realidad con muchas zonas oscuras. «No es oro todo lo que reluce», comenta Portell Caño, y lo cierto es que son muchas las críticas que genera el país presidido por Paul Kagame.

En 2024, Kagame se impuso en sus cuartas elecciones presidenciales con un 99% de los votos. Nada extraño, si tenemos en cuenta que los resultados oficiales nunca le han dado un apoyo por debajo del 95%, mientras continúan las acusaciones por prácticas autoritarias y falta de libertades.

En 2020 el avión que supuestamente llevaba desde Doha a Burundi a Paul Rusesabagina, opositor exiliado en los Estados Unidos, famoso por haber inspirado la película Hotel Rwanda, fue desviado a Kigali, donde fue inmediatamente detenido y condenado a 25 años de prisión. Fue liberado tres años después por la mediación de Estados Unidos.

En 2013 había aparecido muerto en un hotel de Johannesburgo el también opositor y antiguo jefe de inteligencia, Patrick Karegeya. Cuando fue preguntado por el suceso, Kagame respondió que quienes dañan a su país «suelen sufrir graves consecuencias, donde quiera que estén».

Diplomacia deportiva

La UCI siempre ha defendido la necesidad de separar política y deporte. Su presidente, David Lappartient, declaró a Cycling News que «pude ir a Ruanda y lo que vi es un gobierno que ha salido de una crisis muy complicada y ha sido capaz de unir a la gente».

El presidente de la UCI hace referencia al genocidio que sufrió Ruanda en el año 1994, cuando alrededor de 800.000 personas fueron asesinadas en apenas 100 días, muchas de ellas a machetazos. Fue al término de aquella barbarie cuando Paul Kagame entró en el gobierno del país, primero como vicepresidente y a partir del año 2000, como máximo mandatario. «El punto de partida de Ruanda era muy bajo. Nadie daba un duro por ellos», explica Portell Caño.

A partir de ese momento, Ruanda inició un proceso de desarrollo que ha despertado elogios internacionales, a la par que denuncias de organizaciones internacionales. «No hay otro régimen que tenga la capacidad de venderse tan bien en el exterior», comenta Portell Caño.

En ese intento de venderse al exterior ha jugado un papel la promoción del país a través del patrocinio de eventos deportivos y clubes de fútbol de la talla del Arsenal, Bayern Munich, París Saint Germain o Atlético Madrid. Aquí entra también la organización de los mundiales de ciclismo, con la que Ruanda busca atraer turistas al país.

«En 30 años Ruanda ha pasado de ser productor de té y café, al té, café, minerales y ahora el turismo», explica Portell Caño, en referencia a las acusaciones de que Ruanda extrae oro y coltán de la provincia congoleña de Kivu del Norte, donde más activo es el grupo armado M23.

De cualquier manera, la UCI no quiere que se mezcle deporte y política, por lo que Ruanda acogerá a Pogacar, Vollering y compañía y podrá mostrarle al mundo su mejor cara. ¡Que empiece el espectáculo!