Albaola Itsas Kultur Faktoria ultima los detalles de la botadura de la nao San Juan, réplica del ballenero vasco del siglo XVI en el que lleva trabajando más de una década. En rueda de prensa, han avanzado los detalles de la botadura que se celebrará, como ya adelantaron, el 7 de noviembre. Un momento delicado, ya que se confirmará su flotabilidad.

El encargado de abrir las intervenciones ha sido Xabier Agote, presidente de Albaola, subrayando que «el reto ha sido inmenso; visto en perspectiva me conmueve pensar en cuántas personas y entidades han entregado su tiempo, su pericia y su confianza a este proyecto; esa participación ha tenido un impacto incalculable». En sus palabras, se ha «rescatado un conocimiento olvidado», ya que el proyecto ha sido realizado utilizando técnicas de hace quinientos años. «Lo importante es el legado vivo que deja y la revitalización cultural que impulsa; seguiremos avanzando para devolver a la sociedad su maritimidad. Ahora afrontamos la fase final: hacerlo navegable y devolverlo al mar», ha recalcado.

Tras él ha tomado la palabra Teo Alberro, alcalde de Pasaia, para destacar que la botadura del San Juan no se refiere «solo a la reconstrucción de un barco histórico, sino a la expresión del esfuerzo colectivo de una comunidad». Cree que, mediante esta iniciativa, Pasaia «demuestra una vez más que un pueblo pequeño, desde sus raíces y la fuerza de su gente, puede proyectarse al mundo».

Alberro considera que la reconstrucción de la nave refleja «los valores que queremos para nuestro pueblo: conocimiento compartido, trabajo artesanal, transmisión entre generaciones e innovación desde la cultura».

Por su parte, la vicelehendakari Ibone Bengoetxea ha considerado que la botadura «será mucho más que un acontecimiento simbólico: es el reflejo de un pueblo que sabe unir tradición y modernidad, raíces y futuro», y la diputada General de Gipuzkoa, Eider Mendoza, se ha referido a «un acontecimiento internacional».

De la construcción a la mar

Sobre la botadura, han detallado que estará precedida por un acto institucional en el interior de Albaola Itsas Kultur Faktoria, con la presencia de autoridades como el lehendakari Imanol Pradales y la propia Eider Mendoza, así como representantes del Gobierno español y del Gobierno de Canadá, además de colaboradores de diversas disciplinas que han participado del proyecto.

La botadura del casco cerrará la fase en tierra y dará paso a la fase de construcción en el agua, que se realizarán íntegramente en la bahía de Pasaia. El equipamiento integral del barco se realizará en el agua: aprox. 4 km de cabos, 2 juegos de velas (de 600 m² cada uno), anclas forjadas, chalupas balleneras, calderos de cobre, barricas y otros pertrechos, replicados con materiales y técnicas de época que conformarán un galeón vasco del siglo XVI realizado con el máximo rigor histórico.

Por último, han recordado que conforme avancen la construcción y el equipamiento, la San Juan pasará a ser un barco-museo visitable: un espacio abierto al público para conocer en detalle la tecnología naval del siglo XVI y la vida a bordo de aquellos navegantes. Será en 2027 cuando nave se ponga rumbo a Canadá, con un amplio programa de actividades en mente.

Un referente para la arqueología subacuática

El pecio del San Juan fue localizado en 1978 en Red Bay (Labrador, Canadá) gracias a las pesquisas realizadas por la historiadora Selma Huxley y a las campañas del Servicio de Arqueología Subacuática de Parks Canada dirigido por Robert Grenier. El estudio y catalogación de miles de piezas permitió definir con precisión el casco y las técnicas constructivas del siglo XVI, convirtiendo al San Juan en referencia internacional para la arqueología subacuática. Albaola abordó la construcción de la réplica científica tras recibir el minucioso informe realizado por Parcs Canada.