El Ejército sirio avanza en Latakia y retoma el control del principal feudo rebelde
El Ejército sirio retomó ayer el control de la población de Salma, el principal feudo rebelde en el norte de Latakia. Mientras Al-Assad recupera terreno, la ONU intenta relanzar el proceso de paz con un diálogo intrasirio a finales de enero en Ginebra, al que la oposición duda si acudir.
Fuerzas del presidente sirio, Bashar al-Assad, con el apoyo de combatientes de Hizbulah y de intensos bombardeos rusos, entraron ayer en la estratégica localidad de Salma, el principal bastión rebelde en la región montañosa de Latakia, cerca de la frontera con Turquía.
Los combates con milicianos del Frente al- Nosra y del Movimiento Islámico de los Libres Sham, fueron encarnizados, afirmó Rami Abdel Rahmane, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
La región costera de Latakia, en el noroeste del país, es un feudo del régimen y el lugar de nacimiento de la familia Al-Assad. Pero Salma, situada a 800 metros de altura en la región de Yabal Akrad (Monte de los Kurdos, en árabe), está en manos rebeldes desde julio de 2012.
La ofensiva fue precedida por 120 ataques aéreos rusos en la zona en solo 48 horas, y se produjo después de que las fuerzas gubernamentales tomaran en los últimos días varios pueblos de las afueras de Salma, como Tartiah y Kafr Delba.
«Si toman la ciudad será más fácil avanzar en la montaña de Akrad», añadió Rahmane.
El geógrafo francés Fabrice Balanche afirmó que desde que empezó la intervención rusa a finales de setiembre las fuerzas gubernamentales han recuperado el control de 50 km2 de esta región de difícil acceso.
Según una fuente militar citada por la agencia oficial Sana, «el Ejército, en coordinación con las milicias de defensa popular, continúa su avance en el noreste de la provincia y controla los suburbios del sureste de Salma y siete colinas cercanas».
«Mal preparadas»
La ONU, mientras, sigue trabajando para relanzar el proceso de paz con unas negociaciones intersirias, contempladas en la hoja de ruta aprobada el 18 de diciembre por el Consejo de Seguridad, a partir del día 25 en Ginebra, a las que la Coalición Nacional Siria (CNFROS), que sigue perdiendo terreno frente a Damasco, duda si acudir. Considera que si están «mal preparadas» podría reeditarse el fracaso de las anteriores, en 2014, según su coordinador y ex primer ministro sirio, Riyad Farid Hijab.
«La elección es muy difícil. Si no vamos, nos dirán que no respetamos las resoluciones de la ONU. Pero tampoco queremos perder la confianza de nuestro pueblo», dijo Hijab, al tiempo que insistía en que «no es posible negociar cuando los civiles están siendo bombardeados y están muriendo de hambre».
«Si las negociaciones están mal preparadas y no hay un clima propicio, habrá un nuevo fracaso (…) y otro fracaso sería una catástrofe para Siria, y significaría el fin de la moderación», advirtió.
Situación humanitaria sin precedentes en Madaya
La grave situación humanitaria en Madaya, asediada desde hace seis meses por las fuerzas gubernamentales, no tiene precedentes en el conflicto en Siria, aseguró ayer un responsable de Naciones Unidas tras visitar la ciudad. «Lo que hemos visto es horrible, no hay vida. Todo estaba muy tranquilo. Hay información creíble según la cual hay gente que murió de hambre (...) Lo que vimos en Madaya no tiene precedentes (...) con respecto a otras partes de Siria. Hay gente, pero no hay vida», dijo Sajjad Malik, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) al llegar a Damasco.
Malik dijo haber visto a niños obligados a comer hierba para sobrevivir y que solo comen agua mezclada con especias.
El lunes, un convoy de ayuda entró por primera vez en la ciudad, de donde ayer fueron evacuadas 300 personas. Otros convoyes llegarán en los próximos días. Foua y Kafraya también recibieron ayuda.
Según las primeras estimaciones de Naciones Unidas, entre 300 y 400 personas necesitan ayuda médica urgente.GARA