ZOO: «Es un honor representar al País Valencià en Gazte Topagunea y crear sinergias entre pueblos»

ZOO es un grupo musical creado en Gandia, que destaca por la mezcla de varios estilos como el rap con música electrónica y por cantar en valenciano. La banda surge en 2014 de la mano del cantante Toni Sánchez, ‘Panxo’, que según nos ha contado, después de varios proyectos personales y participar como DJ en Riot Propaganda, decidió crear ZOO tras el éxito del single ‘Estiu’.

El grupo lo completan Arnau Giménez, guitarrista y cantante, que apareció hace unos días en el programa La Resistencia con una camiseta con el lema ‘Altsasukoak aske’; Natxo Císcar, bajista; Toni Fort, con el saxofón; Marcos Úbeda, al trombón; y el DJ Héctor Galán.

‘Panxo’, hermano de Pablo Sánchez (La Raíz), nos ha desvelado más detalles sobre ZOO, banda que actuará el 19 de abril en Lemoa en el Gazte Topagunea organizado por Ernai y Aitzina.

¿Cómo surge ZOO?
Yo tenía algunas canciones hechas que quería que vieran la luz. Necesitaba probar suerte, y publiqué el single Estiu, que tuvo una respuesta sorprendente. A partir de ahí, lo que iban a ser cuatro o cinco canciones se convirtió en un LP de once canciones y una banda de cinco personas. 

¿Qué os inspira?
Nos inspiran muchas cosas, según el momento. Nos inspiró la posibilidad de vivir haciendo lo que nos gusta y transmitiendo lo que deseábamos transmitir.

¿A qué se debe el nombre ZOO?
Mi proyecto anterior se llamaba Sophy Zoo. Fueron dos maquetas de rap más clásico, escrito en castellano. El proyecto no trascendió, pero yo le tenía cariño, y no me apetecía cerrarlo del todo. Decidí transformarlo y la cosa salió bien.

En pocos años, el grupo ha crecido mucho, ¿cómo se vive todo esto?
De manera muy intensa, y muy enriquecedora. Hemos aprendido mucho, hemos crecido como músicos y como personas. Nos hemos conocido más y hemos aprendido a respetarnos y a respetar la profesión y al público. Hay momentos malos, pero hacemos un balance muy positivo.

¿En estos momentos, podéis vivir de la música?
Sí. Podemos vivir de la música a base de trabajar mucho. Llevamos cinco años haciendo 60 conciertos al año y unos 40.000 kilómetros. El proyecto mueve un equipo de 12 personas, y algunos tienen otros trabajos entre semana. Pero podemos decir, que a día de hoy, este es nuestro oficio.

¿Qué conciertos recordáis como los mejores?
Es difícil elegir, pero quizás diría que los dos que hicimos en dos festivales en Polonia y en Hungría en 2017. Estar tan lejos, en grandes festivales, y sentir a la gente disfrutar de tu música es algo especial.

Habéis tocado varias veces en Euskal Herria, ¿cómo os sentís tocando aquí?
Nos encanta Euskal Herria. Es un lugar singular para enfrentarse al público. Siempre ha tenido fama de tener un público exigente y algo frío. Nosotros, además, veníamos con una propuesta musical basada en la electrónica y sonoridades más latinas y mediterráneas... cosa que, a priori, nos podía suponer una dificultad. Con el tiempo nos hemos ido sintiendo muy bien acompañados en los conciertos, y ya tenemos un sector de público que nos sigue cuando tocamos en distintos lugares de Euskal Herria. Hay, además, una serie de factores socio-culturales y políticos que compartimos, y eso nos ha ayudado.

El 19 de abril tocaréis en Lemoa, en el Gazte Topagunea. ¿Qué importancia tiene para vosotros tocar en un evento de esas características?
Para nosotros es un honor que nos inviten a este evento, y una oportunidad de conocer más y mejor una realidad de Euskal Herria a la que no hemos tenido acceso nunca a través de los medios. Por otro lado, es un orgullo representar al País Valencià y, de alguna manera, crear sinergias entre los dos pueblos.

En vuestras canciones lanzáis mensajes reivindicativos. ¿Las letras tienen más importancia que el plano musical para vosotros?
Honestamente, cada vez nos retorcemos más los sesos en el aspecto musical. Los mensajes forman parte de nosotros, de nuestra percepción del mundo y de la tradición política a la que pertenecemos. Pero la música está como más fuera, tienes que ir investigando, actualizándote... y eso nos lleva más tiempo.

En el País Valencià hay bastantes grupos reivindicativos, ¿a qué se debe?
A que durante muchos años se nos ha negado, prácticamente, nuestra propia identidad cultural. Y, a diferencia de otros lugares, en el País Valencià esto se ha hecho más desde dentro que desde fuera. En ese contexto, han surgido grupos y artistas de todo tipo que intentaban dar forma expresiva a nuestra cultura, que está en peligro.

¿Se os hace difícil hacer giras cantando en valenciano?, ¿creéis que los grupos que cantan en idiomas minoritarios tienen ahora más facilidades?
Venimos de tocar en Murcia y Sevilla; el año pasado en Salamanca, en Madrid, Extremadura. Creo que es evidente que en el Estado español hay tres lenguas que son sistemáticamente despreciadas y ninguneadas. En la radio y televisiones públicas el 99% de grupos que aparecen cantan en lengua castellana. No sé qué facilidades ven en cantar en gallego o en euskara la gente que dice eso...

En los últimos años hemos visto aumentar considerablemente la represión contra músicos (Strawberry, Valtònyc, Pablo Hasél...). ¿Alguna vez habéis tenido miedo a esa represión?
Sí. Da miedo. Intentamos que no nos afecte ni nos condicione... pero suponemos que esos hechos operan de alguna manera a la hora de escribir. De todos modos, tenemos que decir que no somos un grupo especialmente explícito en según qué cosas... hay grupos más susceptibles de ser imputados, creo. Aunque, visto lo visto, cualquier frase puede ponerte delante de un juez.

¿Tenéis algún proyecto nuevo en mente?, ¿qué esperáis de este 2019?
De momento, solamente dar conciertos. Acabaremos el año con un gran concierto en Barcelona, y cerraremos esta etapa de cinco años tan intensos. Después, tomaremos un descanso, estaremos una buena temporada sin dar conciertos y la idea es componer un disco nuevo. Tenemos muchas ganas de renovar el repertorio y de meternos en la fase creativa.