Tremendo puñetazo del Maccabi en la cara de un superado Baskonia
Superando aquel 65-94 de 2002, el cuadro gasteiztarra no ha podido con un Maccabi apabullante desde la línea del triple. Solo Shengelia y Garino han dado la talla (83-113).
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Desde el año 2013 que el Maccabi de Tel Aviv no ganaba en Gasteiz, y no es que se haya impuesto, sino que ha pasado por encima de un Kirolbet Baskonia que no ha sabido en ningún momento parar su producción ofensiva, basada en el tremebundo acierto triplista, con un Wilbekin tocado por Dios y con jugadores como DiBartolomeo, Wolters, Elijah Bryant y Tyler Dorsey alcanzando la decena de puntos. Y sin Omri Caspi. Dejando aparte otras cuestiones que provocan una mezcla de asco y terror, deportivamente hablando, este Maccabi da mucho miedo, no solo su talwento ofensivo, sino que Sfairopoulos le ha añadido una disciplina defensiva feroz. Solo Garino y Shengelia han estado a su mejor nivel, porque el resto ni ha estado en los 40 minutos. ¡Menuda manera de empezar la ronda de cinco partidos seguidos en el Buesa Arena!
Y es que la buena noticia del regreso de Pierria Henry y la casi tan buena noticia de la ausencia del alero macabeo Omri Caspi se ha visto ensombrecido con la lesión momentánea de Shavon Shields, que se ha llevado un tremendo golpe del ala-pívot rival, el rocoso Quincy Acy. ¿Premonición de lo que se ha visto después? Todavía era pronto para decirlo, pero lo cierto es que en el arranque los pupilos de Ioannis Sfairopoulos han sido mucho mejores que el Baskonia, yéndose 7-13 fruto de su fuerza interior y un Wilbekin que ha superado a Vildoza en ataque y en defensa casi en cada ocasión.
Ya desde el inicio el Maccabi de Tel Aviv, tan agasajado por las autoridades, se ha sentido como en casa, y entre Wilbekin y DiBartolomeo han amargado la existencia a un Kirolbet Baskonia al que le ha entrado la prisa con demasiada celeridad. Y menos mal que en el primer cuarto la escuadra israelí ha cometido un sinfín de personales, con lo cual el cuadro gasteiztarra ha podido acortar su desventaja a golpe de tiro libre, llegándose al final del primer asalto con 22-28.
Pero ese resultado ha sido la buena noticia, porque el arranque del segundo período ha traído consigo un parcial de 2-11, obligando a Perasovic a parar el tiempo, porque con 24-39 el partido se le estaba yendo con total claridad. Ni por esas. El Maccabi de Tel Aviv ha movido el balón como le ha dado la gana, cebando a balones a Wilbekin que ha cerrado la primera mitad con 5 de 6 en triples para 17 puntos. Así las cosas, la parte final del segundo cuarto ha sido un conteo continuo de la máxima diferencia hebrea, que ha llegado a los vestuarios con 32-55 a su favor, después de anotar otros 27 tantos a la pasmada defensa del Baskonia, que no ha podido hacer gran cosa para evitar un caudal inagotable, puesto que, no nos engañemos, la mayor parte de los tiros macabeos, en especial los triples, han sido completamente librados.
Aguantando el chaparrón
Tornike Shengelia y Patricio Garino han sido los dos únicos jugadores del Baskonia que han preferido luchar a rendirse. Sin embargo, a golpe de triple la renta del Maccabi no ha hecho más que subir y subir, hasta llegar a la treintena. Como en aquel infausto 65-94 del Top 16 del año 2002, el cuadro macabeo ha hecho lo que ha querido, al punto de que parte de los 10.489 espectadores han preferido irse para no soportar el suplicio. Por contra, como es lógico, el medio centenar de seguidores israelíes han hecho oír su voz con casi total impunidad, con la salvedad de Indar Baskonia Hintxa Taldea, que les ha recordado su solidaridad con Palestina. Menos da una piedra.
Pero es que el Maccabi ha cerrado el tercer período con un 6 de 8 en triples, con Wolters sumándose a la fiesta anotadora de Wilbekin –se ha tenido que retirar con una herida en el codo–, que ha terminado con el Buesa Arena hecho un cementerio, y con diez minutos para aguantar el chaparrón, con un 58-86 en el luminoso. Diez minutos de la basura, en resumen.
El último cuarto solo ha tenido un detalle difícil de comprender como aspecto destacable: Perasovc manteniendo a Shengelia a pesar de un golpe que se ha llevado en el costado y con el partido completamente perdido. Cierto que el average general será importante en caso de empates múltiples, pero ha sido difícil de digerir ese empecinamiento del preparador croata, como si perder de 30 o de 27 tuvieran en realidad mucha diferencia. Afortunadamente, el acierto del Maccabi ha descendido un tanto, aunque ni por esas se ha evitado que el conjunto hebreo haya podido llegar a la centena, algo que ha sucedido con cuatro minutos y medio de tortura por delante.
Al final, 83-113, un puñetazo de los que lanza a la lona. Pero toca levantarse, porque la competición no está para lamentaciones.
JUEVES: Exhibiones por Europa
No solo de los partidos entre el Barça y el Real Madrid vive la Euroliga, aunque el cuadro madridista se ha llevado un partido lleno de vaivenes. Bien lo ha demostrado el Khimki, que ha descabalgado al Armani Milano de la primera plaza clasificatoria. Los de Kurtinaitis han aguantado el impacto de la tremenda primera mitad lombarda para darle la vuelta a la tortilla después. Así lo ha demostrado Anadolu Efes, que ha superado al un Zenit de San Petersburgo demasiado supeditado al acierto de Austin Hollins, y que cuando, ya en el último cuarto, se ha acordado de intentar ganar en Estambul, se ha dado de bruces con Larkin y Micic. Y una doble prórroga antes de la cita del WIZink Center, para el triunfo del Alba Berlín en la cancha de Panathinaikos después de dos prórrogas.
KHIMKI 87 - ARMANI MILANO 79
Una primera mitad a mayor honra y gloria del ataque el que se ha vivido en el Arena Mytishchi de la región de Moscú, con Shved y Scola –16 puntos en total, 14 de ellos antes del receso– montando un espectáculo pirotécnico-anotador en las dos canastas, siempre con ventaja lombarda en el marcador, gracias al inestimable apoyo, así en puntos como en asistencias, de un recuperado Nemanja Nedovic. Después del 47-51 con el que se ha llegado al descanso, las defensas se han puesto más serias, pero en todo caso, los de Kurtinaitis han reaccionado de la mano de Booker y Shved, con un parcial de 16-0 con el que han volteado el resultado, valiéndose de una pequeña depresión defensiva de Armani Milano. A Khimki le ha venido muy bien recuperar al base serbio Stefan Jovic, liberando así a Shved del deber de dirigir, limitándose a ejecutar el tiro o la asistencia.
El talento de Sergio Rodríguez ha conseguido igualar el partido a 65 al final del tercer período, pero ha sido el canto del cisne para la escuadra lombarda. Shved ha encadenado cinco puntos –para terminar el duelo con 24, amén de 7 asistencias y 5 rebotes–, y a su estela se han adherido Jerebko –19 puntos y casi infalible en el tiro– y Chris Kramer para desarbolar a los de Messina, que han doblado la rodilla por segunda vez en lo que va de temporada.
ANADOLU EFES 90 - ZENIT SAN PETERSBURGO 88
Aunque los equipos que entrena Joan Plaza acostumbran a defender muy bien, lo cierto es que han encajado más de 20 puntos ante un Anadolu Efes muy serio, con el definitivo liderazgo de Shane Larkin y Micic, que han vuelto a sumar 44 puntos entre ambos. Lo cierto es que el Zenit de San Petersburgo ha estado demasiado pendiente del acierto triplista de Hollins, mientras que los de Ergin Ataman han encontrado en los interiores Sanli o Pleiss unos buenos secundarios para abrir brecha en lo que parecía iba a ser un triunfo sencillo de los otomanos.
Pero en estas que el Zenit de San Petersburgo ha subido sus líneas defensivos, Hollins –autor de 26 puntos– ha encontrado en Gustavo Ayón y Anton Pushkov sus dos socios en anotación y a un rival que se ha relajado antes de hora. Los de Joan Plaza se han arrimado hasta un peligrosísimo 85-83 a falta de menos de un minuto y ha tenido que aparecer el mejor Vasilije Micic para deshacer el entuerto: asistencia para el «dos más uno» de Pleiss, provocando por lo demás la quinta falta de Hollins, y mano de seda con pulso de acero para anotar dos tiros libres decisivos en los instantes finales. Gracias a este triunfo los de Ataman escalan posiciones y se suman al grupo de equipos con balance de 6-2, mientras que el Zenit suma un triste 2-6.
PANATHINAIKOS 105 - ALBA BERLÍN 106
El Alba Berlín está padeciendo un calvario a cuenta de las lesiones, pero precisamente por ello ha llegado al OAKA sin nada que perder, y se ha llevado un triunfo casi milagroso con un heroico Luke Sikma como protagonista. Los de Aíto García Reneses han martilleado el aro heleno a golpe de triple, sumando siete tiros lejanos antes del descanso, para alcanzar los vestuarios con un escandaloso 49-58 en el marcador, con un Martin Hermannsson totalmente desatado, autor de 12 puntos y 8 asistencias.
Ha sido el partido de Ioannis Papapetrou, autor de 39 puntos. El alero heleno ha sido el artífice de la remontada del PAO, que con todo, ha podido llevarse el partido antes de llegar al tiempo extra con empate a 88, ya que a Nick Calathes se le ha escapado el tiro libre con el que hubiera certificado el triunfo ateniense. Así que el duelo se ha ido a un tiempo extra de toma y daca constante, con un Giffey capaz de errar un tiro libre y luego forzar la segunda prórroga con un canastón tras reverso y una gran defensa sobre DeShaun Thomas.
Al parecer nadie ha querido ganar, porque la segunda prórroga ha llegado al último minuto con empate a 103. Jacob Wiley ha anotado un 105-103 en apariencia definitivo, pero en esas Luke Sikma ha decidido el encuentro con un salvador «dos más uno», pese al intento triple a la desesperada de Tyrese Rice.
REAL MADRID 86 - BARCELONA 76
El duelo futbolero ha tenido de todo, como el amago de tangana entre Tavares y Corey Higgins a falta de minuto y medio para el final. Pero ante todo, ha tenido rachas. El Real Madrid ha parecido romper el partido en el primer cuarto, yéndose 32-14 al final del primer asalto. Sin embargo, los de Svetislav Pesic han reaccionado con un parcial de 16-36, llegando al descanso con 48-50 a su favor.
Los de Pablo Laso han arrancado con un parcial de 10-0 en el tercer cuarto, un parcial que ha sido el colchón que ha precisado hasta el final. La defensa madridista ha conseguido controlar los efectos devastadores de un muy silbado Nikola Mirotic, aparte de que Randolph, Campazzo y Deck han asomado para marcar la diferencia.